Nokia evoca a la nostalgia
|El año pasado le salió muy bien: con la presentación de una versión remozada del mítico Nokia 3310, la finlandesa HMD (dueña de la marca Nokia para celulares) logró ser el centro de atención del Congreso Mundial de Móviles . Lo necesitaba: era el relanzamiento de la marca después de la debacle de Microsoft y buscaba la mayor atención posible. Y lo logró con creces: vendió unos 70 millones de teléfonos y 10 millones de smartphones.
En la edición de este año apeló al mismo guión, con otro móvil: el 8110, el teléfono banana con tapa deslizante que usa Neo en The Matrix hace casi dos décadas. Como el del año pasado, no es un smartphone: es un teléfono convencional, aunque éste tiene 4G, Facebook, Twitter, cliente de mail y hasta Google Maps; también puede usarse como hotspot para compartir 4G con otros dispositivos vía Wi-Fi.
Está disponible en un amarillo muy Nokia o en gris oscuro. Saldrá a la venta en abril a 79 euros, un precio que es más para nostálgicos que otra cosa: viene con el juego de la viborita. Un dato al pasar: corre una versión modificada de Firefox OS y tiene una autonomía digna de su estirpe: 25 días en espera.
En lo que refiere a los smartphones, HMD apostó por mantener los conceptos que definió el año pasado: una sociedad con Carl Zeiss, histórico socio de Nokia, para la parte de fotografía, y un Android puro y actualizado (la compañía se vanagloria de haber actualizado todos los equipos a Oreo, antes que la enorme mayoría de los demás fabricantes). Ahora le dio una vuelta de tuerca: tres de los teléfonos que mostró son parte de Android One, el programa de Google que nació a mediados del año pasado y que es una suerte de sucesor de los Nexus: una plataforma de software pura, avalada y gestionada por Google, lo que acelera la disponibilidad de las actualizaciones: en teoría tiene dos años de nuevas versiones aseguradas.
Para Ricardo Sametband, colega de La Nación, bajo su prestigiosa óptica, el tope de línea es el Nokia 8 Sirocco; tiene una pantalla de 5,5 pulgadas Super AMOLED con formato 18:9 (2880 x 1440 pixeles), un Snapdragon 835 -es decir, el tope de línea del año pasado-, 6 GB de RAM, doble cámara trasera con lentes Carl Zeiss (lo que no necesariamente asegura una calidad de imagen superlativa, porque hoy mucho pasa por el software, pero sin duda ayuda) con un sensor principal de 12 megapixeles (con apertura f/1.75) y uno secundario, con zoom 2x, de 13 megapixeles; 128 GB de almacenamiento interno (UFS 2.1), y una batería de 3260 mAh. Tiene también sensor de huellas digitales, un cuerpo hecho en acero y conector USB-C. El equipo es el más caro de la compañía: unos 750 euros cuando esté disponible en abril próximo, un precio que lo ubica en el mismo rango que el Galaxy S9 de Samsung.
Lo sigue el Nokia 7 Plus, un equipo con una pantalla de 6 pulgadas y marcos reducidos, resolución FullHD+, chip Qualcomm Snapdragon 660, 4 o 6 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento, doble cámara trasera con un mismo concepto que el Nokia 8, con una cámara principal de 12 megapixeles (f/1.7) y una cámara secundaria con zoom de dos aumentos, para acercamientos y para lograr efecos de desenfoque del fondo en una foto. El equipo tiene una batería de 3450 mAh, lector de huellas en la espalda y expansión para tarjetas microSD. Apunta a la gama media con un precio de 400 euros, también disponible en abril y con Android One.
Luego llega el caballito de batalla, el Nokia 6 2018: Android One, hecho en un único bloque de aluminio, pantalla de 5,5 pulgadas FullHD, 4 GB de RAM, cámara de 16 megapixeles (f/2.0), batería de 3000 mAh, sensor de huellas digitales y conector USB-C. El precio internacional será de menos de 200 euros.
Al igual que Alcatel en este MWC 2018, HMD presentó un teléfono con Android Go, la versión de Android con la que Google quiere llegar al segmento más económico del mercado; el sistema operativo fue modificado para reducir todo lo que sea posible el impacto que puede tener sobre el procesador, y asegurar un rendimiento decente; Google, además, se ocupa de las actualizaciones. El Nokia 1 tiene un chip Mediatek de 4 núcleos, 1 GB de RAM, 8 GB de almacenamiento, una cámara de 5 megapixeles, batería de 2150 mAh, Android Go 8.1 y un precio de 85 euros.