Nacional B: Patronato quiere ser protagonista
|Lo de Patronato es básicamente auspicioso. Ganó el primero en su casa ante un histórico como Belgrano de Córdoba, y ahora en la Docta rescató un punto de trascendencia frente a otro “grande” de la categoría como Instituto. El Santo no tuvo un juego tan vistoso como el domingo, pero cumplió un libreto con creces. La base está. La estructura da apariencias de ser fuerte.
El empate fue justo, aunque en el devenir del trámite, con tanto nervio, con una ansiedad que lo asfixia, Instituto dejó brechas para el desnivel y en ésta ocasión al Rojinegro le faltó dar ese golpe de nocaut que supo asestarle al Pirata en el Grella.
Digamos que en ésta oportunidad, sobre la pericia, sobre la técnica, Patronato opuso un enorme sacrificio y suma astucia para aprovechar la tensión con tonada, volviendo así de tierras mediterráneas con un puntito de oro.
El planteo propuesto por Zielinsky fue solidificar su extrema línea, y poner celo en el medio. Para ello dispuso una formación que aseguró equilibrio entre zaga y la zona central, y con ese esquema contuvo las apetencias desordenadas de un Instituto al que le está costando la presión que se le tira desde afuera, como logró ejercitar estocadas de contragolpe tal cual el libreto lo establecía.
Los paranaenses han mejorado ostensiblemente respecto a los ensayos de pretemporada y un aspecto que nos preocupaba ha tenido en los dos primer cotejos del certamen positiva resolución: las pelotas cruzadas no generan daño, sencillamente porque la zaga está compensada y el arquero sabe ordenarla para que no solo ejecute la tarea de “limpieza” sino de construcción de las respuestas ofensivas.
Y en medio de un trámite técnico discreto, con uno que quería pero peleaba contra su inoperancia y la solvencia del oponente, y un adversario que era expeditivo pero al que le costaba afianzarse como dominador, el 0 a 0 fue bastante ecuánime si nos atenemos a las acciones de mayor riesgo frente a los marcos, computando un 3-3 inapelable que se puede constatar en la “repe” por la tele.
Se fueron a los vestuarios uno preocupadísimo por la baja de Furios y por la escasez de ideas para sortear el obstáculo montado por la visita.
Otro estimulado porque luce bien parado. Obviamente restan detalles por ajustar en la faz creatividad especialmente, pero hay una actitud elogiable, un carácter de grupo que se va forjando y un estilo que empieza a dar signos de sello distintivo.
En el complemento nada cambió. Uno angustiado, el otro firme y jugando con esa inquietud de adentro y la impaciencia de afuera.
De la mano de Zapata “La Gloria” trató, quiso, intentó pero no logró variar la historia. Pintó para dominar pero casi termina dominado.
Uno por uno
Sebastián Bértoli (8): Sebastián tuvo poco trabajo de real peligro, pero en las situaciones más claras de los Albirrojos demostró toda su jerarquía. Aparte, ha crecido notoriamente en cuanto al timming en las salidas para cortar o bajar centros o pelotazos cruzados. De igual modo, sigue gestando contragolpes.
Gabriel Graciani (7): es un nuevo Gaby. Más compenetrado en marcar que en subir y eso le está saliendo bien.
Julio Moreyra (8): infranqueable. Caudillo total y salida clara.
Fernando Fayart (7): un punto más abajo que el Indio pero de igual manera se está armando una dupla que puede dar que hablar y muy bien por cierto.
Mauricio Mansilla (7): a diferencia de Graciani, es el lateral defensivo que más sube y desnivela. En su rol de cerrar el andarivel también cumple con eficacia.
Emanuel Urresti (5): regular. No mal. Regular. Le faltó aportar su creatividad. Espíritu de colaboración tuvo. Sin dudas, pero le faltó la cuota de brillo técnico con la pelota en sus pies.
Marcelo Guzmán (6): lo mejor en la zona central. Contención, quite y hasta se proyectó incisivamente.
Gabriel Roth (5): colaboró en la contención con una actitud elogiable, sin embargo lució poco claro a la hora de manejar el esférico.
Fabián Espínola (5): otro que estuvo peleado con la pelota no destacándose en lo mejor que sabe. No es mas baja la puntuación porque se la re bancó en la lucha.
Juan Ignacio Sánchez Sotelo (4): lo más flojo. Inexpresivo. Sorprendió su bajo nivel y participación.
Diego Jara (5): si de correr se trata merece un aplauso, pero le faltó ese toque sutil de astucia que lo caracteriza.