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¿Paro de UTA deja al desnudo low cost engañosas?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- La Unión Tranviarios Automotor (UTA) ratificó una nueva medida de fuerza para el próximo viernes en el Interior del país, con Capital Federal como excepción. Los pasajeros son rehenes, pero no en sí por la medida sino en especial por la actitud de las empresas en no salir a la palestra, oficializar la medida de fuerza de sus choferes y permitir al cliente que reformule sus viajes. Falta información precisa sobre alcances de la resolución. Gremio y compañías no ayudan.

 

Ya se conoce que fracasaron las negociaciones con la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros y si bien la esperanza en arribar a un concilio se mantiene inalterable hasta ese jueves, desde el empresariado no se permite a los pasajeros hacer uso de un canje de pasajes por otros horarios SIN COSTO ALGUNO.

 

Como hemos informado, el gremio pretende el mismo acuerdo salarial que sus pares del Área Metropolitana de Buenos Aires, el cual -de acuerdo a lo que se conoció- sería: 20 por ciento al conformado a partir de junio y un pago de 16 mil pesos en tres cuotas: ocho mil pesos el 20 de julio; cuatro mil pesos el 4 de agosto, y cuatro mil pesos en septiembre. El acuerdo es por tres meses.

 

Desde la parte empresarial, representada por la Fatap, reconocen como legítimo el pedido, pero ya dejaron sentado que no tienen fondos para pagar.

Los gremialistas dicen defender los derechos de los trabajadores de la actividad; los empresarios evidentemente cuidan sus finanzas, pero del usuario nadie se ocupa, ni siquiera el Gobierno a través de su órbita pertinente.

 

En verdad, es execrable la desidia del Estado nacional respecto al tratamiento de todas las coyunturas que afectan al transporte de pasajeros.

Y no abordamos en este concepto lo inherente a los acuerdos en materia de subsidios con empresas. Aludimos a una intervención en defensa de los consumidores.

 

No discutimos el planteo sindical. Las partes saben cada una de ellas sus responsabilidades en materia de servicio público. Cada una de ellas son garantes ante la sociedad. Pero esto es evidentemente una teoría.

Si al día de hoy se agotaron todos los medios y procedimientos administrativos previstos, y UTA persiste en su reclamo, las empresas deberían ser leales, honradas, nobles, y emitir un comunicado oficial por el cual dan absoluta libertad a los pasajeros para canjear sus tickets por otros que les confieran mayor tranquilidad en cuanto a sus agendas de trabajo, de salud o simplemente de descanso vacacional.

 

No se puede tener prisioneros a los pasajeros a horas de realizar un viaje. Desde el fin de semana distintas empresas vienen indicando que este miércoles se brindaría una comunicación oficiosa por la cual se liberan los cambios de boletos SIN CARGO EXTRA mientras sean idénticos coches o comodidades.

Sin embargo, desde que se implementó el sistema de adquisición de tickets low cost la condición para un cambio automático es que se abone la diferencia entre lo que se pagó y lo que sale el boleto para el día del viaje.

 

O sea… da la sensación inevitable que se trata de un engaño, un ardid, una artimaña desleal. Reafirmamos… Si alguien hace dos o tres semanas adquirió un pasaje a “x” valor, y 48 horas antes de realizar su viaje la empresa no garantiza que el colectivo partirá ese día y en dicho horario, la misma empresa debería comunicar de manera formal a través de sus web’s o mediante Redes Sociales, y por qué no, recurriendo a la cooperación de los medios de prensa, que los pasajeros pueden a partir de tal o cual hora modificar el horario sin afectar destino o itinerario y clase de confort elegido con la debida antelación (Ejecutivo x Ejecutivo; Cama x Cama; Semicama x Semicama, y así respectivamente…).

 

Si después empresa, UTA, y por qué no Gobierno, logran consensuar criterios y se levanta la medida, partirán los micros con quienes no hayan modificado sus planes y confiaron en que se arribe a ese concilio, pero mientras tanto, nadie perdió un trabajo, nadie perdió un turno médico o nadie perdió una plaza hotelera o hasta una combinación aérea, entre tantas problemáticas que suscitan esta clase de medidas de fuerza.

 

Concluimos… UTA tiene todo el derecho a reclamar lo que es justo. Las empresas tienen todo el derecho a proteger sus números, sus cuentas. El Gobierno tiene todo el derecho a intervenir en lo que crea oportuno. No discutimos ello.

Solo nos sentimos rehenes. Y un día… puede tronar el escarmiento.