Pancho Calderón: “Creí ciegamente en Ángel Luis Moia y me equivoqué”
|ESPECIAL.- Amén de la crisis socio-económica que atraviesa el país, y la caliente interna política provincial con miras a las elecciones del 2019, a lo largo de esta semana se aborda insistentemente en Redes Sociales y en varios medios periodísticos acerca de la aguda problemática que padece uno de los colegas de más dilatada trayectoria en gráfica, radio y televisión no solo de Paraná, sino de proyección nacional e internacional. Anoche, Francisco Pancho Calderón visitó los Estudios de Somos Paraná y dialogó con Raúl Londero, conductor de Somos Debate, generándose un espacio de reflexión en cuanto a lo que está aconteciendo hoy con una Justicia entrerriana día a día cada vez más discutida y/o criticada.
“La coyuntura que envuelve, complica y afecta a mi Familia es delicada. De manera elemental por la conducta poco constructiva de quienes deberían reconocer que así como se dilató una Quiebra durante casi dos décadas, junto a mi madre, esposa, hijos y hermanos, -sin renunciar en la búsqueda que sea Justicia equitativa-, acreditamos desde mayo de este año una templada posición tendiente a hallar la solución más ajustada a Ley, no obstante el juez Moia, precipitada e inesperadamente, volvió de una licencia, y el mismo día en que retornó a su Despacho, dictaminó la fecha de remate de la vivienda única de mi mamá discapacitada, una anciana de 87 años postrada en cama ortopédica, quien no se merece semejante afrenta inhumana. Amén de ello, entre quienes vivimos en esta casa cuidándola, se encuentra mi hijo Menor de edad, Carmelo. O sea, no se tiene en cuenta algo tan contundente y se asume una postura cruel execrable”, resumió Pancho en diálogo telefónico con esta Redacción, para condensar lo que se abordó en la charla precitada.
-¿Cuál es tu visión en cuanto a que desde la esfera Judicial no se les ha otorgado el tiempo prudencial para lograr cristalizar ese objetivo?
-Hay dos conjeturas ineludibles de tejer: la primera sensación es que Su Señoría, Ángel Luis Moia está abrumado por una supuesta presión tanto de la síndico como del martillero tras casi dos décadas de aplazamientos de incidentes pertinentes en un proceso de Concurso derivado en Quiebra que ya acumula incontables resoluciones, apelaciones y denegaciones en los diversos estamentos tribunalicios; y la segunda es la que menos deseo teorizar o colegir: que exista alguna maniobra espuria y se especule con un condenable negocio inmobiliario teniendo en cuenta las dimensiones no solo de la propiedad de calle San Martín sino también de unos terrenos en Bajada Grande involucrados en la quiebra de mi padre.
-Es imposible omitir u obviar que el segundo punto se erigiría en una especie de imputación…
-Lo tomo y lo expreso como lo que es: una presunción o suposición. No puedo quitarme eso de la cabeza si me atengo a que con el juez Moia nos conocemos desde hace muchísimos años y nos une una relación de profundo afecto en materia familiar. Intento, procuro no dudar de la honorabilidad, de la probidad del magistrado. He creído en su equidad. No obstante, su cambio de marzo de 2017 a hoy es indudable, indisimulable. Lo describo puntualmente en mis reflexiones vertidas en Cuestión Entrerriana y que vienen replicándose hasta hoy merced a la adhesión loable de varios colegas como vos. Moia dijo una cosa no siendo juez, y hoy, ungido como tal actúa diferente. El cambio fue patente, justificándose que solo actúa ajustado a Ley.
-Más allá de la independencia de poderes vigentes constitucionalmente, ¿buscaste despertar el interés de otras esferas judiciales, del Poder Ejecutivo y Legislativo?
-Sí; pero los contactos establecidos han sido mayoritariamente infecundos, improductivos, salvo escasísimas y obviamente honrosas excepciones, en especial en el Poder Legislativo donde sí se me ha escuchado y si se ha honrado la memoria de mi padre y evidenciado afecto y respeto a mi trayectoria no solo periodística sino mi reconocida ideología Peronista.
-Tu padre fue un reconocido político peronista y si bien nunca se posicionó para candidaturas resultó un paradigma de la doctrina… ¿Ni siquiera eso se tiene en cuenta?
-Mirá las listas en cada proceso eleccionario y se refleja con elocuencia que hay muchísimos candidatos con militancia histórica en cada Seccional, pero no sobran los aspirantes realmente capacitados para una responsabilidad tan abrumadora como lo es ocupar un escaño o un cargo para el cual no se ha instruido debidamente. Mi Viejo siempre estuvo en contra de eso, por ello bregó incansablemente por la Educación Política. De hecho, fue Profesor del Huerto y del La Salle en las cátedras de Historia e Instrucción Cívica. Pero de todo eso se ha olvidado el PJ. Ni una palma, ni una corona, ni un telegrama del Partido hubo en su sepelio. Ni hablemos cómo murió. Nadie se acercó a la Clínica para acercarnos al menos su apoyo moral. Sí tuve y la sigo teniendo, una lealtad conmovedora de Beto Bahl. Siempre preocupado por mi situación, y la de toda mi Familia. El único político que ha obrado loablemente con nosotros.
-Uno lee tu nota en Cuestión Entrerriana, reproducida a su vez en Redes Sociales o por otros medios colegas, y se denota claramente una especie de desilusión no solo por el proceder de Moia sino también precisamente por esa casi nula intervención gubernamental…
-Es que el juez ha puesto de relieve la dilatación del proceso, los casi 18 años del Concurso y Quiebra de mi padre, pero no valora mi predisposición a poner fin a la causa cumpliendo con la obligación respectiva. A la vez, pensé que el Gobierno podría, básicamente, haber aportado no solo mayor asesoramiento para enriquecer nuestra defensa sino a la vez, intercedido -sin apremios- en defensa de una anciana discapacitada y de un menor, reflejando una postura de mayor interés por tan delicada situación. No pocos me han preguntado si alguien del Gobierno tiene alguna pretensión encubierta. Me resulta incomprensible, inentendible, pensando en lo que se viene de un año electoral. Claro está… hay silencios sugestivos. Mensajes de texto, de whatapp con vistos clavados y sin respuestas. Para colmo de funcionarios amigos del Ejecutivo. Pero, en definitiva, no me voy a quedar cruzado de brazos suponiéndolo.
-¿Ninguna organización de Derechos Humanos ha intercedido?
-Lamentablemente no. Ni Derechos Humanos ni organismos gubernamentales relacionados, que podrían básicamente expedirse públicamente. Ojo que con la gente de Derechos Humanos no he hablado de modo directo. He procurado, reitero, llegar a través de funcionarios a quienes considero amigos. Tal vez el cortocircuito con los DDHH esté allí, en quienes creí que podrían abrirme puertas. En las últimas horas mi hija Manu comprobó elogiables gestos de Nadia Burgos, una luchadora incansable por los Derechos Humanos, pero no nos hemos sentado a dialogar.
-Tu Viejo fue un fiel exponente en la Defensa de los Derechos Humanos. Lo recuerdo y lo recuerdan muchos paranaenses por su activa participación. ¿Cómo no puede tener ese sostén trascendente de los organismos respectivos?
-En parte quizás por nosotros no haber puesto énfasis allí. Por estas horas estamos variando el rumbo. Corrigiendo, enmendando nuestras propias deficiencias procesales. Hemos tenido el aporte desinteresado de abogados amigos y mis propios hermanos han contribuido en las últimas horas, enriqueciendo los próximos escritos del Dr. Casanova.
-¿Tu abogado fue recomendado por el juez Moia?
-Sí. Me pareció primariamente un gesto que traslucía la buena voluntad cardinal de Moia antes de asumir como juez. Confió en alguien con quien estudió la carrera de abogacía y nos puso en sus manos. En realidad todos están sorprendidos. Y Casanova mismo está muy decepcionado con esta circunstancia. Doy fe de ello. Intuye que de alguna manera fue manipulado.
-¿Él es socio del diputado Esteban Vitor?
-Sí.
-¿Y qué dice el legislador de Cambiemos?
-Hasta hoy se ha mantenido al margen.
-Pero si esto concluye mal, de alguna manera sería un fracaso para su Estudio…
-Opino lo mismo, pero respeto la postura de mi asesor. No puedo forzarlo a que tan reconocido parlamentario procure influir, mínimamente con su erudición.
-¿Y no se puede suponer que tu asesor letrado esté indirectamente influido por el ascendiente de Moia?
-Inicialmente pensé que sí. Mi Familia aún tiene ciertas dudas. Yo no. Pero no lo puedo negar dada las desprolijidades que se constataron desde su recomendación por Moia o en concreto la desprotección que tuvimos hasta el 23 de mayo inclusive en una audiencia de resolución de bienes nefasta. En defensa del Dr. Casanova estoy convencido en que no se imaginó tan férrea resistencia del magistrado. En verdad, toda mi Familia, Casanova y yo estamos muy sensibilizados con la conducta del juez Moia. Jamás imaginamos que se comportara de este modo.
-Ahora bien… si la ley o el Código de Quiebras ampara a Moia, ¿en qué se equivocaron Uds.?
-En confiar que Moia se tomaría su tiempo y no aceleraría tanto el diligenciamiento de todo el rito procesal, denegando cada una de nuestras presentaciones. Ni siquiera nos ha concedido el derecho a una audiencia. Cada uno de los pedidos de Casanova ha sido denegado.
-¿Y qué opina Casanova?
-Me gustaría que lo diga él. A mí ya me ha transmitido su indignación. Pero no quiero poner palabras de él concretas en mi boca. Me parece que se merece todo mi respeto.
-¿Por esa confianza o fe que depositaste en Moia podría inferirse en que fallaron también Uds. en los tiempos?
-Fríamente, podría admitirte que sí. Pero también es fácilmente deducible que fue absolutamente distinta mi posición a la de los últimos 17 o 18 años. Junto a nuestro abogado hablamos en todo momento de acordar. Solo pedimos el tiempo prudencial habida cuenta de la grave crisis socio-económica que atraviesa el país. Te repito, con una acérrima autocrítica, me equivoqué en creer ciegamente en Ángel Luis Moia. Te pregunto… ¿Cómo puedo arreglar hoy con las tasas, con la inflación por las nubes? No esgrimimos una posición caprichosa. Todo lo contrario. Y hoy los acreedores pueden dar fe de ello, más allá de síndico y martillero.
-¿Cómo será pasar las Fiestas pensando en que luego de la Feria Judicial se procedería al remate?
-Horrible. Ni siquiera esto tuvo en cuenta Moia. Pudo esperar a fijar fecha en marzo o abril, para mayo-junio-julio, y en ese interín concedernos el tiempo razonable para solucionar definitivamente la cuestión. Pero no… volvió de una licencia este lunes pasado, y el mismo lunes, en cuestión de horas, fijó fecha de remate para el 6 de marzo del 2019, sin base.
-¿Sin base no los deja al borde de regalar tan valiosa propiedad?
-Exacto. Sin base. Un horror. Inconcebible. Difícil poder interpretarlo sanamente. Moia termina generando hipótesis que empañan su trayectoria, pero a la vez deja entrever un rechazo a todo gesto humanitario para con una Familia que precisaba justamente de comprensión, de tolerancia.
-¿No queda mal parado Moia?
-¿Y a vos qué te parece? Pero no solo él queda mal parado. También la Justicia, y el Gobierno.
-¿Qué resultado puede tener la apelación? Me imagino que procederán primariamente a eso…
-Estamos en eso. Siguiendo la tendencia, seguramente adverso. Pero tal vez Moia reaccione, nos convoque, pueda discernir con excelsa humanidad el error que está cometiendo, y se rectifique. Esa es mi ilusión.
-¿De no ser así?
-Seguiremos hasta las últimas consecuencias.
-¿Eso incluiría una eventual recusación?
-Obviamente, no es mi deseo. Pero no tendría más remedio. Antes buscaría una revocatoria y/o una nulidad.
-¿Aún estás dispuesto a reunirte con Moia para reformular un acuerdo?
-Es lo que más deseo. Por mi madre anciana y discapacitada, por mi hijo menor, por mi Familia. Por estas horas hay un colega de notable predicamento, avezado, un periodista de esos que se formaron y se rompió el molde, quien procura establecer contacto con el juez propendiendo a que nos sentemos a dialogar. Yo estoy dispuesto. Hay una relación amistosa, de profunda valoración entre el magistrado y yo como entre el juez y toda mi Familia, como para terminar mancillándola así. Hay hasta relaciones que van más allá de mi núcleo familiar estricto. Tengo fe que el espíritu imperante en la previa navideña lo haga recapacitar antes de la Feria Judicial y así podamos transmitirle a mi madre Buenas Nuevas.
-¿Y los acreedores qué dicen? De llegarse a un remate, serían tan damnificados como ustedes. Más aún en un remate sin base.
-Precisamente eso deben comprender los acreedores. Separar las cosas; lo que fue un ciclo, una etapa, con mi padre y mis hermanos buscando Justicia con sus criterios y herramientas jurídicas, y mi proceder abierto a componer la situación, haciendo lo que debe hacerse, pagando. Agradezco eternamente el comportamiento de los asesores legales de AFIM, ATER, Caja Forense, Banco Galicia, y Banco BICA que lucieron posturas loables. Y espero que arribemos finalmente a un convenio fecundo con el apoderado del Banco Francés, un reconocido abogado del foro local que espero haga honor a su jerarquía. Solo necesito hasta fines de abril, mediados de mayo, esperando que la situación del país cambie. Hoy, insisto, apelar a un crédito con tan exageradas tasas, es firmar mi acta de defunción porque sería casi imposible pagarlo mes a mes.
-Vamos concluyendo… Durante casi 18 años llevaron adelante la defensa de la casa tu padre y tu hermano Mayor. Vos sos designado representante de la Sucesión, y en pocos meses solo se vislumbra un casi inexorable remate. ¿Sentís que le fallaste a tu padre o a tu hermano?
-En parte sí. Me choqué contra una realidad infausta. Que la Justicia argentina está en terapia intensiva en cuanto a su honorabilidad. Pero mi consciencia está serena. He dado lo mejor no siendo abogado, y como no ocurrió desde hace casi 20 años, hablé junto a mi abogado con cada uno de los acreedores y tengo comprometidas sus avenencias. Estoy seguro que mi padre debe estar orgulloso de mí más allá del criterio que supo exhibir junto a mis hermanos y con el cual no coincido, aunque hoy, viendo el comportamiento de esta Justicia controvertida, al final debo admitir que quizás el equivocado, el iluso, el ingenuo, he sido yo. De aquí al 6 de marzo espero poder revertir la tendencia.
-¿Qué dicen tus hermanos?
-Opinan distinto a mí, y yo opino diferente a ellos. Pero la pregunta vital sería… ¿al final quién tenía razón? Por lo visto, me consterna admitir, que ya desde hace muchísimos años todo estaba preparado para este final atroz.
Fuente: La Voz.-