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Paraná, ciudad sitiada: Plaza 1° de Mayo es un caos

¿Alguien podrá explicar quién permitió que tantas y tantos “artesanos” exhiban sus productos, mayoritariamente bolivianos, en plaza 1° de Mayo cuando a nuestros productores de arte se los sacó de ese sector, y a su vez los ocupantes transitorios evidencian una nula actitud de orden y limpieza???…

Un responsable debe haber para tanta imprevisión. El fin de semana largo en Paraná ha sido traumático. Quejas de todo tipo ha provocado la invasión feminista en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres que ocasionó trastornos de diversa índole.

Ya en ocasión del Contrafestejo tradicional desarrollado en plaza Alvear se pudo constatar que un solo agente de tránsito se las tuvo que ingeniar para que la marcha de los tambores no tenga percances físicos para nadie y a su vez que los conductores de vehículos de distinto porte no caigan presa de un ataque de nervios por las demoras en las arterias circundantes a ese paseo.

Ya en ésta oportunidad se vieron algunos grupos de activistas femeninas con conductas desafiantes, con quienes éste redactor se encontró y tuvo un mini altercado por sus actitudes desconsideradas, prepotentes, y esencialmente poco respetuosas de los derechos de los demás.

Ese pequeño incidente nos puso alertas de que un clima enrarecido rodeaba éste acontecimiento social y hasta político. Digamos que empezamos a denotar una especie de descontrol por parte de quienes lo organizaron localmente y/o que había un incipiente escapársele de las manos la problemática expuesta con distintos signos, símbolos o gestos.

Pero si hubo un elemento que llenó de dudas a muchos paranaenses es el desconocer quién dio “Carta Blanca” a puesteros bolivianos o del altiplano, sean argentinos o de países limítrofes para que se ubiquen de manera indiscriminada, abigarrada a lo largo y ancho del paseo principal céntrico capitalino.

Amén de los productos artísticos de excelencia en materia de indumentaria, accesorios o decoración, como de los buenos precios, la plaza 1° de Mayo de repente se transformó en una feria barata, la cual ocasionó notables incomodidades a los habituales transeúntes de la zona. Pero como si esto fuera poco, dicha área ha lucido en éstas dos primeras jornadas del fin de semana largo una mugre inconcebible, increíble, inusual y harto repudiable.

Por eso es que entendemos que alguien, dijimos ALGUIEN, debe hacerse responsable de semejante atropello al derecho de otros artesanos, de otros emprendedores, de los mismos comerciantes que pagan sus tributos, y del ciudadano común que vio usurpada su plaza mayor o del turista que deseaba apreciar la magnitud del monumento a San Martín, tomar fotos de los edificios principales de ese sector y pasear sin contratiempos por la arteria peatonal.

Está clarísimo que ALGUIEN dio el okey, sea o no por orden de alguna autoridad oficial. De no ser así, ¿por qué tanta indiferencia a que se vean avasallados los derechos de cientos, de miles de ciudadanos paranaenses y de visitantes que concurrieron a la capital entrerriana confiados en apreciar una localidad armónica, cuidadosa de sus bienes naturales?.

Así como desde alguna esfera gubernamental se metió profundamente la pata con tanta imprevisión respecto a lo que ya el año anterior ocurrió en Tucumán con ésta clase de Encuentros, desde el plano comunal alguien hizo la vista gorda con los puesteros de la altiplanicie salteña, jujeña o boliviana. Hubo, en éste caso, error, omisión o “comisión…

Por último, anexamos… No solo la plaza céntrica mayor se vio perjudicada con semejante caudal de público (y vendedores…). La denominada plaza del Bombero también fue epicentro de numerosos acontecimientos, éstos sí ligados al Encuentro feminista, y dicho paseo se ha visto ensuciado como nunca, y eso que nos hemos quejado varias veces sobre los actos de algunos linyeras sin que nadie tome medidas.

Las mini-bandas armadas, las guitarreadas, el montarse un escenario para hablar sobre el aborto y otros temas de actualidad, como el establecer carpas para vender distintos productos artísticos, en especial, lectura de la cuestión aludida, o matrimonio homosexual, etc, etc, produjeron que la vieja placita del Seminario luzca horrible y huela horrible por hedores a suciedad corporal como en especial a consumo de cigarros de marihuana, “aroma” inconfundible. Todo esto, sin que se vea personal de limpieza y/o de seguridad.

Todo muy extraño y contradictorio. Duele decirlo, pero Paraná se vendió horrible éste fin de semana largo. Es que alguien pateó en contra, se hizo el pillo, o lisa y llanamente es incompetente.