Neurólogos siguen sin ser recibidos por Urribarri y hace un año y medio que no atienden con IOSPER
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El titular de la Asociación Entrerriana de Neurología y Neurocirugía, José Fernández, informó que a pesar de haber solicitado una audiencia con el gobernador Sergio Urribarri en el mes de septiembre, nunca recibieron una respuesta para solucionar las diferencias que impiden que el IOSPER incluya a los neurólogos dentro de su cobertura. “Aparentemente no tiene interés”, lamentó Fernández, pero sostuvo que siguen “abiertos al diálogo” y que ahora esperan que “cambien las autoridades y empezar de nuevo”. ¿Qué dirá el ministro Ramos?
Mientras que la polémica por el cumplimiento o no del convenio se estira y quedan en el medio los pacientes que se ven obligados a pagar altos aranceles por su derecho a la salud. Desde el 6 de julio del 2014 están cortadas las prestaciones.
Concretamente, según recordó el titular de la Asociación, el 6 de julio del año pasado se cortaron los servicios de los neurólogos y neurocirujanos a los afiliados al Iosper por incumplimiento del convenio y la no actualización de los honorarios. La intención de la Asociación es retomar el convenio “porque es un problema, aparte no deja de ser un servicio público, son más más de 300 mil afiliados que no tienen neurología ni neurocirugía”, señaló.
La interrupción de las prestaciones con neurólogos por parte del IOSPER genera no solo desembolsos extras por parte de los pacientes que precisan atender diferentes tratamientos inherentes a trastornos o enfermedades neurológicas, sino también provocan innumerables molestias a la hora de afrontar estudios como resonancias, tomografías, etc.
A simple vista, con el mero hecho de sentarse en el salón de la Obra Social junto a auditorías y/o cajas, uno puede contemplar decenas y decenas de reclamos relativos a una problemática que de no tener coto a la brevedad seguirá ahondándose y no se descarta una catarata de demandas judiciales por los efectos nocivos de esta medida.
Reflexión
Las enfermedades neurológicas son trastornos del cerebro, la médula espinal y los nervios de todo el cuerpo. En conjunto, esos órganos controlan todas las funciones del cuerpo.
Cuando algo funciona mal en alguna parte del sistema nervioso, es posible que tenga dificultad para moverse, hablar, tragar, respirar o aprender. También puede haber problemas con la memoria, los sentidos o el estado de ánimo.
Existen más de 600 enfermedades neurológicas. Los tipos más reconocidos incluyen:
-Enfermedades causadas por genes defectuosos, tales como la enfermedad de Huntington y la distrofia muscular
-Problemas con el desarrollo del sistema nervioso, tales como la espina bífida
-Enfermedades degenerativas, en las cuales las células nerviosas están dañadas o mueren, tales como las enfermedades de Parkinson y Alzheimer
-Enfermedades de los vasos sanguíneos que abastecen el cerebro, tales como los derrames cerebrales
-Lesiones en la médula espinal y el cerebro
-Trastornos convulsivos, tales como la epilepsia
-Cáncer, tales como los tumores cerebrales
-Infecciones, tales como la meningitis.
Sin embargo, pese a que el IOSPER cuenta con médicos auditores que deberían salir a la palestra y admitir el alto grado nocivo de dicha resolución, NADA se explica en forma congruente y solo se cuenta en ventanillas con la esmerada atención de personal que se pone en la piel de los afectados, enfermo directo o sus familiares.
Todo bien en cuanto la concurrencia a consultorios de neurólogos pues se abona el canon, se entrega factura y el paciente o su familia puede concurrir al IOSPER para peticionar el reintegro. A partir de ahí se puede soñar con una devolución al menos para paliar el déficit, aunque todo depende la patología y la buena voluntad de la Obra, como que se aprehenda tal o cual problemática.
El punto en cuestión pasa por los estudios que prescribe el facultativo con su rúbrica y sello, pero cuando uno llega al IOSPER se indica que al continuar cortada la prestación, las planillas deben estar firmadas y selladas por otro profesional con convenio existente.
Es comprensible imaginar la bronca, el enojo palpable, visible, de quienes tienen a sus familiares a horas de realizarse una resonancia, una tomo, un electromiografía, etc, etc… Todo va para atrás y es un volver a empezar continuo.
Ni hablar de lo vinculado a internaciones y operaciones. Peor. Mientras, no hay un parte de prensa, una comunicación oficial, una explicación coherente y oportuna que clarifique todo.
Hemos elogiado al IOSPER en otras Columnas, hoy, imposible… Pero aparte de ello, si el gobernador NO INTERCEDE bien podría hacerlo el ministro de la Cartera, Carlos Ramos. De lo contrario se configura un ABANDONO PALMARIO en esta cuestión.