Memoria, verdad y justicia para consolidar un presente y un futuro con democracia
|Cada 24 de marzo se conmemora en nuestro país el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia para recordar a las víctimas de la última dictadura militar, proceso que se inició el 24 de marzo de 1976 a través de un golpe de Estado que depuso al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón.
Esta conmemoración fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación N° 25.633, en cuyo artículo 2 se establece que: “En el seno del Consejo Federal de Cultura y Educación, el Ministerio de Educación de la Nación y las autoridades educativas de las distintas jurisdicciones acordarán la inclusión en los respectivos calendarios escolares de jornadas alusivas al Día Nacional instituido por el artículo anterior, que consoliden la memoria colectiva de la sociedad, generen sentimientos opuestos a todo tipo de autoritarismo y auspicien la defensa permanente del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos”.
El 24 de marzo de 1976 comenzaba en Argentina una de las épocas más oscuras de nuestra historia.
En la madrugada de ese día, superiores de las Fuerzas Armadas tomaron el poder a través de un golpe de Estado y derrocaron al entonces gobierno constitucional de Isabel Perón; de esta forma, comenzó una dictadura cívico-militar que duraría hasta 1983.
Entre los años en que duró esta dictadura, miles de personas fueron desaparecidas, se perpetraron un centenar de secuestros, privaciones ilegítimas de libertad, torturas en centros clandestinos de detención, apropiación de recién nacidos y exilios forzados de miles de argentinos.
Los años que transcurrieron bajo la dictadura de las Fuerzas Armadas estuvieron signados por una constante violación de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad bajo una modalidad de gobierno de facto que a su vez formaba parte de un plan mayor conocido como Plan Cóndor, el cual ya operaba en toda Latinoamérica y funcionaba como coordinación entre las distintas dictaduras que en esos años se habían instaurado en otros países del Cono Sur, entre ellos Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil.
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia es una fecha en la que se conmemora y busca mantener vivos en la reflexión y memoria colectiva los tristes acontecimientos producidos en la última dictadura militar.
A 48 años del golpe, repudiamos a la dictadura que, a costa de la sangre del pueblo, impuso entrega y endeudamiento, explotación y hambre.
Repudiamos el genocidio que impuso la desaparición de hombres, mujeres, jóvenes y niños, como paradigma del terror: asesinato, cárcel, exilio, secuestro, tortura, robo de niños.
Su objetivo fue aniquilar al movimiento obrero y popular en ascenso, que luchaba por transformaciones de fondo en la Argentina.
El golpe se propuso imponer cambios estructurales en beneficio de los grupos del poder económico, bancos, grandes empresarios, terratenientes e intereses imperialistas. Por eso la dictadura buscó destruir toda forma de organización de los trabajadores y el pueblo, cuerpos de delegados, centros de estudiantes, organizaciones políticas, barriales, profesionales, las más diversas militancias que venían ganando las calles desde el Cordobazo.
La dictadura puso en marcha una maquinaria genocida. Cada ciudad importante del país contó con campos de concentración, tortura y exterminio a cargo de las Fuerzas Armadas y de seguridad.
Despreciamos también los crímenes contra el pueblo que comenzaron a ensayarse antes del golpe, con el Operativo Independencia en Tucumán y el accionar de la Triple A y demás bandas fascistas.
El pasado siempre es materia de controversias y visiones divergentes sobre lo sucedido, de opiniones, matices, desacuerdos con la forma que otros han tenido de procesarlo.
Desde diciembre de 1983, estas diferencias se desplegaron a partir de un pacto básico y fundamental: elegimos la democracia, elegimos el derecho a la organización, la disidencia, la palabra, elegimos que no queremos ir a una manifestación en la calle con miedo a ser reprimidos
El 24 de marzo no solo es un día para recordar, sino también para renovar el compromiso con la verdad y la justicia. Es un llamado a la memoria colectiva, a no olvidar los horrores del pasado para construir un futuro basado en la defensa de los derechos humanos y la consolidación de la democracia.
En este 24 de marzo, destacamos el derecho a la verdad como un derecho de los pueblos para conocer, aprender, investigar, construir memoria e identidad, reparar y hacer justicia.
Memoria, verdad y justicia para consolidar un presente y un futuro con democracia, derechos humanos y paz.