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Nacional B: Patronato ganó…Vale

Uno viene escuchando cada cosa…Hay tantos especialistas! Hay tantos opinólogos con la “precisa”! Al parecer no basta con ganar dos al hilo, con no recibir goles en dos jornadas sucesivas, con progresivamente alejarse del riesgo de sufrir en demasía con los Promedios. Resulta que Patronato se impuso a la CAI por 1 a 0 pero no alcanza. Hay gente que necesita las tres G para sentir satisfacción. Mientras, el “Santo” suma y refuerza su estado de ánimo.

Ganar…Gustar…Golear… Esa es la única que pone feliz a algunos que asisten al “Grella” sea para presenciar un espectáculo futbolístico o para analizar desde otra posición la PRIMERA temporada de Patronato en el Nacional B, cumplidas éste domingo recién nueve fechas.

Y sí… Patronato no jugó bárbaro ante los chubutenses. Digamos que costó demasiado entrarle a la CAI que llegó a Paraná con el objetivo primario de no perder y apostar a la especulación para ver si lograban llevarse algo más que un empate.

Los de Zielinsky plasmaron un eficaz papel defensivo (con Bértoli y Flotta de estandartes) y tuvieron producciones de mitad de cancha para arriba (Urresti y Jara) que producen una cuota extra de ilusión.

O también cumplieron solidaria gestión Soto, Fayart, Devallis y Herrera, cada uno en lo suyo.

Claro que hubo algunos rendimientos por debajo de lo esperado: Mansilla en el andarivel izquierdo de la zaga, Echagüe incomodísimo de “5”, Espínola dando la impresión de estar “atado”, y Bauman sin la explosión esperada adelante.

Estos cortocircuitos en las conexiones, sumado al planteo mezquino de la Comisión de Actividades Infantiles, produjo que salga un juego realmente opaco donde pese a ese rótulo fue el “Santo” quien concretó todo el gasto e intentó permanentemente ir al frente en un duelo que se podrían denominar “de 6 puntos” pues los dos son parte trascendente de la discusión por no descender.

Crónica de una Misión Cumplida

Los del Flaco Vivaldo arrancaron con tres en el fondo que en realidad mutaron a cinco con dos hombres del quinteto central preestablecido, y arriba dos “carroñeros” (Banegas y Romero) a ver qué provecho podían sacar de cualquier vicisitud a exponer por la última línea local.

Estaba clarísima la propuesta: jugar con la ansiedad del dueño de casa.

Y a Patronato le costó hallar la llave para abrir semejante portón de la fortaleza sureña.

Fue Emanuel Urresti quien tomó la bandera en cuanto al enroque de estar como doble 5 pero mostrarse como salida permanente, no obstante faltó proyección de sus compañeros y así se dio un choque permanente del “Chino” con la muralla austral.

Surgieron visos de nervios en los locales cuando no podían llegar bien arriba, pero la irrupción de Devallis le quitó peso a Urresti al mismo tiempo que se fue soltando Jara para inquietar.

Precisamente el concordiense fue quien -pisando la media hora-, luego de dos situaciones netamente propicias de anotar, logró capitalizar un pase extraordinario de Maxi Flotta y en la tercera chance ante el marco de Burtovoy desequilibrar el marcador, dándole más tranquilidad a sus compañeros con el 1-0 a favor.

Es justo aclarar: hasta ese momento, el ping-pong de escenas de peligro daba un 3-1 a favor de los dueños de casa. El detalle: un cabezazo de Fayart tras córner ejecutado por Espínola.

Combinación Vidal-Villalba y las dos maniobras con “La Joya” de actor principal, la primera con cesión impecable de Devallis y la segunda con habilitación de Espínola.

La etapa se iría con tres sofocones para los zagueros del equipo entrerriano, de los cuales uno sí causó angustia pero allí estuvo Bértoli para conjurar un remate de Malcorra. Antes, Benegas y Villalba patearon horrible.

Mientras, Jara tuvo otra oportunidad. Devallis lo asistió pero el guardavallas ahogó el grito de gol inminente.

Temprano refugio

Patronato confundió en el complemento los roles. Apostó a la inseguridad de concederle más tiempo a la CAI con la posesión del esférico y se replegó con un celo harto elocuente, lo cual animó a la visita a excursionar con mayor asiduidad el campo “Santo”.

Estaba clarísimo que la visita al adelantarse creaba espacios, pero el anfitrión no los aprovechaba. Era un consecutivo prestarse el balón para atacarse y ni uno ni otro tenían la profundidad suficiente.

Ambos entrenadores apelaron a los bancos. Vivaldo sustituyendo un volante por un delantero; Zielinsky atacante por atacante.

Y en ese cambio x cambio se vio la misma cantidad de ofensivas por uno y otro bando. Un disparo de Benegas, desviado; un tiro de Jara, Burtovoy otra vez Súper Héroe.

Claro que, dentro de ese balance de instancias, hubo otro par de subidas visitantes que despertaron el alerta en el DT de Patronato, quien puso a Márquez para frenar a Dedyn en sus subidas y contar con más oxígeno en la zona media, relevando a Devallis por Leo Ferrero y soltando un tanto más a Urresti.

Mejor se mostró la CAI con el ingreso de Nicolás Bubas por Diego Romero. De hecho que en la primera que tocó, a los 23’, Bubas metió un centro y Benegas, en posición adelantada no advertida por el línea, estrelló un cabezazo en el palo. Un minuto más tarde, el propio Bubas sacó un testazo que besó el poste.

Los minutos fueron pasando y ni la CAI gestó lo suficiente para ser acreedor del empate, ni Patronato se atrevió a rematar la contienda, luciendo poco vistoso, pero sí muy solvente, compacto, consistente para evitar que le quiten tan valiosos tres puntos.

Ganó Patronato. Sin gustar. Pero vale. Este era el objetivo; lo demás, ya va a venir. Hay que apostar a la esperanza.