Nacional B: y Patronato se comió a Unión
|Patronato cosechó en el “15 de Abril” un triunfo inolvidable ante Unión de Santa Fe. El equipo de Ricardo Zielinsky sustentó la victoria en un trabajo defensivo de notable actitud y/o conducta que contuvo toda aspiración de su rival malherido que debió afrontar gran parte del cotejo con un hombre menos. La historia dijo que alguna vez el “Santo” amargó al “Tate” en otro Nacional. El 24 de septiembre quedará grabado a fuego.
Quien apostó por una cosecha tan rica en la previa o era un iluso, o alguien con poderes clarividentes exacerbados. Uno, confiando en el amor propio y talento de los hombres “Rojinegros”, sí podía ilusionarse con obtener un punto ya a ésta altura valiosísimo del reducto santafesino frente a un adversario que llegaba con tres partidos invicto y aspirando a trepar a la punta.
Bastó con una labor quijotesca de los zagueros, la inspiración de Echagüe para ser el motor esencial en la zona media e ir y venir de campo a campo con una entrega maravillosa y el saber dominar una altísima carga emotiva Jara para resolver esa gran ocasión de gozar un penal temprano y convertirlo en gol.
Unión mereció otra suerte, es verdad, porque fue el que más batalló pero se encontró con una muralla y contra su propia inoperancia que se le volvió en contra.
Patronato planteó y ejecutó de modo admirable el desarrollo del juego, esencialmente en lo que atañe a confundir y emboscar al oponente con un entramado defensivo inteligente y activo al 100 %.
Tal vez le faltó sacarse de encima la ansiedad de mitad de cancha para adelante. Mejor dicho, salvo Echagüe o Devallis, el resto fue un manojo de nervios pero aún así, se consumó una gesta difícil de olvidar por la trascendencia de obtener tres puntos fundamentales en la lucha por el “Promiedo”.
Crónica de una noche especial
Patronato arrancó luciendo una ambición que en cierta forma sorprendió a Kudelka y sus dirigidos pero esa voracidad duró poco pues los forasteros se toparon con un rival que supo hacer valer la localía y tirar progresivamente en cancha una propuesta futbolística más atildada buscando esencialmente al paranaense Montero.
Se dio cuenta la visita entonces, que el negocio era afianzarse en su zona y apostar a la respuesta rápida mediante dos lanzadores de excepción como Devallis y Echagüe, virtuosos e inteligentes, como “CERO” egoísmo.
La primera media hora reflejará poco y nada ante los marcos con un “Ping-pong” que paradójicamente arrojó tres acciones con algo de peligrosidad frente al marco del debutante Ignacio Arce (el titular Pablo Limia no logró reponerse de una severa descompostura estomacal), contra solo dos que no le ocasionaron zozobra a un Bértoli híper atento y que estaba cómodo con su “nueva” defensa.
Más allá de ese predominio de situaciones ofensivas a favor del “Santo” entrerriano, había una marcada posesión mayor de los “Tatengues”, pero si bien Kudelka se esperanzaba en lo que lograse fabricar el dúo Rosales-Montero, no había profundidad en los avances “Rojiblancos” y así todo se desvanecía estérilmente cuando cada proyección local se topaba con una muy segura línea defensiva donde Fayart y Flotta lucían eficaces, aguerridos, bravos, secundados por el esfuerzo enorme de sus laderos Soto y Mansilla.
El último cuarto de hora, tuvo la circunstancia que varió el trámite de modo rotundo. Había avisado Patronato mediante una combinación Jara-Devallis a los 33 y 10 minutos luego, Echagüe le cedió una pelota magistral a Jara quien no logró definir letalmente por abrirse demasiado ante el eficaz achique del guardavalla paranaense, pero Baumann, sagaz, sí pudo rematar dando el balón en la mano de Gaitán. Penal y expulsión. Mutando el sistema del DT local de un 4-3-1-2 a un 3-3-1-2 y posteriormente a un 3-3-3.
Fue Jara a efectivizar la pena máxima que tradujo en gol enmudeciendo el mítico estadio de “La Invencible”. Uno a cero Patronato. Increíble.
Ya en tiempo prolongado, a los 47, Bértoli dijo “si mis compañeros andan bárbaro yo no puedo fallar…” y el extraordinario guardameta ahogó un grito de gol “Tate” tras cabezazo formidable de Correa.
Finalmente, la multitudinaria concurrencia casi mata a uno de los asistentes por invalidar una acción de Maidana por off side quien pese a la bandera en alto anotó el empate para caldear el ambiente.
El elenco local se fue con uno menos, soportó una amarilla por protestar a Rosales y expulsó a Kudelka por la misma razón. Unión se iba con un golpe duro a vestuarios.
Saber que se puede… (aguantar)
Del recreo largo volvieron uno desesperado y el otro astuto al 100 %. Unión fue un manojo de tensión, de ansiedad, por equilibrar la contienda. Pero dicha apetencia le jugó en contra respecto al riesgo del contragolpe entrerriano.
El partido creció en emotividad. Uno que buscaba, otro que aguantaba. Y en dicha fórmula preocupaba ver a Patronato tan replegado, desperdiciando los espacios dejados por el dueño de casa.
La diferencia pasaba por el hombre de mas que disfrutaban los del “Ruso” Zielinsky.
En media hora computamos cinco ataques temibles unionistas con Zarate y Pirchio de puntales, contra solo dos de los forasteros con el binomio Devallis/Echagüe y jara de protagonistas principales.
No puede negarse… Unión hacía más por el empate, que Patronato por aumentar el margen, no obstante, la entereza defensiva “Santa” mantenía el derecho o acreencia a conservar la hegemonía, en especial por las sólidas labores de los centrales y de un Bértoli ultra concentrado.
Claro que con el correr del reloj, Unión perdió toda compostura y Patronato halló las oportunidades para liquidarlo. Así, entre el minuto 34 y el 43 contabilizamos exactamente tres situaciones favorables a los de Paraná contra solo una de Unión con Jara y Cravero de primeros actores en el conjunto de Entre Ríos y solo Zarate por el de Santa Fe.
Hasta que, otro pase endiablado desde la zona media, habilitando a Jara causó que a los 44 el concordiense vuelva a quedarse sin ángulo ideal pero aparezca en ésta caso Sánchez Sotelo para convertir la segunda conquista y provocar que la mayor parte de los presentes comiencen a retirarse frustrados. Dos a cero Patrontao y solo hubo que esperar los 5 extras dados por el juez (¿por qué tantos?…) para dar rienda suelta a toda la euforia contenida.
Fin y sano festejo de “Patringa” ante un sorprendente aplauso de la mayoría de los espectadores que por un lado reconocían el triunfo visitante y por el otro valoraban las buenas intenciones de sus representantes.
Debut adverso del Patrón Bermúdez
Instituto de Córdoba derrotó a Defensa y Justicia por 2-0, de local, y frustró el debut del colombiano Jorge Patrón Bermúdez como técnico en el fútbol argentino, en el marco de la 8ª fecha de la Primera B Nacional.
Los delanteros Ramón Ávla y Ramón Lentini, al final de cada tiempo, respectivamente, sellaron la segunda victoria consecutiva como local del equipo del ex colaborador de Marcelo Bielsa, Claudio Vivas.
Con el triunfo, Instituto se prendió definitivamente en la lucha por la punta, al quedar como transitorio escolta del líder San Martín de San Juan (14) con trece unidades.
El ahora equipo de Bermúdez, ex multicampeón con Boca Juniors en el inicio de la década del 2000, soportó la tercera derrota al hilo como visitante y permanece con ocho puntos.