Nacional B: Patronato pinta…
|Patronato hundió a Chacarita. En el “Presbítero Bartolomé Grella” el equipo de Zielinski reaccionó a tiempo y dio vuelta un trámite desfavorable. Gutiérrez se anotó de nuevo en el tanteador. Jara volvió a gritar y Roth reapareció de modo glorioso. En el último cuarto de hora los anfitriones plasmaron una producción espectacular ante diez mil aficionados que se fueron ilusionados de la “Comarca Rojinegra”.
Patronato volvió a dejar todo. Expuso su mayor grado de actitud para sobreponerse a la adversidad de ir cayendo por 1 a 0, regó la cancha de temperamento, fervor, entrega inclaudicable y cuando esos valores psicofísicos ya no bastaban apareció el flujo futbolístico que tanto esperábamos de la mano del “Chino” Urresti y de Gabriel Roth que volvió iluminado.
Y el hincha apreció la conducta de sus representantes. Supo ver que los jugadores se estaban matando ante un rival que marcó el gol previo pase a vestuarios y salió a jugar el 2° tiempo con un planteo ultra mezquino, propio de quien reconoce la superioridad de su rival.
Hubo una lectura sana de los espectadores. Ni un grito en contra, más bien primero algo de silencio, rumores de ansiedad y luego todos gritando al unísono haciendo fuerzas para que el equipo “Santo” pueda torcer la tendencia desfavorable.
Y en el “Todos Unidos Triunfaremos”, en esa buena onda tirada de afuera hacia adentro que incluyó el poner una estatuilla del Gauchito Gil atrás de uno de los arcos, estuvo la clave para que el elenco de Paraná logre descomprimirse, sacarse toda la angustia, dejar el vértigo y jugar con mayor claridad, sin tanta presión.
Por eso es que como hacía mucho, el plantel se quedó varios minutos en el campo, reacostumbrándose a eso de ser aplaudido.
Crónica de un volver a empezar…
Patronato arrancó cual torbellino. Intensidad al máximo tratando de llevarse por delante a un Chacarita francamente decidido a jugar con los nervios de su oponente y resuelto a esperar agazapado para dar el zarpazo “a traición”.
Nadie puede discutir el empeño de los hombres de Zielinski. Sobró garra para contener al rival y recuperar el balón pero luego, si bien había creación, se volvía a fracasar en la definición.
Así frente al marco “Funebrero” pudimos contabilizar no menos de cinco situaciones propicias de anotar (entre ellas un gol anulado a Gutiérrez por “mano” del atacante), pero no… Una vez más, las ocasiones se desperdiciaron y en esas sanas intenciones o pretensiones, se dejaban espacios a explotar por el oponente. Por eso es que no extrañó que sobre el fin de la primera etapa Alba mande el esférico a besar la red con un remate -tras asistencia de Villegas- que ingresó junto al palo izquierdo de la valla de Bértoli.
Mérito del ex artillero de Unión de Mar del Plata y cierto desajuste entre Soto y Moreyra a la postre fatal.
Y Zielinski se decidió en el segundo período. Dijo “éste es el momento..” y mandó a Roth a la cancha pasando como eje central a “Pipo” Echagüe con un sistema de 4-3-1-2. La modificación inicialmente no varió esa propensión a los pelotazos y centros, lo cual facilitó las cosas a Tauber para afirmarse en una función impecable de bajar cada envío.
El DT del local hurgó otra vez en el banco y mandó a Baumann por Espínola. Su colega fortalecía la extrema línea defensiva y sacrificaba a un medio por un zaguero.
A ésta altura Patronato merecía como mínimo empatar. En media hora se habían registrado tres situaciones con aroma a gol frente a Tauber más un gol anulado a Gutiérrez por off side y Bértoli solo tuvo que intervenir con drasticidad en una maniobra fabricada por Alba.
Y la justicia llegó cuando se juntaron Roth y Urresti, como capitalizando Jara un rebote y mandando el balón a la red contra el vertical derecho de la valla “Tricolor”. 36 minutos. Uno a uno y se descomprimía el “Grella”.
A partir de allí Urresti tomó el liderazgo y se encargó de alimentar a sus compañeros, por ejemplo a Gutiérrez quien a los 43 minutos concretó el desequilibrio haciendo estallar el estadio al mandar la pelota a anidarse en la red junto al parante izquierdo del arco custodiado por Tauber.
Dos a uno Patrón. Locura total en Villa Sarmiento y el Tiro. Pero aún quedaba más: el premio al retorno de Roth quien demostró cuan trascendente despidiendo un remate casi pisando el área, cuya trayectoria culminó con la pelota ingresando al arco cerca del vértice izquierdo. Golazo y celebración descomunal, interminable.
Ganó Patronato y anotando tres goles. Misión más que cumplida. Ahora a no dormirse en los laureles y con humilde serenidad emprender una semana de trabajo armónica y esperando su DT contar con todos los jugadores, factor vital para seguir creciendo.