Paraná estuvo en vilo por decenas de delincuentes
|La democracia cumple 30 años y son horas de profunda inquietud, de hondo desasosiego, a lo largo y ancho de la República. En Paraná se vivió este lunes una jornada cargada de rumores, de murmullos, pero también de hechos delictivos, algunos perpetrados y otros, disueltos, por férreas resistencias policiales, fuerzas de Seguridad o vecinos armados.
Ya contamos que en el centro, desde la mañana, abundaron versiones pero es real, incontrastable que, caminando por las arterias principales, se observaban movimientos sospechosos, como de incipiente accionar delictuoso.
Así, antes del mediodía cerraron bancos, oficinas, comercios y hasta se vaciaron vidrieras como empapelaron las mismas o se reforzó la estructura vidriada con maderas o cartones de espeso grosor.
Sin embargo, los disturbios más graves se vivieron frente a supermercados, almacenes, despensas y carnicerías de la periferia.
Así, hubo comercios donde fue incesante el intercambio de piedras y balas de goma, por ejemplo en el Carrefour de Avda. Don Bosco, Avda. de las Américas y Barrio San Agustín; en un autoservicio cercano a la Comisaría 5ª; en un supermercado de acceso a San Benito y Colonia Avellaneda; en un supermercado chino también de Barrio San Agustín; en la parte trasera del Coto; en una carnicería ubicada en Fraternidad y 3 de Febrero; como en una pequeña tienda, mercería y bijouterie de calle Churruarín entre otros.
Asimismo, hubo pretensiones de tomar por asalto los Carrefour de San Juan e Irigoyen, y en Plaza Vea, pero con grupúsculos claramente identificados cuyos ilegales propósitos fueron disueltos inmediatamente.
Lo mismo ocurrió frente al hipermercado ChangoMás, ubicado en calle Brown.
Osado bandido
Otro episodio se registró en la casa central del Bersa, en calle Monte Caseros. Un hombre provisto con un arma blanca rompió la puerta de un sector de administración e ingresó al lugar. Personal policial que pasó por el lugar advirtió la situación e intentó capturarlo, pero el sujeto escapó por los fondos.
Al parecer, la real intención del malviviente era robar en un cajero automático
Carnicería arrasada
Delincuentes que habrían sido identificados como de la zona lindante al barrio 1º de Julio de Paraná, aprovecharon los momentos de desconcierto en cuanto a la seguridad ciudadana y lograron forzar ta las puertas de una carnicería de barrio, vaciando su cámara frigorífica.
Según fuentes policiales, el robo se registró poco después de las 14, y de acuerdo a las versiones de testigos tan indignados como temerosos a represalias “rompieron la puerta y arrasaron con todo”.
El hecho ocurrió en la esquina de calles Fraternidad y 3 de Febrero y de acuerdo a lo que se pudo comprobar del faltante, se llevaron cerca de 500 kilos de carne.
Los dueños del local que funciona bajo el nombre de Don Julio expresaron que los delincuentes usaron un gran barrote para lograr hacer palanca y romper la puerta de acceso, tras lo cual ingresaron hasta la cámara frigorífica “y se llevaron todo”.
Tomando en cuenta el costo a los valores de frigorífico, el comerciante sufrió un perjuicio que superaría los $15.000.
Más destrozos que mercancía
A las 14.30 de ayer un grupo de unos 15 jóvenes, entre los que se encontraban varias mujeres y menores, violentaron la reja del autoservicio Los Pibes, ubicado en avenida Ramírez y Jauretche, y se llevaron algunos comestibles y la caja registradora del negocio, causando primordialmente importantes destrozos materiales.
El robo duró escasos minutos en virtud de la porfiada resistencia de los propietarios y empleados del negocio que se encontraban en su interior, más la rápida intervención de los vecinos que acudieron espontánea y solidariamente a repeler el accionar de los delincuentes, quienes huyeron dispersándose en distintas direcciones al verse superados en número.
Entre los vándalos había también al menos tres motociclistas, cuyos acompañantes hicieron de punta de lanza del ataque con barretas y palos, para darse de inmediato a la fuga una vez que lograron abrir la puerta del pequeño comercio y alzarse con algo de mercadería.
En la breve pero violenta refriega, unos de los empleados acabó con una herida leve de arma blanca en su mano derecha, que no requirió tratamiento médico, en tanto que un par de vecinos recibieron golpes y contusiones menores.
Cerca de las 16.30, cuando todo parecía volver a la calma, una pandilla de unos diez adolescentes se acercó hasta el lugar por la vereda de enfrente, con ademanes provocativos y evidentes intenciones de ejecutar un nuevo robo.
Mientras los vecinos se parapetaban frente a la puerta del local, alguien llamó al 911, enseguida aparecieron varios vehículos policiales y los revoltosos se dieron a la fuga.