Nicolás Maduro asumió un tercer mandato y la oposición denunció un “golpe de Estado”
|En una Caracas militarizada, Nicolás Maduro juró un nuevo y tercer mandato, que nunca pudo probar haber ganado en las urnas, en el seno de la Asamblea Nacional vallada y militarizada, a donde llegó junto a su esposa Cilia Flores. “Juro por la memoria eterna de Hugo Chávez”, manifestó entre aplausos del régimen.
Poco después de la jura, la coalición representada por Edmundo González Urrutia, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), emitió un comunicado en el que denuncia que “la jura de Nicolás Maduro es un golpe de Estado”. Y anticipó que Urrutia jurará como presidente “hoy o mañana”.
“Con la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro (…) se ha consumado un Golpe de Estado en contra de los derechos del pueblo venezolano”, dice el texto. Y agrega: “Edmundo González Urrutia es quien debe ser juramentado (…) hoy o mañana, pues así lo decidió la mayoría de los venezolanos”.
Versiones que no han podido ser confirmadas independientemente indican que González Urrutia ya está en Venezuela y que habría llegado el jueves de manera clandestina.
Maduro renovó hasta 2031 su periodo de gobierno, en una ceremonia breve que se adelantó por más de una hora frente a la programación prevista, aunque en realidad la jura nunca tuvo un horario definido.
“Juro por Bolívar, por Sucre, por Urdaneta, por Manuela Sáenz, por la memoria eterna de nuestro comandante eterno Hugo Chávez… Lo juro por la historia, lo juro por mi vida”, pronunció Maduro el juramento de toma de posesión del cargo de presidente, frente al titular de la Asamblea, Jorge Rodríguez.
“Ante esta magna Asamblea Nacional, poder legislativo de la republica. Ante visitantes y delegados de 125 países. Ante el pueblo de Venezuela, juro por Guaicaipuro de los pueblos indígenas. Juro por Pedro Camejo, el negro primero, y José Leonardo Chirinos. Juro, por Bolívar, por Sucre, por Urdaneta, por Manuela Sáenz”, comenzó diciendo Maduro con la mano izquierda en alto y la derecha sobre la constitución venezolana.
Y en el tramo de su breve discurso, en el que quiso poner más emoción a la ceremonia, nombró al fundador del movimiento que hoy gobierna a Venezuela.
“Juro por la memoria eterna de nuestro amado jefe comandante Hugo Chávez. Y juro por el histórico, noble, y aguerrido pueblo de Venezuela, ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos. Que haré cumplir todas las obligaciones de la Constitución y las leyes de la república. Y que este nuevo periodo presidencial será el periodo de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia”, recitó Maduro, mientras se escuchaban algunos aplausos de fondo.
“Lo juro por la historia, lo juro por mi vida, y así cumpliré. Y cumpliremos. Lo juro”, concluyó, con tono grave y fervoroso, sus palabras para continuar al frente del régimen chavista como presidente del país caribeño.
Pocos mandatarios lo acompañaron en el acto de investidura. Ni siquiera sus amigos aliados de Colombia, Brasil, Nicaragua y México estuvieron presentes. Sólo se vió a Miguel Díaz Canel junto a su esposa y al nicaragüense Daniel Ortega. También estaba la familia de Hugo Chávez.
Nicolás Maduro junto a su esposa Cilia Flores arribó al céntrico palacio legislativo con alfombra roja, mientras el presidente del parlamento chavista, Jorge Rodríguez daba comienzo a la lectura del acta que lo juramentaba como presidente.
Muy pocos seguidores estuvieron alrededor del palacio legislativo. Las cámaras con imágenes cerradas mostraban a los empleados públicos con camisas rojas, gritando que Maduro era un presidente constitucional.
Una hora antes del comienzo de la jura, el régimen chavista ordenó suspender los vuelos entre Colombia y Venezuela por 72 horas para impedir el tránsito aéreo con motivo de su tercera juramentación presidencial este 10 de enero.
En el poder desde 2013, Maduro propone en el próximo sexenio, una “gran reforma” a la Constitución, que sigue el camino de la aprobación de nuevas leyes que, según expertos, merman las libertades. Promete igualmente recuperación económica, tras pasar buena parte de sus 12 años en el poder en recesión, alta inflación y escasez.
Más de siete millones de venezolanos migraron huyendo de la crisis, según la ONU.
En el horizonte, no obstante, aparecen eventuales nuevas sanciones con la llegada de Trump, que en su primer gobierno impuso un embargo petrolero.