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“Nuestro Club”: aportes del Programa, “pronto disponibles”…

ESPECIAL (Por Francisco Pancho Calderón).- “Según informaciones confirmadas a dirigentes de deportivos de toda la provincia en la ciudad de Villaguay por el subsecretario de Deportes de Entre Ríos, y en estos días directamente a la Unión de Clubes Deportivos de Paraná, 236 clubes entrerrianos están prontos a recibir el tan anhelado subsidio que otorga este programa nacional. Dichos aportes se encuentran disponibles y la Subsecretaría de Deportes instrumentará en breve la forma y la fecha a ser entregado”, dio a conocer ACLUDEPA. Una noticia que invita a la reflexión.

 

Los clubes son importantes centros de participación y desarrollo social; fuentes de aprovisionamiento primarias para el deporte de representación nacional y canales propicios para la inclusión de las personas en la práctica masiva y popular de las actividades físicas deportivas.

 

Es por ello obligación del Estado propiciar políticas en beneficio del desarrollo integral de los clubes e instituciones deportivas barriales. Desde la Secretaría de Deporte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se implementa el Programa nacional “Nuestro Club” que tiene por objetivo colaborar con organismos deportivos de base de todo el país, posibilitando el cumplimiento de su misión y funciones de promoción, desarrollo y contención del deporte en el marco comunitario.

 

ACLUDEPA recordó en un Comunicado enviado a nuestra Redacción “que el Programa Nuestro Club hacía más de tres años que estaba vedado para los clubes entrerrianos porque existían trabas del tipo administrativo, entre las cuales falta de rendición de subsidios anteriores”.

A su vez, amplió que “a través de su comisión directiva, ACLUDEPA intervino en dos oportunidades con dirigentes nacionales en reuniones realizadas en Rosario y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el fin de destrabar esta situación que tanto perjudicaba a los clubes de Entre Ríos”

 

Vale consignar que a mediados de noviembre de 2011 se denunció la falta de rendición de cuentas y que cerca de 200 clubes no podían recibir los subsidios del Programa al Nuestro Club por un total de 2,2 millones de pesos,” a causa del incumplimiento de rendiciones por parte de la Agencia Entre Ríos Deporte”, organismo que recuperó la fisonomía, rango y/u operatividad de Subsecretaría, con el advenimiento de ésta nueva gestión de gobierno iniciada el 12 de diciembre de 2011.

 

Esta especie, fue confirmada por la Jefatura del Gabinete Nacional en respuesta a un pedido de informes presentado por el diputado nacional Atilio Benedetti. Si bien la Administración Nacional informó que contaba con los fondos requeridos, aclaró que no podía girarlos a las instituciones entrerrianas porque “la Agencia Entre Ríos adeuda rendiciones del Expediente 385/09” y que incluso se adeudan rendiciones desde hace varios años.

 

La Agencia Entre Ríos debía “regularizar su situación respecto de subsidios percibidos por el gobierno provincial pendiente de rendición aprobada”, según el informe presentado por la Secretaría de Deporte de la Nación en respuesta al requerimiento del diputado Benedetti.

 

Dicha coyuntura afectó a clubes de toda la provincia, “que cumplían con todos los requisitos legales y administrativos exigidos, y que no recibieron por aquella época esos fondos de un programa nacional que gestionaron durante el año 2009, los cuales deberían haberse depositado en el 2010. Tales aportes previstos por el Programa Nacional son de 10.000 pesos por institución que los clubes prevén destinar para realizar obras y mejorar sus instalaciones”, oficializaba Benedetti.

 

“Es lamentable que la desidia y la falta de transparencia de parte de los funcionarios provinciales priven de esos fondos a instituciones de la provincia que todos los días realizan un gran esfuerzo para mejorar la calidad de vida de los entrerrianos. Sobre todo de los jóvenes, a quienes les brindan la posibilidad de realizar actividades deportivas y de esparcimiento que los alejen del flagelo de la droga y otras conductas antisociales”, demandaba sobre fin del año pasado el legislador quien reclamó al gobernador Sergio Urribarri que “instruya a sus funcionarios para que cumplan con la obligación de ponerse al día con la documentación requerida”, a fin de que los clubes puedan recibir ese dinero que tanto necesitan.

 

Pero remontándonos en los Archivos, hallamos que allá por los primeros días de julio de 2011 ACLUDEPA evidenciaba preocupación por la problemática.

Presidida por Hugo Grassi en ese entonces, el hoy funcionario comunal se entrevistó con el coordinador de los Programas Nacionales Deportivos, Jorge Bulo,  a fin de expresarle “la gran preocupación que existe en los clubes entrerrianos con relación al subsidio nacional del programa Nuestro Club”.

 

Según Bulo, este beneficio de 10.000 pesos que esperan desde hace tiempo 229 clubes de la provincia, “ya ha sido destrabado con un convenio firmado y presentado la semana pasada entre la secretaría de Deportes de la Nación y la Agencia de Deportes de Entre Ríos”, por lo que se espera la continuidad del trámite de los expedientes que componen esa solicitud.

 

Por eso, ACLUDEPA sugirió a los clubes de la provincia “estar atentos ante la convocatoria para recibir los subsidios, la rendición de gastos y la nota solicitando nuevamente este beneficio que les corresponde”.

 

Pasaron desde ese cónclave casi 4 meses y allí soltó todo el fastidio el diputado Benedetti con una actuación a fondo que “destapó la olla” en el terreno legislativo.

 

Ahora, a casi 6 meses de ello, y a casi un año de lo que anunciara Grassi, de nuevo ACLUDEPA sale a la palestra difundiendo una presunta solución. ¿Será ésta vez verdad? Lo raro es que a nuestro Correo Electrónico no llegaron dichas apreciaciones del “Chuzo” González, flamante subsecretario de Deportes. ¡Quien más que él debe estar ABSOLUTAMENTE SEGURO de esa tramitación exitosa!!!, ¿no?…

 

Lo que sí es real es el estado crítico de numerosas instituciones, algunas por desidia propia, por negligencias absurdas de sus dirigentes, por administraciones tan erróneas como poco claras, pero otras porque se aferraron a ese compromiso, a esa promesa incumplida, y todos saben que, por más dibujos del INDEC, los números en la Argentina exhiben un desproporcionado desfase entre ingresos y egresos, o peor aún entre lo que se da a conocer desde el Gobierno y las cuentas diarias TRANSPARENTES, CRISTALINAS, de quienes ven ingresar tanta plata y egresar el doble o el triple por los abruptos cambios de la economía.

 

Pero aún más… Seguiremos enfatizando en que tal vez, quizás, las cifras de aportes gubernamentales al profesionalismo resultan de algún modo inequitativas respecto al amateurismo, y si bien el deporte profesional es altamente beneficioso tanto por el espectáculo que tributa como por el ejemplo y/o incentivo, estímulo que otorga a los amateurs, hay que ajustar el análisis de números inherentes a lo que cuesta mantener un club con DIGNIDAD hoy en día.

 

Aprobamos el apoyo del Estado hacia el fútbol y hacia el básquet. Lo consideramos esencial en el ida y vuelta de lo que implica contar con representaciones provinciales en el campo nacional y hasta internacional con ciclos de continuidad, pero de igual manera los clubes amateurs que PROBADAMENTE brinden una relevante función social, también deben encontrarse dentro de un arco de contención económica.

 

Y uno, al re-encontrarse con la especie concomitante a que aún no han llegado fondos para las entidades por presuntos errores de administración de funcionarios responsables de cumplimentar ese compromiso, se encuentra perplejo, asombrado, atribulado por la lisa y llana razón que durante todo éste tiempo hubo un mutismo cómplice lo que involucra a las mismas instituciones en una responsabilidad indirecta o compartida ya quien calla, otorga…

 

Por todo lo expuesto, a modo de raconto, solo concluimos en que damos anuencia, nos resulta de hecho fundamental que el Estado impulse a la actividad deportiva profesional, más aún la de ciertos clubes que han demostrado seriedad y un marco de REGULARIDAD en sus performances o procesos competitivos.

No obstante, arengamos a que desde el Gobierno se fomente, se proyecte, se promueva, se induzca a que los esforzados, abnegados dirigentes del amateurismo cuenten con los subsidios imperiosos en tiempo y forma, en pos que el reparto de fondos sea VERDADERAMENTE EQUITATIVO, ecuánime y más que nunca, TAN CLARO como EQUILIBRADO.

 

Y para ello, amigos, no nos olvidemos de tener los clubes EN REGLA. Ello conlleva, Comisiones Directivas elegidas democráticamente, Libros de Actas completos, Estados y/o Rendiciones de Cuentas, Memorias, Balances, Registro de Socios, Personal, etc, etc, puntos en los cuales NO MUCHAS entidades pueden exhibir sus deberes adecuadamente y en ese control tiene que poner énfasis más que nunca la Subsecretaría de Deportes en pos del direccionamiento pertinente de cada fondo subsidiado, a fin que llegue a las manos adecuadas y se pueda constatar su destino.

 

De ésta manera se evitará  el despilfarro, el uso indebido, y/o hasta la ilegalidad de recibir dineros del Estado y no tener fundamento alguno de obra o equipamiento en que se lo distribuyó, o mas aberrante el no contar con las certificaciones, boletas y/o facturas de los trabajos encomendados o los productos de distinta índole adquiridos. Esta forma de dirigir clubes debe terminar de una buena vez, y debería ser el propio Estado quien efectúe el oportuno y más riguroso contralor de cómo se administra el dinero que el propio Gobierno tributa.

 

Como el mismo socio es quien debe denunciar malas o dudosas administraciones a teléfonos o direcciones que el propio Estado debería poner a disposición de aquellos asociados, padres, o ex dirigentes que no avalen regencias o tutelas perezosas, negligentes o hasta espurias, fraudulentas.

Con clubes BIEN MANEJADOS, HONESTAMENTE CONDUCIDOS, el Estado puede administrar subsidios mejor enfocados y más fácilmente distribuidos. De no hacerlo, serán notoriamente imputables los funcionarios incompetentes, ineptos, o hasta farsantes que no cumplimenten las tramitaciones correspondientes sin justificación irrefutable y expeditamente comprobable.