Nacional B: Patronato y un punto que vale oro
|ANTICIPO.- Si hay algo que está claro en el futuro de Patronato es el valor de cada punto logrado fuera de casa, como la trascendencia de ganar todo lo que juegue en su feudo. Con esa consigna, se evitará sufrir en cuanto al “Promiedo” del Descenso. Y éste jueves cosechó en La Docta un empate que lo incentiva. Instituto no pudo con el Santo y todo quedó bajo cero en Alta Córdoba.
Arrancaron ambos respetándose en demasía y así del primer cuarto de hora solo pudo sacarse en limpio frente a los marcos un tiro de Lima que no causó severa preocupación.
Cumpliéndose la media hora el desarrollo en la gélida noche cordobesa registró dos acciones de peligro gestadas ante las vallas. Un remate de Espínola apenas desviado y un centro de Canever que capitalizó de cabeza Lentini para hacer lucir a Bértoli.
Minutos luego, llegaría la pésima noticia para “La Gloria”: Furios volvió a lesionarse en el tobillo izquierdo y dio paso a Lencinas. Esto shockeó al local que pasó a ser dominado territorialmente por el orden táctico entrerriano.
Si bien el Santo era más, ello no se cristalizaba ante los tres palos custodiados por Carranza quien a los 35 debió esforzarse para evitar un cabezazo defectuoso de Lencinas que mandaba el balón con trayectoria de red.
En los minutos finales, Zapata probó desde afuera pero Bértoli estaba como un Boy Scout: siempre listo, para conjurar toda acción que conlleve “aroma a gol” contra sus tres palos.
La primera etapa se fue con un ping.pong parejo de situaciones ofensivas, pero con un Patronato mejor parado en un terreno de juego de piso irregular.
Desde los vestuarios no hubo variables elocuentes en cuanto a rendimiento de uno y otro. Y los simpatizantes del Albirrojo incrementaron su impaciencia viendo como sus hombres chocaban con el dispositivo de contención paranaense.
Ni siquiera las modificaciones introducidas por Vivas variaron la historia.
Y entrando en los minutos de cierre, tuvo la chance Patronato de crear un incendio, cuando Herrera, solo, remató sin la puntería indispensable ante la mirada de un vencido Carranza.
Lo subsiguiente fue ver un Instituto a la carga barraca, desordenado, tan anárquico como impotente, y un adversario compacto, con un libreto tan simple como prolijo.
Fue empate, dio la impresión que pudo ser victoria del ascendido. AMPLIAREMOS.-