Nueva Ley de Cultura: derechos, educación y revisionismo fueron ejes del debate
|Con la participación de ciudadanos vinculados al quehacer cultural entrerriano, se desarrolló en Paraná un foro para debatir y aportar propuestas a la Ley Federal de las Culturas, cuyo anteproyecto fue presentado en noviembre por la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, y se espera sea elevado al Congreso por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en los primeros meses del año que viene, luego de discutirse en todas las provincias argentinas.
Con un mecanismo similar al implementado para dar forma a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en el centro cultural La Vieja Usina se desarrolló el foro, en el que hubo unos 50 expositores, entre ellos trabajadores de la cultura, representantes de organismos del Estado provincial y municipios, colectivos de artistas, universidades y entidades de la sociedad civil tales como la Unión Entrerriana de Músicos y el Colegio de Arquitectos, entre muchos otros.
El ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, encabezó la apertura y reflexionó ante los presentes acerca de la importancia de la discusión de una norma de estas características. “Constituye un hecho estratégico de primer orden que en Argentina se debata y se construya colectivamente una ley como esta. A lo largo del tiempo, al mirar la historia de la humanidad, es fácil darnos cuenta de que hay culturas que se han vuelto hegemónicas, han dominado a otras e, incluso, en muchos casos las han hecho desaparecer. Así los pueblos van perdiendo su identidad y su significancia. Esto es muy grave porque el pueblo que pierde su cultura, pierde también sus intereses y su poder de decisión a la hora de decidir qué hacer y cómo hacerlo, ya que son otros, otras voces foráneas, que de modo muy sutil van imponiendo sus propios intereses”, sostuvo Báez.
Para el ministro, estos procesos se tornan aún más graves porque “se dan de un modo imperceptible, de manera tal que los pueblos no se dan cuenta. Por eso en la Argentina –continuó- durante tantos años hemos vivido, y aun vivimos, presos de una colonización cultural. Me refiero a esto de ver lo de afuera como sinónimo de civilización y lo propio como sinónimo de barbarie. Eso es lo que hay que revertir”, señaló.
“Vamos por una ley que sea un instrumento de participación popular, contra- hegemónica y anti-colonialista. Que defienda y promueva las culturas populares, que alce su voz en los medios hegemónicos y que le ponga límites a los valores establecidos por los medios de comunicación dominantes. Queremos también una ley intervencionista en el campo de la historia, de la historia oficial que sigue siendo una historia que esconde a los protagonistas del campo popular, y de las grandes luchas. Queremos que la ley interactúe con el aparato pedagógico de la educación, ya que si la nueva ley no entra en las escuelas la propuesta quedará devaluada. Por último, hay que plantear que esta ley sea acompañada, más temprano que tarde, por una profunda reforma educativa, que tome a la cultura como referente”, enumeró luego.
En representación del Ministerio de Cultura de la Nación, Francisco Romero, director nacional de Políticas Regionales de la Secretaría de Pensamiento Nacional, hizo hincapié en celebrar la posibilidad de construir colectivamente esta norma. “Lo singular, lo sustantivo, es que se trata de un proceso de elaboración participativa de la Ley Federal de las Culturas, cuya idea central es construirla a través del debate. No es una ley de escritorio: es una ley que tiene un recorrido similar a la ley de medios y es “de las culturas” porque habla de la diversidad cultural, lingüística, étnica”, indicó.
Luego del acto de apertura se dio comienzo a las ponencias de todos los participantes que se anotaron para hacer uso de la palabra y para presentar sus aportes. Participaron de la jornada alrededor de 350 personas de distintas localidades de la provincia, de las cuales cerca de 50 hicieron uso de la palabra para exponer sus ideas.
El escritor y psicoanalista Francisco Senegaglia bregó por una mayor vinculación de la identidad cultural a un proyecto político y mencionó el ideario de José Gervasio Artigas, quien definió una identidad cultural donde estaban incluidos los afro americanos, los pueblos originarios y los criollos. “Se organizo un proyecto político teniendo en cuenta esta mirada. Artigas quería que cada pueblo se organizara con su forma y a su manera”, precisó.
José María Blanco, director de la Editorial de Entre Ríos, hizo hincapié a su turno en la necesidad de clarificar la diferencia entre lo popular y lo masivo. “Lo popular nace de las bases y lo masivo es impuesto muchas veces desde los medios de comunicación”, graficó.
Gisela Bahler, directora del Museo Provincial de Ciencias Naturales y Antropológicas, hizo referencia a la necesidad de explicitar dentro del presupuesto destinado a la cultura el porcentaje que se destinara a la preservación de los bienes de patrimonio cultural, tanto en lo arquitectónico, lo arqueológico o en la forma que fuere.
También se refirió a este tema Mariana Melhem, del Colegio de Arquitectos, marcando la importancia de “involucrarse también en la modificación de otras normativas, como ya se hizo con el Código Civil y es necesario hacerlo en la de planificación urbana”.
En representación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Lucrecia Pérez Campos y Gretel Schneider, de la Facultad de Ciencias de la Educación, plantearon la necesidad de que los espacios de encierro, como las cárceles, sean considerados lugares donde desarrollar acciones o espectáculos culturales. En el mismo sentido, Lucila Moro, referente del programa La Vida por Vivir, hizo la misma solicitud para las instituciones donde adultos mayores se encuentran en situación de internación.