Oración ecuménica en la Catedral de Paraná
“Creemos que todo viene de Dios, la paz viene de Dios y apostamos a este gesto de unidad para alcanzar la paz de todos los argentinos”, dijo el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, al iniciar la ceremonia que unió a cristianos y judíos en un rezo por la paz. Participaron además el rabino Sebastián Vainstein y el pastor Normal Petrella.
La actividad se desarrolló en la noche de este martes en la Catedral de Paraná, y contó con la presencia del rabino Sebastián Vainstein, el pastor Normal Petrella, de la Asiación Cristina Templo de Vida, y el titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA-Paraná), Diego Dlugovitzky, entidad que promovió este encuentro ecuménico.
El objetivo del encuentro fue pedir a Dios la serenidad de los espíritus, la paz social en nuestra tierra y una búsqueda sincera del dialogo entre los argentinos.
El encuentro contó con un pedido de perdón realizado por el Pastor Norman Petrella de la Asociación cristiana Templo de Vida, luego se realizó una Oración por el bienestar de la Nación que estuvo a cargo del Rabino Sebastián Vainstein.
Una integrante del movimiento focolar realizó la Oración por la Patria, dando así lugar a un momento de oración personal.
El presidente de la DAIA, Dr. Diego Dlugovitzky, manifestó su agradecimiento por este encuentro surgido de la necesidad, tanto personal como comunitaria, de manifestar que son mucho más las personas de bien que quieren y buscan la paz como estilo de vida.
Luego el Pbro. Carlos Cepeda, realizó la Lectura del Evangelio del Buen Samaritano [Lc 10,25-37], introduciendo así las palabras del Arzobispo Mons. Juan Alberto Puiggari, quien al hacer uso de la misma centro su reflexión en descubrir quién es mi prójimo.
En su reflex
ión el arzobispo manifestó que el mal crece por la indiferencia de los buenos y que solo con la fuerza del bien se puede vencer el mal, y manifestó que en nuestra sociedad hay mucho más bien que mal en el corazón de los hombres.
Puiggari, destacó: “Los creyentes nos juntamos para rezarle y pedirle a Dios que conceda la paz en nuestra patria, cerca de las fiestas, que siempre suponen un espíritu pacífico; que traigan tranquilidad y convicción, porque los problemas se solucionan con diálogo y con mucha fraternidad”.
El momento de oración culminó con el gesto del Saludo de la paz.
“Hemos tenido un diciembre que se caracterizó por la tensión a raíz de las protestas sociales, en la que no faltaron robos, saqueos. Pedimos por la paz. La mayoría de la gente quiere vivir en armonía, en una Argentina que ya está pronto a la Navidad, quiere celebrar en paz. Invocamos a Dios para poder tener un diciembre en paz”, dijo el rabino Vainstein.
Dlugovitzky, en tanto, sostuvo que “la Catedral es el centro de la ciudad de Paraná” y que “un evento de estas características sea en este lugar es muy importante. Necesitamos este momento de tranquilidad, demostrar que somos muchos más los que queremos vivir en armonía y este es el primer paso”, sostuvo.
“Con la paz se consigue todo; con la violencia, se pierde todo”
Al cabo de la ceremonia, el arzobispo destacó: “Creemos que todo viene de Dios; apostamos a pedirle al Señor, con insistencia y también como gesto de unidad, para que derrame la paz sobre todos los argentinos”, subrayó.
“Apostamos a una respuesta distinta, es pedirle a Dios que es fuente y dador de todos las gracias y bienes. Saber que con la paz se consigue todo; con la violencia, se pierde todo”, reflexionó por último monseñor Puiggari.
Fotos: Gentileza Grupo Facebook Arzobispado de Paraná.-