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Murió fuera del país pero figura en el Nunca Más…

Al parecer, las víctimas de la dictadura no solo son menos de lo que aseguran el gobierno y las organizaciones de derechos humanos sino que, además, incluyen a personas que no lo fueron. De ser así, según asegura el colega Ceferino Reato, tampoco sus parientes deberían haber cobrado la indemnización prevista para esos casos, que se calcula en 1.700.000 pesos.

El ejemplo más notorio de esas irregularidades es el de Hugo Alfredo Irurzún, conocido como “Capitán Santiago” cuando militaba en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), tal como expliqué en mi último libro ¡Viva la sangre! Irurzún figura en la página 464 del Anexo I del nuevo Nunca Más, el informe de la Conadep que fue “actualizado” durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner.

Su Legajo es el número 1.230; Irurzún fue muerto el 18 de septiembre de 1980 por la policía paraguaya en Asunción del Paraguay al día siguiente de disparar la bazooka que aniquiló el auto blindado en el que se desplazaba el ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza, según cuenta el jefe de aquel operativo, Enrique Haroldo Gorriarán Merlo en sus Memorias.

En aquel momento, el ERP ya no existía; Gorriarán Merlo e Irurzún colaboraban con los sandinistas, que el año anterior habían desplazado a Somoza del poder en Nicaragua. Irurzún no debería figurar en el listado de víctimas del terrorismo de Estado porque murió en Paraguay luego de cometer un atentado ajeno a la situación política argentina.

La secretaría de Derechos Humanos de la Nación mantiene bajo reserva los legajos de cada uno de las víctimas del terrorismo de Estado, pero se puede presumir que sus parientes cobraron la indemnización prevista debido a que la fuente de sus datos es el Registro de Fallecidos de la ley 24.411, que regula esos pagos.

Irurzún es una de las 743 víctimas de “ejecución sumaria”, una categoría creada durante el kirchnerismo que abarca a personas fallecidas antes o después del golpe del 24 de marzo de 1976, sin importar cómo ni dónde murieron.

Es imposible saber cuántas irregularidades incluye el nuevo Nunca Más ya que habría que analizar el legajo de cada una de las personas que figuran allí. Pero, el gobierno se niega a abrirlos al público con el argumento de que está obligado a proteger los datos de las víctimas y de sus parientes.

Para ¡Viva la sangre! conté cuántas víctimas de la dictadura figuran en el nuevo Nunca Más, que fue difundido en 2006: son 743 por “ejecución sumaria” y 6.415 desaparecidos; 7.158 personas en total, un número que indica una matanza atroz aunque no son los 30 mil que mentan el gobierno y las organizaciones de derechos humanos.