Misa de Domingo de Ramos: Francisco pidió estar cerca del “que sufre y está solo”
|El papa Francisco convocó hoy a estar cerca del “que sufre y está solo y necesitado” durante la pandemia de coronavirus y calificó como “los héroes de hoy” a las personas que trabajan frente a la lucha contra la enfermedad, al celebrar en la Basílica de San Pedro la misa por el denominado Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa.
“El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve si no se sirve”, planteó Jorge Bergoglio al celebrar la misa que según la tradición católica inicia la Semana Santa, que este año se realizó solo por streaming y sin fieles por las medidas que adoptó el Vaticano para frenar la difusión del coronavirus Covid-19.
Como en su histórico rezo del viernes 27 de marzo en una Plaza San Pedro vacía, el papa volvió a estar acompañado por los dos símbolos: el crucifijo que según los católicos salvó a Roma de la peste en el siglo XVI y la imagen de la Virgen Salus Populi Romani, a la que le ha confiado cada uno de sus viajes fuera de Italia.
“Y, ante Dios que nos sirve hasta dar la vida, pidamos la gracia de vivir para servir. Procuremos contactar al que sufre, al que está solo y necesitado. No pensemos tanto en lo que nos falta, sino en el bien que podemos hacer”, convocó Francisco, en su octavo Domingo de Ramos de Semana Santa como Papa.
En ese marco, se dirigió con especial énfasis a la juventud, en ocasión de la celebración de una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud.
“Quisiera decirlo de modo particular a los jóvenes, en esta Jornada que desde hace 35 años está dedicada a ellos. Queridos amigos: Miren a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino son los que se dan a sí mismos para servir a los demás”, propuso.
En el marco de una enfermedad que solo en Italia mató a más de 15.000 personas, Bergoglio lamentó “el drama de la pandemia”, en el que “tantas certezas se desmoronan”.