¿No hay Derechos Humanos para “Los sin techo”?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- “Los sin techo” son personas que pernoctan en lugares públicos, sin contar con infraestructura alguna que pueda ser caracterizada como vivienda, aun precaria. En la actualidad, se estima que hay decenas, y si bien hay paradores y lugares de tránsito donde se les da la chance de higienizarse y contar con una ración de alimento, la mayoría prefiere permanecer en la calle. Quizás lo que falte es un conjunto de leyes que regulen esa “libertad” y favorezcan un proceso de inclusión y restitución de derechos como de obligaciones ciudadanas.

 

Todo indigente que se ve por las calles de nuestra ciudad recibe ayuda de gente generosa de varias iglesias y de ONG’s o simples agrupaciones de personas interesadas en la vida DIGNA de las personas.

Más allá de aportar raciones de comida o infusiones las ocasiones de los encuentros crean diálogos y vínculos, un aporte psicológico tan necesario como los alimentos para los que viven sin afectos y amistades, inmersos en una inquietante declinación psíquica y física de la cual no podemos ser indiferentes frente a esta dura realidad que nos interpreta como seres humanos.

 

Vemos a diario, cotidianamente, gente tirada durmiendo en la calle, con condiciones de higiene mínimas, sin compañía, solas. Pareciera que no existen políticas adecuadas, concernientes en el plano de Desarrollo Humano. En sí, es inhumano que alguien viva en esas condiciones, pero sin embargo, durante décadas y décadas, muchos se llenaron la boca (y el bolsillo) hablando de los  Derechos Humanos.

Podemos ayudar, debemos ayudar. Todos podemos. El Gobierno puede crear una red de ayuda para esa gente y sacarlos de esa situación.

 

Debemos promover que no haya más “sin techo” y el primer paso es reunirse legisladores y ediles para crear normas, leyes, con las cuales las carteras respectivas puedan gestar proyectos y ejecutar concreciones, ligadas a la provisión de espacios adecuados para el tratamiento de la salud de estas personas, búsqueda de recomposición de sus lazos familiares y/o regeneración de sus destinos.

Senadores, diputados, concejales no solo disfrutan de espléndidos salarios y/o condiciones laborales sino que poseen además fondos especiales para contar con asesores/asesoras, muchos de ellos expertos en distintas ramas profesionales.

 

Por consecuencia, sería MUY GRATO, y hasta conmovedor, denotar que en los próximos días, ALGUIEN desde las Cámaras o desde el Honorable Concejo Deliberante, comience a pergeñar ideas, bosquejos, proyectos para atender a esta delicadísima problemática.

Que a ALGUIEN se le caiga una bendita idea de esos brillantes cráneos elegidos por el Pueblo. “Los sin techo” merecen una vida mejor. No podemos hacer como si fueran invisibles.

Foto: Gentileza Fan Page La Otra Paraná.-