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Murió la eximia bailarina de tango Elsa María

A los 77 años, murió este sábado la maestra, bailarina y coreógrafa de tango Elsa María. Junto a su marido, Héctor Mayoral, se convirtieron en una de las parejas emblemáticas del circuito tanguero. Desde diciembre luchaba con contra un accidente cerebro vascular del que no pudo recuperarse.

Había nacido en el barrio de La Boca, el 25 de junio de 1944. Bajo el nombre artístico de Elsa María (su apellido era Bórquez) hizo del baile su profesión, su vida, su vocación. Esa fuerza y ese talento la hicieron recorrer milongas y escenarios de todo el mundo. A los 23 años conoció a Héctor Mayoral, quien fue su compañero en los escenarios y en la vida. Al mes de conocerse, debutaron en un espectáculo de Mariano Mores en el Palacio Peñarol de Montevideo.

En el plano internacional, formaron parte de Tango Argentino, el montaje de Claudio Segovia que a mediados de los años 80 se presentó en Broadway, en donde obtuvo tres nominaciones a los Premios Tony, y Forever Tango, otro espectáculo internacional que estuvo años en cartel y que se presentó en Toronto, Tokio, Ciudad de México, Londres y Seúl, entre otras grandes plazas. Aquellos montajes imponentes hicieron que en su galería de fotos aparezca junto a personalidades como Frank Sinatra, Bill Clinton, Robert Duvall, Liza Minnelli o, en el plano local, junto a Diego Maradona, Osvaldo Pugliese y Juan Manuel Fangio.

A principio de este siglo, Mayoral y Elsa María abrieron su propia academia, que lleva su nombre en la avenida Callao. En 2001, fue una de las fundadoras de la Asociación de Maestros, Bailarines y Coreógrafos de Tango Argentino. En 2014, ella fue elegida presidenta de la Asociación Tanguera de Buenos Aires. A lo largo de su trayectoria escribió dos libros: Paso por paso, el Tango y Tango saludable. “Bailar tango da muchas satisfacciones; uno abraza y se deja llevar. En muchas partes del mundo ya descubrieron que hace bien, que el tango es mágico”, dijo hace unos años.

En 2003, le llegó el reconocimiento oficial cuando fue declarada ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. “Para mí es un día especial porque mi marido, después de cuatro años, es la primera vez que sale. Tuvo un ACV, pero ya está bailando porque de eso el cuerpo no se olvida”, declaró en aquella oportunidad y, junto a su marido, que estaba en el mismo escenario, habló del tango como mecanismo de prevención ante problemas de salud. Por eso mismo, le dedicó el galardón a René Favaloro. “Al gran tango argentino, salud”, fueron sus palabras finales. En el plano audiovisual, dejó su huella en El hombre que baila, el documental dirigido por Pablo Pintor y Sergio Aisenstein que narra la vida de su eterno compañero.

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