“No ganarán, se lo debemos a cada vida perdida”, exclamó Pablo Javkin, el intendente de Rosario
|“No nos pueden ganar. No nos van a ganar. Se lo debemos a cada vida que perdimos, a cada nene que todavía sonríe, a cada madre que sufre, a cada joven que sueña, a cada familia que cuida”, enfatizó el intendente Pablo Javkin en su discurso de apertura de sesiones del Concejo Municipal.
En su alocución hizo puso fuerte énfasis en la problemática de la inseguridad ante la violencia extrema de las narcomafias, las falencias en el servicio penitenciario, la flaqueza del fuero federal y la impunidad de los “home office” desde las cárceles, para reclamar luego 5 mil policías para Rosario y 400 patrulleros.
“No queda más tiempo, en medio de todo esto hay vidas en juego”, advirtió como un ultimátum el jefe comunal. Fue un acto de apertura que contó con la masiva participación de representantes del Poder Judicial provincial, federal, legisladores nacionales y de la Legislatura santafesina.
La presidenta del Palacio Vasallo, María Eugenia Schmuck, recibió con un cálido discurso al intentente. En la colmada tribuna estuvieron el presidente de la Corte Suprema de Santa Fe, Daniel Erbetta, el procurador del máximo tribunal, Jorge Baraguirre, el fiscal general Jorge Baclini, la responsable regional, María Eugenia Iribarren, y los senadores nacionales por Santa Fe, Carolina Losada y Dionisio Scarpin. Además, autoridades empresariales, sociales, vecinales, religiosas de diversos credos, víctimas de la inseguridad, y dirigentes y referentes religiosos. También terapistas del Heca y hasta la abuela de Angel Correa.
Durante una hora, Javkin hizo uso de la palabra con dos segmentos bien diferenciados. Una rendición de cuentas inicial con un balance de gestión, proyectos, obras en ejecución (35 mil millones para el “plan de reconstrucción”), iniciativas en danza, y la creación de una agencia dedicada a abordar el consumo de sustancias problemáticas en todos los distritos.
Pero fue el segundo tramo en el que profundizó su oratoria y quiso dejar un mensaje de unidad ante el avance narco en la búsqueda de paz para los rosarinos. Y sobre el fenómeno de las narcomafias hubo varias consideraciones.
“Tenemos una urgencia, defender a nuestra gente”, marcó a mitad de su alocución el titular del Ejecutivo local e incluyó mapas que reflejaban indicadores de inseguridad en Rosario. Por ejemplo, la descripción donde están alojados los presos de alto perfil que dominan la guerra narco, sobre lo que pidió inhibidores de señal y control estricto de las comunicaciones para que no puedan ordenar más crímenes desde las celdas. Para ello, Javkin reclamó “decisión política” para terminar con lo que denominó el “home office” del delito.
En otro mapa, graficó lo que viene remarcando: 5 puntos de la ciudad equivalente al 13 por ciento del territorio que concentra la mayoría de los hechos que involucran armas de fuego. “Ahí tienen que estar las fuerzas federales actuando. Los delitos que allí suceden son de extrema gravedad, pocas veces hay persecuciones, pocas veces hay detenciones, muchas veces hay muertes. No debería ser tan difícil ganar esos territorios para la gente buena”, exigió.
Trascartón, sobrevino un anuncio que genera expectativa en la reducción del consumo de drogas en Rosario: una agencia local dedicada a prevenir y abordar la problemática; en conjunto con las organizaciones, universidades, y estamentos nacionales y provinciales dedicados a este abordaje.
Estará conectada con los centros de salud municipales y las guardias en salud mental y de adicciones. Funcionará con dispositivos territoriales en los barrios.
Otro de los ejes sobre los que volvió Javkin fue el refuerzo policial en las calles. “Necesitamos al menos 5.000 agentes bien equipados y capacitados, y 400 patrulleros circulando con tecnología para la prevención y la detención. Hoy, estamos muy lejos de ese número, hace falta llegar a él lo antes posible”, reclamó al gobierno de Omar Perotti.
La exigencia fue para que el resto de las acciones se hagan en simultáneo.
“Fortalecimiento de la justicia federal y las fiscalías, el control y la infraestructura de inteligencia en las cárceles para presos de alto perfil, el accionar de la Unidad de Información Financiera en la prevención del lavado de dinero, la investigación de la narcocriminalidad, seguimiento de las armas, supervisión de cargas en las aduanas, la defensa de nuestras fronteras, las rutas y las vías navegables, una fuerte inversión en urbanizaciones y el trabajo social debe ser todo a la vez”, dijo.
Luego, y tras repasar una estructura vetusta y escasa del Poder Judicial en el fuero federal, pidió instrumentar urgentemente el sistema acusatorio penal y una Policía Judicial Provincial con dependencia del poder judicial y a disposición de los fiscales para la investigación de casos, “un punto pendiente de la reforma del Código Procesal Penal en Santa Fe”.
Otro punto que volvió a repasar Javkin es el control todas las vías de acceso a la ciudad. “Necesitamos que se ataquen con urgencia las verdaderas causas del problema narcocriminal. La lucha contra el narco y la mafia requiere, a pesar de las profundísimas diferencias, que nos unamos en serio”, desafió.
Los párrafos de búsqueda emocional estuvieron con una retórica que apeló al prócer Belgrano, intendentes que lo antecedieron (Lamas, Oroño, Culacciatti, Binner) y referentes de la cultura y de la industria, hasta llegar a la explosión de la biotecnología y los astros rosarinos del fúbtol mundial.
“Unirnos para reconstruir la paz. Por eso hoy, la palabra es de todos y le pide al país que no la deje sola. Les pedimos una cosa: que nos ayuden. No nos den la espalda. Rosario, reunida en esta asamblea, sin banderas ni credos, le dice a la Argentina que no se rinda, que dé batalla. Rosario sabe de resistir. Vengan a pelear codo a codo con nosotros, vengan a pelear por nosotros”, enfatizó.
Y luego llegó un momento épico: “Para ganarle a toda esa mugre, hagamos todo lo contrario. Hagamos las cosas como sabemos hacerlas acá. Con empuje, trabajo, alegría, legando apellidos y obras. Lo que está enfrente mata, es capaz de matar pibes. De este lado, tenemos que estar juntos, firmes. Es ahora el momento de salir y cambiar esto para siempre, de quebrar este ciclo violento, este círculo del mal que nos quita nuestra libertad, nuestra forma de encontrarnos con los otros, de sentir el latido de los millones de corazones de la gente buena”, cerró Javkin para vaticinar: “El bien le va a ganar al mal”.