Motochorros asesinos con zona liberada
|Trasladarse por Villaguay y Monte Caseros, o cuadras alrededor, es un peligro. Sí, a una cuadra del Comando Radioeléctrico, a pasos de Sanidad Policial, suceden asaltos a mano armada u hoy, hace apenas una hora y media (17,15), un motochorro salvajemente arrastró a una joven de 21 años arrebatándole la cartera. Si bien la perdida material no es cuantiosa, la víctima recibió golpes de distinta índole en su caída al asfalto por la maniobra asesina del asaltante.
La damnificada fue atendida solidariamente por un kiosquero de la zona y posteriormente, por personal de Sanidad Policial quien se apersonó al lugar del hecho ante la requisitoria del padre de la joven que intentó a lo largo de varios minutos infructuosamente comunicarse con el Comando.
Posteriormente, desde Sanidad se lograron establecer los contactos pertinentes y acudieron rápidamente motociclistas del GIA, quienes tras verificar lo ocurrido salieron en la búsqueda del ladrón.
Luego, arribaron dos patrulleros quienes procedieron a las actuaciones del caso, tomando croquis y requiriendo los datos de la agredida que se retiró muy dolorida pero por sus propios medios a su domicilio donde recibió las curaciones en manos, brazos, cadera y pierna derecha.
El ladrón se encontrará con un botín minúsculo, pero pudo matar a una estudiante universitaria de Comunicación Social, de 21 años que solo se resistió a perder lo poco que tenía en su cartera (documentos, credenciales, Libreta Universitaria, tarjeta de crédito, fotos familiares, agenda, cerca de 50 pesos y un celular).
Felizmente, dentro del infortunio, solo fueron traumatismos y cortes, pero pudo haberla asesinado. No tuvo reparos. No dudó este delincuente: su misión era birlar la cartera a cualquier costo y no le importó -como ya van varios de estos atracos en la zona-, estar tan cerca de dependencias policiales.
Es que los forajidos saben que la ley los protege, la ley los ampara. Entran por una puerta y salen por otra. Les allanan sus domicilios, las casas donde depositan sus “recaudaciones”, les retiran sus botines y a las pocas horas esos “aguantaderos” vuelven a llenarse de carteras, mochilas, bolsos, etc, etc.
La Policía ya no sabe que hacer. Son demasiadas las llamadas y aquí vale la pena acotar que el 4-222222 dio ocupado casi un cuarto de hora hasta que el padre de la víctima llamó a un Subcomisario amigo y cruzó hasta Sanidad Policial desde donde lograron establecer conexión por frecuencia interna con el Comando.
Si a eso le sumamos que el personal es escaso, el equipamiento y/o estructura no es lo ideal y más aberrante, el Código Penal está del lado de éstos atracadores que se dan el lujo de amenazar a quienes los capturan, uno más que nunca se pone en la piel de los policías sea cual fuere el grado.
Ahora bien… ¿Quién se pone del lado de las víctimas?… ¿Deberemos esperar que del atraco se pase al asesinato para que la SOCIEDAD TODA despierte y salga a reclamar por que los jueces HAGAN ALGO que termine con ésto?.
Por un milagro, digamos por centímetros, la joven violentada no dio su cabeza contra el cordón. Ese no es un motochorro común, ese era un asesino y está suelto. Y para todos la vida continúa, pero cuidado, en segundos nada más, Ud. que leyó esta noticia también puede ser abordado y quizás ultimado por éstas bestias.
Este criminal no pudo ser individualizado porque hasta el uso de casco ahora los beneficia y mientras uno redacta éste informe, seguro que ya habrá violentado a otro transeúnte de estas calles donde hay que caminar muy atento pues nadie te protege de éstos asesinos sí absurdamente defendidos por quienes se llenan la boca invocando a los Derechos Humanos al tocarse éste tema en los medios periodísticos de mayor repercusión.