Nacional B: Baliño arruinó la fiesta
|Patronato ganaba bien hasta compitiendo en igualdad numérica, pero el Bombero Baliño irrumpió en escena y cambió la historia, primero sancionando un penal inexistente para Central, luego perdiendo autoridad por completo y le puso la cereza al postre regalándole a Patronato el empate. Fue 2-2 en el “Grella”. El “Canalla” terminó con 2 hombres menos. El “Santo” mereció más. El Operativo de Seguridad falló y hubo serios incidentes.
Estaba planeada una fiesta, pero entre el nefasto juez Jorge Baliño, la estupidez de Javier Toledo en festejar el gol con los hinchas infiltrados, la falta de previsión como reacción oportuna y drástica en el operativo policial y el comportamiento demencial de un puñado de ¿”hinchas”? que se exacerbaron al límite de la pasión para pasar a ser simples bárbaros, inadaptados (léase también infractores de la Ley), todo terminó en un accidentado partido que tuvo por saldo un empate en dos goles por bando.
Lo del árbitro merece una evaluación profunda de AFA pues evidentemente Baliño perjudicó el espectáculo en todo sentido.
Lo del jugador merecería una actuación de oficio del Tribunal Disciplinario de AFA pues, él sabía que no podían haber hinchas visitantes y fue hacia donde estaban especialmente un par de miembros de la Barra. Si él se iba para otro lado pasaba desapercibido. Pero no… Fue demagógico, o hasta tal vez, el muchacho tenga una relación especial con los Barras.
Lo del operativo puede atenuarse por la inexperiencia en cierta forma comprensible que dejó brechas para lo coyuntural.
Lo de esos 5 a 10 violentos que no pararon NUNCA de provocar a los policías fue preocupante, primero porque esos muchachos seguramente ni socios son, y si tanto les gusta el fútbol como “aman” a su equipo deberían haber apreciado el partido, no estar constantemente desafiando al personal uniformado.
Más aberrante aún…la demente actitud de tirarle pirotecnia a la policía. Quedó en claro, y esto debería evaluarlo la dirigencia “Rojinegra” que entre los muchísimos BUENOS HINCHAS, hay algunos que están dispuesto a TODO, con tal de imponer la ley de la prepotencia, de la agresividad más todos los flagelos que trae aparejado en el tristemente célebre accionar de las Barras Bravas.
Pese a todo, el verdadero simpatizante, el socio, el aficionado al que le gusta el fútbol sea cual fuere la casaca, se fue conforme del “Grella”.
Es que el equipo del Ruso Zielinsky se sacó otro aprobado y tuvo momentos en los que su rendimiento mereció un muy bueno y hasta pudo llegar a merecer un distinguido de no ser por la falta de contundencia o la brillante gestión del arquero visitante Jorge Broun.
Fue 2 a 2 en el estadio de Villa Sarmiento y el Tiro Federal. Pero fue elocuente el perjuicio provocado por el pésimo árbitro.
Moralejas: a) será difícil aspirar a estar arriba con éstos arbitrajes decididamente mal intencionados (no es novedad aunque no creíamos que fuera tan elocuente…);
b) la Policía deberá madurar de golpe si no quiere que la próxima vez todo termine en una tragedia;
c) la dirigencia de Patronato también deberá reflexionar en conjunto con las altas esferas policiales para diagramar operativos más rígidos;
d) la directiva de Patronato deberá reunirse con los VERDADEROS HINCHAS, esos que colaboran activamente con el club y JAMAS le harían daño al equipo con sus comportamientos, para ajustar detalles en cuanto a “Derecho de Admisión”;
e) Zielinsky tendrá que aceitar mecanismos defensivos y buscar la fórmula ideal para que sus hombres definan con mayor contundencia.
Dicen que la EXPERIENCIA ES LA MADRE DE LA CIENCIA… Coincidimos, gran parte de lo sucedido es por la inexperiencia de TODOS, y hasta nos incluimos nosotros. Tenemos que aprender rápido de éstos golpes. De lo contrario nos encontraremos con situaciones mas graves fuera de la cancha y con dificultades respecto al Promedio por resignar tantos puntos en feudo propio.
Crónica de un robo…
El esquema preestablecido por el “Ruso” Zielinsky daba sus frutos en el arranque. Dominaba Patronato claro, pese a los buenos propósitos “Canallas”. Un esquema 4-4-1-1 que solo reflejaba algunas descompensaciones del medio para atrás, en especial, un par de desinteligencias o concesiones entre contención y zaga central.
En cambio de mitad para arriba, el “Santo” lucía codicioso e incisivo.
Cuando Guzmán le agarró la mano a la zona de contención y tuvo apoyo recio de Andrade como dinámico de Graciani y Mansilla, más el trajinar incansable de Echagüe, el local emboscó a un Central dedicado a aguantar y a sorprender esporádicamente con avances veloces que culminaron con tiros externos encontrando siempre bien parado a Bértoli.
Paulatinamente, Devallis se erigió en protagonista y a la virtud innata le agregó una enorme actitud para ponerse el equipo al hombro con la complicidad de Echagüe, y conformar un rombo o rectángulo de funcionamiento sincronizado con Diego Jara y Gabriel Roth quienes no se pararon adelante y esperaron que lleguen las pelotas sino que de modo constante se mostraron solidarios e híper activos para contribuir en la recuperación.
De ésta manera no sorprendió que rápido el excelente guardameta Broun pase sofocones.
En 2 minutos de juego, dos situaciones gestadas por Diego Jara. La primera desbordando por derecha y enviando centro rasante que no logró capitalizar Roth, sucesivamente, en menos de 20 segundos cedió Echagüe para el concordiense y la “Joya” despidió un remate que salió besando el vertical izquierdo de la valla de Rosario.
La primera llegada visitante fue los 4’46”. Figueroa por el centro, habilitó a Toledo quien a 30 metros despidió un tiro que salió haciendo chispas en el vertical izquierdo de la valla de Bértoli.
A los 6’18” Devallis tiro libre desde la izquierda, cabezazo de Jara y el esférico salió acariciando el horizontal.
Poco a poco Central comenzó a dar síntomas de impotencia. A los 12’ fue amonestado José Schaffer por casi matar a Jara y paradójicamente, de tanta torpeza, terminó lesionado siendo reemplazado por el uruguayo Sergio Rodríguez.
Sobre los 15 cargó fuerte Marcelo Guzmán -pero sin mala intención- sobre el Kily González y el volante local también fue amonestado.
Rosario continuaba intentando desde afuera y larga distancia pero sin eficacia. Es que la custodia anfitriona, escalonada, no dejaba espacios para que se muevan cómodos Figueroa y Toledo. Ante los estériles avances “Auriazules” Patronato quedaba listo para el contragolpe.
Transcurrían 19 minutos cuando Andrade, en una de sus guapeadas descomunales, le quitó la pelota a Figueroa. Tomó la bola Guzmán quien habilitó a Jara. Desbordó el concordiense por derecha y fusiló, saliendo el esférico junto al vertical.
Un minuto después, se pasó el “Negro” Andrade de revoluciones y fue correctamente amonestado por talar al “Kily” González.
El reloj marcaba 22 minutos cuando Bértoli tuvo que actuar con su habitual seguridad: después de dos tiros de esquina, Sariff hizo lucir abajo -junto al parante derecho- al arquero, con un remate desde la izquierda, cerca del vértice del área.
El que zafó a una amarilla a los 26 fue Jara. De manera innecesaria fue muy fuerte a pelear una pelota aérea, cuando no llegaba el concordiense, y el impacto fue terrible sobre Braghieri. Baliño le perdonó la vida. Merecía un acrílico anaranjado.
No tuvo esa suerte Cristian González, quien a los 28 fue amonestado por ir directamente al hombre sobre Roth.
Hablando del delantero, iban 34’ 50” cuando se dio la combinación Roth-Jara-Roth y el 9 acaricia la pelota sometiendo al arquero. Golazo. Todo arrancó con un pase de pecho de Echagüe a Devallis, éste para Roth quien corre por derecha y se encuentra con el concordiense para iniciar ese “tomala vos, damela a mí…” espectacular que terminó con un gol fantástico.
Desde la 1ª fecha, a los 43 del segundo tiempo del match ante Belgrano que Patronato, no marcaba goles, así que imagínense la algarabía del pueblo entrerriano.
Todo se encaminaba a un 1-0 ajustado pero más que justo a favor del dueño de casa cuando a los 47 Baliño consideró que Andrade le cometió penal a Toledo. Primero que por su ubicación era imposible observar algún tipo de toque del defensor “Santo”, segundo que inicialmente el delantero “Canalla” se tiró y en plena caída, sí, es verdad, hay un toque con la pierna izquierda del jugador paranaense. Pero, repetimos, todo se inicia con una zambullida del futbolista rosarino y ese pequeño contacto abajo era imposible que Baliño desde su ubicación lo viera pues ni siquiera por la tele, repitiendo la jugada una y otra vez, se observa con claridad el choque entre la pierna de Andrade y la humanidad de Toledo que ya antes venía simulando la falta y cayendo.
El reloj decía que iban 48’ 25” cuando Toledo con pierna izquierda, pateó al medio cuando Bértoli eligió su izquierda. Gol, 1 a 1, y dedicatoria del artillero a sus hinchas infiltrados en el “Grella”. Comienzo de incidentes, sofocados a medias con la Policía separando inicialmente a los rosarinos con un vallado de uniformados.
Más allá del error de Baliño, increíble como Fayart perdió ese cabezazo con Figueroa.
Otra reflexión: ¿Baliño no debió expulsar a Andrade?. ¿No era -por su sanción- una acción para amonestar o hasta expulsar? No lo aseveramos, lo preguntamos.
En el arranque del segundo tiempo Patronato siguió siendo el común dominador de las acciones, mostrándose con otro grado de participación Espínola.
Justamente, un quite del volante terminó en un envío al área que culminó con una mano de Rodríguez que Baliño omitió, perdiendo evidentemente en ese momento la visión de Clark Kent que si tuvo para el penal inventado sancionado en perjuicio de Patronato.
Pisando el cuarto de hora, Clark Kent Baliño (o El Bombero) tampoco tuvo su visión de Superman cuando Toledo casi le arranca la cabeza a Andrade con un codazo y ahí saltó de nuevo la popular que da a calle Grella.
Durante casi 10 minutos las refriegas entre “¿hinchas?” y Policía fueron gravísimas, por la virulencia de las actitudes de los agresores y la represión indefectible de un personal uniformado que, entendemos, demoró demasiada su intervención decidida para retirar a los más exaltados a quienes se podía individualizar con un sencillo dispositivo de Inteligencia que al parecer, no se cumplimentó con la necesaria eficacia para PREVENIR y no REPRIMIR.
Luego de intercambio de proyectiles balas de goma y gases vs. pirotecnia, INDISCRIMIDADA de ambas partes, se reanudó la brega.
Se habían cumplido 22’ cuando Chitzoff entró por Rivero en Rosario. Un cambio raro pues Rivero había sido uno de los que más desequilibrio procuró en la zona central.
Sobre la media hora Baliño mandó a las duchas a Diego González por doble amarilla al interrumpir el “Pulpo” con uno de sus tentáculos (perdón, con la mano…) un pelotazo que iba para Jara.
Patronato acechaba, insinuaba, pero no definía, primero por defecto propio, segundo porque Broun se erigía en muralla inexpugnable.
Merlo estaba conforme con el empate y a los 34 minutos mandó a Jonathan Gómez (mediocampista) por Toledo.
Central firmaba el empate y el equipo de Paraná chocaba con su falta de contundencia, con sus nervios, su ansiedad y contra un guardavalla segurísimo más una zaga que de arriba ganaba todas.
Patronato merecía el 2-1 pero a los 36’ 48” el “Kily” González dejó en el camino a Devallis, Graciani, y Fayart, sacando un remate que no llegó a cruzar Andrade y tampoco pudo ser conjurado por Bértoli. Golazo del avezado volante.
A los 38’ 45”, un poco tarde, no?…, Zielinsky movió el banco mandando a Herrera por Graciani
A los 40 minutos fue expulsado el “Kily” por falta a Devallis, en realidad infracción que se tornó mas espectacular pues fue compartida con Braghieri. Del tiro libre Andrade cabeceó y la pelota salió arriba del vértice derecho del arco visitante.
Ya en tiempo extra, Sánchez Sotelo entró por Mansilla y en menos de un minutos el relevo del lateral izquierdo casi anota el gol del empate pero Broun sacó la pelota al córner.
Iban 50 cuando el asistente del lateral que da a Avenida Churruarín levantó el banderín y consideró (legítimamente) que Herrera estaba en offside, anulando Baliño esa jugada.
Cuatro minutos luego, después de casi una decena de centros al área, todos rechazados en especial por Zarif o Valentini, Baliño entiende que Herrera fue tomado o empujado (sinceramente NO VIMOS NADA DE ESO) por Rodríguez y decretó la pena máxima ante la indignación de los rosarinos y la incredulidad de todos los paranaenses que no podían creer semejante regalo. Lo que es más, Herrera y el propio Andrade creían que Baliño iba a amonestar a Herrera por simular.
Es obvio que los hombres de Patronato aceptaron el obsequio. Fue Jara a los 12 pasos y con pierna izquierda sometió a un Broun que casi la contiene y se transforma en el héroe “Canalla”.
Hubo tiempo para una escalada final de Rosario pero felizmente todo quedó en la nada y el resultado se sentenció en 2 goles por bando.
Patronato no merecía perder, merecía ganar. Con un árbitro JUSTO, ganaba. La historia dirá, como lo enunciamos en el principio de éste artículo, que hubo factores para este desenlace. Lo que no dijimos es que Zielinsky deberá replantearse además el manejo de los cambios. Con todo respeto por el “Ruso” creemos que se demoraron las modificaciones y así se vio en el cierre a distintos jugadores arrastrando un cansancio inocultable y eso podría haber costado más caro aún.
Ahora hay que ir a buscar un triunfo contra Tiro Federal, había que ganar como local, se empató de nuevo adentro y a la larga esto puede ser conspirativo con la misión inicial que es la de evitar pelear la Permanencia.
Temperamento hay y es cada vez más fuerte. Garra, corazón, solidaridad, entrega incondicional sobran. Virtudes técnicas, hay. Nos quedó la impresión que, amén del agotamiento en algunas figuras, faltaron ideas para intentar entrar con la pelota al ras del piso y no caer en la reiteración de centros y centros previsibles. Faltó, digamos, algo de poder de repentización para quebrar el vallado dispuesto por Merlo.
Y lo contradictorio es que, se crea o no, se comparta o no nuestra visión, Patronato jugó mucho mejor cuando todo fue 11 contra 11.