Minibasquetbol: Quique, campeón de la humildad
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Este sábado pasado se registró algo muy peculiar en Alsina 653. Aparte de las exquisitas tortas fritas hechas por las mamis “Decanas” pudimos ser testigos de un hecho particular: los Minis de Quique mantuvieron el invicto ante Echagüe y restando solo un juego a lo sumo podrían ser alcanzados por Olimpia por lo cual tranquilamente pudieron celebrar la satisfacción de haber concluido como campeones en ésta primera parte de la temporada. Sin embargo, la vuelta olímpica pasó a la historia.
¿Desinterés?… ¿Mayor expectativa por jugar en U13 y “quemar” etapas?… Creemos que fue más un no estar tan imbuidos por el “récord” y/o la tabla pues los pibes del Quique Club no están pendientes de ello y sí por jugar, divertirse, cimentar amistades.
De hecho que al cabo del encuentro con Echagüe, desarrollado con absoluta normalidad y correcto desempeño de los Amigos, ni siquiera el propio Monitor “Decano” sabía que sus pibes “calificaban” para campeones al marchar invictos y solo restar un juego por afrontar del Apertura.
Con rostro sorprendido escuchó la “estadística” de un papá y minimizó sus efectos diciendo “falta un juego más y todo la segunda parte del torneo. Hay que seguir aprendiendo…”, palabras más, palabras menos dentro de un contenido poco habitual en un estamento del cual hemos criticado precisamente su exagerada competitividad.
Y ésta excelente campaña de Quique en Mini tiene por origen aquel trabajo fantástico iniciado por Aníbal Cantero y continuado desde hace un año y pico por Nicolás Giorello, un joven entrenador que con el correr del tiempo viene madurando saludablemente y ejerciendo una tarea edificante.
El “Profe” Cantero dejó su huella imborrable en calle Alsina, no solo por éste logro en Mini sino por tantos chicos de U13, U 15 y más juveniles que se pulieron bajo sus manos. Como Giorello supo “aggionar” ese estilo y le agregó algunos gurises de buena talla y bien fundamentados provenientes del Club Neuquén, justamente formados por el “Nico” en su paso por la entidad “Pingüina”.
Hoy, algunos de los chicos que han tenido una fructífera primera parte del año, también alternan en la U13 demostrando talento y que la diferencia física o de coordinación psicomotriz suele ser emparejada con picardía y actitud.
Y hablando de la U13, sin menoscabar el progreso indudable de los “Decanitos”, no se puede soslayar que algunas instituciones optaron por promover DIRECTAMENTE a los que cumplen 12 éste año a la siguiente división y a los que festejan 10 a la Mini, por lo cual hubo dos o tres equipos que aceptaron las nuevas reglas CABB/FIBA y no aprovecharon la ACERTADA medida de la APB en no sacrificar un año de cada división.
Quique sí le dio chances a sus chicos de cumplir el proceso evolutivo NORMAL E IDEAL, y en cierta manera se vio favorecido por esa proyección abrupta convalidada por algunos DT’s en otras entidades, lo cual no quita mérito a los de Alsina al 600 que demostraron jugar muy bien y como pre-citamos evidenciaron no obnubilarse, no encandilarse como suele ocurrir con otros equipos (fomentados por el Instructor) que están pendientes permanentemente de si ganaron o por cuánto.
Los “Decanitos” dieron una lección en especial a los grandes y teníamos ganas de compartirlo con todos los que leen éstos artículos de Mini.
Para reflexionar
En los pasillos APB suenan muy fuerte dos temas: A) la Asociación sancionaría a varios clubes por no presentar sus planillas de categorías Menores en tiempo y forma (lo mismo haría con Primera); B) hay preocupación de los jueces porque habría informes prácticamente no tenidos en cuenta, o especialmente sanciones mínimas a dirigentes/simpatizantes reincidentes que a su vez no respetan las mismas y van a las canchas sin que nadie les niegue su ingreso; C) pero contradictoriamente, también hay mucha bronca pues algunos Amigos/Árbitros en diferentes divisiones, ante situaciones diversas -todas ellas que deberían ser informadas- no cumplen con el rigor normativo de elevar la exposición formal y sí han sido inculpados en cuanto a que sus dichos no condicen con la realidad de lo apreciado en la cancha.
Analizando el punto “A” debemos esperar que las eventuales sanciones no frustren a los equipos y las penas recaigan sobre los clubes y que los mismos tomen las medidas que deban tomar con sus delegados. De hecho que hay clubes, “SERIOS”, con delegados QUE UNO ENTIENDE responsables y sin embargo deben planillas hace rato. ¿Por qué? No lo sabemos pero sí consideramos que los jugadores no pueden purgar culpas por desidia de las entidades.
En torno al punto “B”, nos ponemos en lugar de los Amigos/Árbitros y realmente: QUÉ DIFÍCIL debe ser administrar justicia cuando desde un Tribunal de Penas SUPUESTAMENTE no se toman medidas ejemplificadoras y que sean CUMPLIBLES.
Tradicionalmente, la APB tuvo letrados tan instruidos, cultivados, como sabedores de lo que es el básquet, varios de ellos, amigos de ésta página. Por eso, honestamente, nos extraña que sea veraz el comentario al que aludimos. Si así lo fuere, al menos en parte, no es un mal momento para replantearse ésta coyuntura mediante una oportuna autocrítica.
Seguramente, en las próximas horas podremos tener un panorama más claro al respecto sea por parte de los jueces como de los actuales miembros del Tribunal Disciplinario APB. Con honestidad, hay situaciones de la Primera División que ya parecen ser inevitables y por más informes drásticos o sentencias contundentes que se expidan, al parecer nada cambiará en nuestro básquet local Mayor que no logra tener un salto de calidad.
Pero sí nos preocupa que haya padres/dirigentes, o entrenadores reincidentes en malas conductas. Si no queremos darles malos ejemplos a los chicos, se requieren urgentes modificaciones en torno al comportamiento de papás y Monitores, pero no olvidamos que los jueces de mayor predicamento deben dar una mano importante en la formación de nuevos Amigos, capacitados debidamente para la tarea trascendente de administrar justicia y asimismo instruir adecuadamente a los pequeños.