Milei sigue el ejemplo de Macri y confía en Luis “Toto” Caputo, “El Messi de las Offshore” y deudas a 100 años
|Luis “Toto” Caputo vuelve a dirigir la Economía de Argentina. El exministro de Finanzas y ex presidente del Banco Central de la gestión de Mauricio Macri, recordado por ser el creador del “bono a 100 años”, por los paraísos fiscales revelados en los Paradise Papers, por la liquidación de dólares tras el préstamos con el FMI y por el sospechoso vínculo de su familia con el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Caputo se recibió de licenciado en economía en las Universidad de Buenos Aires -la misma que el diputado de ultraderecha Bertie Benegas Lynch propone vaciar- y transitó su carrera privada como jefe de trading para América Latina del banco estadounidense JP Morgan; luego ocupó el mismo cargo con responsabilidad para Europa del Este y América Latina en el Deutsche Bank. El banco alemán lo nombró presidente local hasta 2008, cuando creó Axis su propio fondo de inversiones.
El lazo con Macri está atado por Nicolás “Nicky” Caputo, empresario de la construcción y “hermano del alma” del fundador del PRO. La familia Caputo también está ligada al presidente electo Javier Milei, ya que Santiago Caputo es pariente de “Toto” y mano derecha del hombre de la ultraderecha, quien lo mencionó como “el arquitecto” del triunfo el domingo pasado, tras la victoria de La Libertad Avanza en el balotaje. Caputo integra otra familia ligada a Macri, es ex alumno del colegio Cardenal Newman.
Otra Caputo se hizo conocida desde el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, se trata de Rossana Pía Caputo, hermana de Luis y quien habría sido la conexión entre la firma Caputo Hermanos y los fundadores de la organización Revolución Federal.
Macri convocó a “Toto” para su gestión en la Casa Rosada al señalarlo como el “Messi de las finanzas”. Comenzó su gestión como secretario, luego fue transformado en Ministro de Finanzas y, por último, presidente del Banco Central, en reemplazo de Federico Sturzenegger, otro nombre que resuena en el gabinete de Milei. Durante sus años en el gobierno fue Caputo el segundo funcionario más rico con un patrimonio de $ 5.575 millones.
La gestión pública de Caputo terminó cuando la ex titular del FMI, Christina Lagarde, le dijo al Financial Times que el organismo estaba buscando “claridad, transparencia e información apropiada para los operadores de mercado y una comunicación mejorada” para la política monetaria del Banco Central.
En la previa de su salida del Banco Central, PáginaI12 denunció la poca claridad y transparencia de su gestión. Caputo puso en marcha un mecanismo de fuga de divisas puesto al frente del Banco Central. Se trató de una serie de subastas de dólares a precios menores a los de mercado, que significó una pérdida de 66.561 millones de pesos. Todo gracias a los fondos frescos del préstamo récord de 45.000 millones de dólares que Macri selló con el FMI y que, ya fuera de la presidencia, reconoció que se utilizó para financiar la fuga.
A cargo de la cartera de Finanzas tuvo otros éxitos. El bono de deuda a 100 años y el cierre de la negociación con los fondos buitre. “La deuda no es una preocupación, hay espacio para financiar una convergencia al equilibrio fiscal”, definió Caputo durante la gestión macrista, una definición que parece chocar con los postulados ajustadores de Milei y el “segundo tiempo” que propone Macri, ahora fuera de los espacios de gestión.
En la negociación con los fondos buitre, Caputo aceptó las condiciones impuestas por el juez Thomas Griesa y convalidó pagar todos los gastos por el litigio en los que incurrió el líder de los buitres Paul Singer durante los diez años. Sobre el bono a 100 años se trató de una licitación por 2750 millones de dólares, a una tasa efectiva de 7,9 por ciento anual.
La venta del bono estuvo a cargo de un grupo de bancos elegidos discrecionalmente: HSBC, Citi, Santander y Nomura, que cobraron 3,3 millones de dólares en comisiones directas. Entre los 148 fondos de inversión que compraron el bono a 100 años se encuentra Noctua Asset Managment LLC, una firma offshore de Caputo que se quedó con bonos por 5 millones.
Los offshore no son una rareza en la ingeniería del “Messi de las finanzas”. La megafiltración conocida como los Paradise Papers dio a conocer que había manejado los fondos Alto Global, inscriptos en las Islas Caimán, y Noctua, datos que omitió mencionar en sus declaraciones juradas, tanto en la AFIP como ante la Oficina Anticorrupción (OA).
“Nunca fui propietario ni accionista de Noctua ni de Princess sino asesor, administrador, fiduciario y/o mánager, por lo tanto que no debía declararlas”, sostuvo en su descargo, pero la investigación y los nuevos documentos obtenidos por el equipo argentino de Paradise Papers –publicados ayer por Perfil y La Nación– aseguraron lo contrario.
Ese tipo de sociedades son una constante en la historia de quien podría ser el próximo ministro de Economía de la Argentina. El titular de la IGJ, Ricardo Nissen, denunció una nueva “sociedad baúl” que sería utilizada por Caputo para esconder la fortuna familiar. Se trata de Sacha Rupaska Sociedad Anónima (SA), creada en 2007, y en la que figuran como titulares Luis María Méndez Ezcurra y Horacio Iván Gándara, a quienes la IGJ considera “testaferros” de Caputo.
Méndez Ezcurra es cuñado de Eduardo Enrique Massera, hijo del genocida Emilio Eduardo Massera, y también cuñado de “Toto” Caputo, ya que está casado con Rossana Pía Caputo. Sí, la hermana que, según la querella de la vicepresidenta Cristina Kirchner, está vinculada con el aporte de 13 millones de Caputo Hermanos a los fundadores de Revolución Federal, Jonathan Morel y Leonardo Sosa. Sosa, revela Página 12, apareció públicamente ayer, cuando se mostró en las afueras del Congreso de la Nación. “¡Te quiero mucho, Vicky!”, le gritó a la vicepresidenta electa –negacionista de los crímenes de la última dictadura militar– Victoria Villarruel a la salida de su reunión con Cristina Kirchner. Una alianza con conexiones varias que podrían llevar a Caputo a dirigir el ministerio clave para desarrollar el “plan motosierra”.