Nadia Burgos: “Es una vergüenza el aumento que aceptaron los gremios, mientras la devaluación nos come el bolsillo”
|“Este irrisorio 5% tiene que hacerle frente a una devaluación del 22%”, cuestionó la delegada en el Ministerio de Salud, perteneciente a la agrupación Alternativa Estatal (MST- FITU) y aseguró que el incremento que se liquidará con los salarios de agosto “cayó muy mal entre las y los trabajadores”.
“Es una vergüenza el aumento que aceptaron los gremios, mientras la devaluación nos come el bolsillo. Una vez más los trabajadores somos la variable de ajuste”, enfatizó Nadia Burgos respecto al resultado de la paritaria estatal que se desarrolló el miércoles.
“Es cínico que el gobierno y los aplaudidores gremiales expresen una satisfacción ante esta nueva estafa a nuestro salario. Es imperdonable que el Gobierno hable de un aumento salarial anual del 76%, cuando sabemos que los aumentos no son acumulativos y este irrisorio 5% tiene que hacerle frente a una devaluación del 22% en menos de 24 horas. Es decir que cuando impacte el aumento habremos perdido mucho más”, reflexionó.
Y añadió: “Recibimos la noticia cuando estábamos terminando las acciones de lucha en el Ministerio, y cayó muy mal entre las y los trabajadores. Los gremios dicen que el gobierno escucha y dialoga, pero la realidad es que viven en un universo paralelo y además incumple, por ejemplo, con las recategorizaciones que ya tendrían que estar efectivizadas y tenemos que seguir esperando”.
“Hace falta un aumento de emergencia que ponga a los salarios, las jubilaciones y los planes sociales al valor de una canasta familiar. Para esto, hoy más que nunca, es una tarea para enfrentar el ajuste recuperar la democracia sindical y obrera. Que decidan las bases. Hay que construir un sindicato independiente de los gobiernos de turno para que lo que primen sea nuestros derechos y no los acuerdos entre la burocracia y Bordet, accionar que también se evidencia a nivel nacional”, agregó la delegada.
Finalmente, exhortó: “La CGT y la CTA tienen que dejar de dormir la siesta y convocar de manera urgente un paro general en defensa de los salarios y nuestros puestos de trabajo, y para expresar con fuerza que la deuda es con los trabajadores y el pueblo, no con FMI que es el que manda a devaluar”