Monseñor Arancedo alentó la posibilidad de un viaje del Papa a la Argentina

“La presencia de Francisco no pasa desapercibida. Donde va, convoca. Despierta una adhesión espontánea que desde la fe vemos que la gente descubre en él algo distinto, porque representa a alguien más que él”, comentó monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), sobre el viaje apostólico del papa Francisco a Colombia, donde el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz participó en representación del episcopado argentino.

 

El prelado destacó la alta concurrencia de fieles a las celebraciones y actos encabezados por el Papa, que superaron las expectativas de los organizadores. “La gente no ve en el Papa un líder más -que lo es internacionalmente- pero, desde la fe, tiene algo que es lo que motiva toda la adhesión, él es Pedro”, explicó.

 

Monseñor Arancedo se encontró tres veces con Francisco en Colombia y contó que pudo tener un diálogo especialmente más cercano en el seminario de Medellín. “Le dije: ‘Vengo en nombre del pueblo argentino que te quiere, te espera y reza por vos’”, expresó y contó que el Papa le agradeció su presencia y le pidió que les diga de su parte a los obispos y a todo el pueblo cristiano: “Yo también estoy muy cerca de todos”. “Fue un diálogo muy sereno y cordial. Así que todos pueden saber que Francisco está muy presente y él también reza por nosotros”, aseguró el arzobispo.

 

En una entrevista en el primer programa “Caminos de encuentro”, producido por la Oficina de Prensa de la CEA a través de Radio María, monseñor Arancedo negó que hubiera una lejanía del Papa con el episcopado argentino. “Al contrario, la relación con los obispos es muy fluida”, afirmó. “Conmigo ha tenido gestos muy cordiales y cercanos. También con todo el pueblo argentino. Él es un argentino hecho y derecho y está muy cerca”, agregó.

 

Luego, alentó la posibilidad de un viaje del Papa a nuestro país. “No hay una agenda preparada pero yo me animaría a decir que está cerca. Dios quiera que sea el próximo año”, deseó y continuó: “Él quiere venir pero el momento forma parte de su silencio y hay que respetarlo. Tiene una agenda muy cargada internacionalmente. Tal vez por ser tan cercano tenga esa libertad de decirnos ‘espérenme’”.

 

El prelado manifestó “estar muy confiado” por las palabras de cercanía que el Papa tiene cuando uno habla con él. Además, detalló que Francisco “está muy presente de todo lo que pasa, sabe todo, incluso hablamos de un obispo que estaba enfermo y él ya estaba enterado”.

 

Francisco en Colombia

 

Sobre las alocuciones del Sumo Pontífice en Colombia, el presidente de la CEA consideró que “tuvo reflexiones muy profundas sobre qué es la paz. Una paz que nos oriente a la reconciliación. Podemos caminar la verdad, la justicia, incluso la reparación, pero si no tiene como horizonte la reconciliación, la paz no llega. Hay que dar un primer paso y lo tiene que dar aquel que tiene un alma generosa. Es la iniciativa de Dios que busca al otro”.

 

Luego, analizando las palabras del Papa aplicadas también a un contexto local, recordó que “el camino de la paz tiene que tener como horizonte la reconciliación, que no es impunidad, es un camino de verdad, de justicia y reparación pero tiene que significar sentirnos parte de la misma humanidad, donde el otro es mi hermano”. “Eso –añadió- implica actitudes generosas, de magnanimidad, de saber salir, de dialogar, de ir al encuentro. Ni quedar anclados en el pasado ni escapar a un futuro utópico, sino saber construir una nueva realidad”.

 

Finalmente, comentó que los obispos de Colombia consideraron las palabras del Papa como “justas, muy medidas” y que “les venía muy bien”, sabiendo que la paz no es un camino mágico. “Francisco ayuda a caminar, puede llevar un tiempo, pero reclama actitudes nuevas”, concluyó monseñor Arancedo.