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Otra Promoción Mercedaria que egresa: época de cosecha

Finaliza otro Ciclo Lectivo, y como todos los años un grupo de alumnos terminan la escuela Primaria. Pareciera un acto más, pero para los chicos de 6º grado es uno de los momentos más trascendentes de sus vidas. Para los padres también es relevante, pues se debe pensar y decidir qué pasará, de ahora en adelante, con su hijo. Galería de fotos registradas en Colación y Recepción de los nuevos egresados del Colegio de la Congregación Hermanas Mercedarias (Carbó e Illia).

 

Llegó diciembre, tiempo de poner en la balanza todo lo sucedido… Tiempo de alegría para muchos, tiempo de reflexión para otros.

Para los estudiantes, en este caso para los que culminan el Ciclo Primario, es tiempo de despedida… pero una despedida muy particular, porque no contiene la tristeza habitual de las separaciones, sino alegría, recuerdos emotivos que se agolpan, y mucha incertidumbre por lo que vendrá.

 

En el seno de la Escuela Privada N° 9 “Rosario Vera Peñaloza, es época de cosechar la concreción de la tarea diaria de todo un año, unidos padres, alumnos y educadores, en una labor conjunta, realizada con amor no exento de errores, de carencias, de imperfecciones, pero desarrollada en búsqueda de cimentar un futuro seguro y forjando espíritus imbuidos de principios y valores cristianos.

 

Así, con profundos sentimientos se acaba de despedir a los alumnos de 6° grado, con la firme esperanza de que acrecentarán la fe católica, adquirida en estos años acompañada por una profunda veneración Mariana.

 

Es un grato momento, una instancia propicia para expresarles a los hijos que no se dejen vencer por el desaliento. No permitan que nadie les quite el derecho a expresarte, lo cual en realidad es un deber.

 

No dejen de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Por ello… No dejen nunca de soñar, porque en sueños, el hombre es libre.

 

No se resignen… disfruten el temor que les provoca tener la vida por delante.

Aprendan de quienes puedan enseñarles… No permitan que la vida les pase por delante sin que la vivan…

 

Alumnos del Colegio Hermanas Mercedarias, despedimos una generación más de esta Escuela, un grupo de alumnos que ha dado un paso importante en su vida.

Dicen que “Para toda cosa hay un tiempo…” Tiempo para sembrar y tiempo para recoger, tiempo para llorar y tiempo para reír, tiempo para decir hola y tiempo para decir adiós…

 

Un día llegaron a esta escuela, aprendieron a compartir, a cantar, a escribir, a leer, a conocer los colores para poder pintar un arco-iris, a que la semilla necesita agua para crecer y hacerse una planta que de flores y frutos.

 

Es cierto que ser una persona preparada y de provecho no es fácil, pero ustedes han alcanzado una meta eficiente y de conocimiento, que en un futuro les permitirá afrontar con valentía y responsabilidad los quehaceres de la vida.

 

No olviden su primer día en la Primaria, no olviden a sus amigos… ni a sus maestros; disfruten su graduación y siéntanse orgullosos de haber pertenecido a esta querida Escuela de la cual surgimos nosotros, allá por 1976.

 

Para los que fueron sus maestros, es una enorme satisfacción ver que sus angustias y zozobras, sus ideales y sus trabajos no fueron vanos, puesto que la semilla de la Educación que sembraron en los corazones de tantos gurises y gurisas, poco a poco está fructificando.

 

En sus mentes de niños llevan ya grabados todo el valor de lo que es tener preparación y saber, aspectos que con el tiempo son sinónimos de asimilación de conocimientos y adquisición de amplia cultura. También llevan grabadas las horas de alegría y otras ingratas que vivieron dentro de este añejo Colegio, en donde sus gestos positivos, sus travesuras fueron compartidas y/o sufridas con sus compañeros.

 

Nunca olviden que en las Mercedarias recibieron de sus maestros la palabra sincera de la enseñanza sagrada, cuya luz infinita fue el faro que los guió a la meta feliz que han alcanzado.

 

Embargados por la emoción de haber contemplados sus rostros, queremos decirles que este certificado de Educación Primaria  es el resultado de la labor de sus maestros, el esfuerzo de sus padres y la dedicación de ustedes, pero recuerden que este es sólo el primer paso que dan para que en el futuro sigan cosechando frutos en su vida estudiantil, pues el hombre que está preparado nunca se intimida ante la dureza y los obstáculos de la vida, ya que tienen en sus manos un escudo para defenderse y un aliado para salir adelante en la más difícil empresa que se les presente.

 

En el trayecto de la vida humana hay despedidas que nos suelen hacer llorar, existiendo también motivos que entristecen nuestros corazones y hacen pedazos nuestras almas.

 

En esta ocasión, la despedida que brindamos a los alumnos Mercedarios que terminan su Educación Primaria, no es motivo de dolor y melancolía, sino momento de honda emoción que cristaliza el empeño positivo que supieron realizar en sus estudios elementales.

 

Hoy llega el tiempo de decir adiós, tal vez algunos se encuentren de nuevo en el camino de la vida, quizás otros no se vuelvan a ver, pero en su corazón la semilla que se plantó dará flores y frutos que se esparcirán por el mundo.

 

El camino no ha terminado, perseveren en la superación, están a punto de iniciar una nueva etapa, que tendrá nuevos retos… y nuevos logros.