Paraná y sus pozos se presentaron ante el turismo nacional
|ANTICIPO.- La capital entrerriana lució colmada de turistas y la nota positiva fue que desde la Comuna, como siempre trabajando con renovadas ideas en materia turística, se otorgaron a los visitantes innumerables actividades para que la Semana Santa no sea solo un momento de reflexión y descanso, renovando el espíritu, sino que se pueda disfrutar de una agenda rica en matices. Lástima los pozos, la suciedad y tantos “Trapitos” a lo largo y ancho de la ciudad.
El pozo que ilustra la nota data de comienzos de abril. Se ubica en La Paz al 80, a escasos metros de la Peatonal San Martín. Desde el municipio solo se colocaron carteles avisando tras innumerables pedidos de comerciantes y vecinos de la zona, preocupados no solo por cómo se ensuciaba el frente de locales y domicilios particulares cuando el cráter se llenaba de agua, sino que dicha erosión también ocasionó graves percances a automovilistas y motociclistas.
Ya transitamos el día 21 del mes 4 y el pozo no solo sigue igual, sino que empieza a llenarse de basura, como olvidado por una gestión que ha trabajado satisfactoriamente en materias como turismo, cultura y ha mejorado sensiblemente en lo inherente a parques y paseos, pero que luce inerte, apática, indolente viendo que sus calles están destruidas, mal señalizadas y sucias.
Una pena dar esa imagen al turista siendo Paraná tan bella e invirtiéndose tanto esfuerzo y capacidad para atraer un creciente flujo turístico que en definitiva beneficia a comerciantes, gastronómicos, hoteleros, etc, etc…
Y un segmento que sin dudas se benefició con la llegada de tantos turistas fue ese que “labura” acomodando y “cuidando” vehículos.
Los tristemente famosos “Trapitos” pulularon por distintas áreas donde se denotaba actividad y vaya peculiaridad, había amplia mayoría de “trabajadores” con tonada muy distinta a la paranaense.
Concretamente, observamos a muchos porteños y hasta fuimos testigos por la noche de la presencia en la terminal de ómnibus de “Trapitos”, prestos a tomarse el micro hacia la vecina Santa Fe, y a quienes habíamos visto a la siesta cumpliendo esa “abnegada” tarea en zona del Patito Sirirí.
¿Los costos? Algunos muy gasoleros… “Lo que Ud. quiera y pueda amigo…”. Otros hasta fijaron tarifas que fueron desde los 10 a los 50 pesos. Una locura. Urgente, control de esto. Paraná NO ES MAR DEL PLATA ni otros centros turísticos de envergadura donde uno se resigna y paga. No espantemos al turista para beneficiar a estos sagaces muchachos. AMPLIAREMOS.-