Maran Suites & Towers

Mar del Plata cerró una temporada horrible

La Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata informó una caída de 8% en las ventas de febrero pasado y reveló que siete de cada 10 comerciantes aseguran que el verano 2017 fue una temporada para el olvido. El argumento del organismo precitado y nuestra posición.

 

“Si bien las ventas en el fin de semana de los Carnavales, para los comercios vinculados a la actividad y centros comerciales turísticos, aumentaron en 7%, la variación positiva en estos días no alcanzó a compensar la caída de ventas a lo largo del mes, cuya cifra definitiva fue negativa”, enfatizaron desde la entidad que preside Raúl Lamacchia.

 

Según los datos elaborados por el Departamento de Estudios Sociales y Económicos de la UCIP, los comerciantes marplatenses no sólo lamentaron una disminución del 8% en sus ventas, frente al mismo mes del año anterior. Otro de los puntos analizados fue el “ánimo de compra” del consumidor.

 

“El 60% de los entrevistados manifestó observar en los clientes un menor ánimo de compra en comparación a la temporada pasada, el 30% percibió la misma tendencia que el año anterior y solo un 10% palpó mayor ánimo”, destacó el informe mensual.

 

Por otra parte, la mayoría de los consultados (74%) calificó a la temporada 2017 como pésima. Las estadísticas de la UCIP reflejan que para para el 14% fue “mala”, para 16% “muy mala” y para el 44% “regular”. El 20% respondió que las ventas durante diciembre, enero y febrero fueron “buenas”, apenas 4% “muy buenas” y sólo 2% dijeron “excelentes”.

 

Al ser interrogados por las posibles causas de la baja en el consumo veraniego, los empresarios apuntaron contra las políticas económicas del Gobierno nacional, en particular, con la aplicación en medio de la temporada del plan “Precios Transparentes”.

 

“La Secretaría de Comercio se ha generado confusión en los comerciantes sobre su implementación y en los consumidores sobre la interpretación de las tasas, creando un conflicto en el mostrador de los comercios, tras no haberse brindando la información correcta respecto a los Costos Financieros Totales”, afirmaron los comerciantes.

 

“Su rápida implementación acompañada de una confusa comunicación, causó tensión entre el comercio y el consumidor quien se retroalimentaba por medios de comunicación y cierto desconcierto, quien tras muchos años de un hábito de compra adquirido, enfrió su intención de compra en aquellos productos que no son de primera necesidad y que por su valor generalmente se financiaban en cuotas”, completaron.

 

Al mismo tiempo, desde la UCIP denunciaron que esta iniciativa “generó en marcas internacionales reconocidas un encarecimiento del producto vía cuotas, por presunción”, cuando en realidad “deben respetar precios de lista”, lo que atentó contra los productos de fabricación nacional.

 

Reflexión

 

Mar del Plata es una de las ciudades más bellas del Continente. Sin lugar a dudas. Pero su imagen se ha estropeado de modo inconmensurable.

Las postales más elocuentes son:

-Calles llenas de pozos o pérdidas de agua y líquidos cloacales (sin ir más lejos, en plena Peatonal San Martín);

-veredas mugrientas (mucho excremento de mascotas y vidrios) y rotas;

-mucha basura fuera de lugar;

-parques y paseos descuidados;

-playas sucias (enorme culpa de los usuarios y carencia de personal de mantenimiento);

-costas cada vez más chicas por el efecto de la marea y la superposición de cada vez más carpas y/o sectores privados;

-mar sin garantías de salubridad;

-balnearios con baños públicos en pésimo estado de higiene;

-paradores que no otorgan precisamente las medidas imprescindibles de profilaxis;

-paradójicos operativos de Seguridad que no logran contener las tropelías de barras del fútbol;

-descontrol juvenil prevaleciendo la ingesta de enormes cantidades de alcohol en playas (ni hablar de la vida nocturna…);

-consumo de marihuana sin intervención policial oportuna y/o adecuada;

-tránsito desordenado por falta de prevención;

-inseguridad latente en paseos peatonales o microcentro;

-un puerto con hedor cada vez más insoportable;

-museos con horarios poco promocionados;

-poca cordialidad del personal de Turismo.

 

Los precios no mal…

 

En cuanto a tarifas hay de todo. Se puede disfrutar de un verano gasolero en Mar del Plata sin bajar exageradamente la calidad.

Solo hay que no quedarse con la primera propuesta, ni hotelera, ni gastronómica, ni de cualquier otro servicio.

 

Podemos garantizar que hay excelentes precios en La Feliz. De hecho tan o más baratos que en la costa uruguaya o brasileña.

Más claro aún… Pudimos almorzar y cenar mucho más accesible que en Paraná o Santa Fe. Y en locales excelentes.

 

Insistimos… hay que detenerse, mirar cartas, preguntar ante cualquier duda y recién ahí sentarse a comer.

Vale la pena meterse en internet. Los mejores restaurantes, bares, confiterías tienen su sitio web oficial y dan a conocer sus precios.

 

Una buena noticia… Mejoró sensiblemente el otorgar la posibilidad de pagar con débito y/o crédito, hasta en paradores playeros.

 

Un punto flojo… Los precios de la ropa o calzado en efectivo, con débito y con crédito. Mucha trampa, mucho engaño, muchos “llamadores” y después suelen matarte. Por ello, lo mejor es averiguar, sin rubor, sin timidez.

Otra más… Un día sale una oferta. Vas al día siguiente porque te olvidaste de algo, buscabas lo mismo y cambió de valor. Muy loco…

 

Poca simpatía

 

Algo que debe cambiar urgente, promoverse un giro ineludible a 180°: la atención. Muy poca amabilidad, escasísima simpatía. Como si hubiese pocas ganas de ser anfitriones.

Se invita al turismo a conocer o a volver, pero… el mal trato en Mar del Plata es moneda corriente en hoteles, bares, restaurantes, cualquier clase de local comercial.

 

Nos fuimos con la sensación que hoy hay empleados disgustados quizás por estar mal pagos o sufrir pésimas condiciones contractuales/profesionales, o hay propietarios que no seleccionan de modo acorde a su personal.

Nos sobran anécdotas que estamos dispuestos a compartir cuando quieran…

 

Ni hablar del punto horario de salir a comer… Tanto hablamos de Paraná y su modo de ser “ParaNÓ” en cuanto a ello, y en Mar del Plata se ha involucionado tanto.

Obvio… hay excepciones. Sí… Está claro… Pero lamentablemente fuimos objeto de MUY MALOS tratos como vimos maltratar a decenas y decenas de clientes.

 

Ojo con las “colas”… Podés estar unos minutos como comerte un garrón mal, esencialmente con recepcionistas poco formadas para dicha función.

Y, lógicamente, está la oferta de los shopping’s, pero…  también sufrís el tema hallar mesa para el número justo de comensales, como ha decaído muchísimo la calidad de los productos en ciertas firmas, amén que te tratan un espanto (“que pase el que sigue…”).

 

Cine y teatro, alternativa no tan cara

 

Para los días frescos o lluviosos, ir al cine o al teatro fueron opciones válidas. Carteleras variadas y precios no descabellados pudiéndose pagar con tarjeta de débito y/o crédito en la mayoría de las salas.

Altamente recomendable el Paseo Aldrey con butacas espectaculares y muy buena onda del personal.

 

Excursiones okey

 

Otra variante es recurrir a excursiones para conocer localidades adyacentes. Hay agencias que no te arrancan la cabeza y ofrecen tours interesantes.

Idem, con los colectivos “decorados” de Plaza Colón. Podés concretar paseos por la ciudad muy atrayentes, “regateando”.

 

Transporte urbano con pro y contras

 

Andar en taxi o en remis no es muy caro. Y ganás en tiempo y comodidad. Meritorio que tacheros y remiseros no “pasean” a sus clientes. Conocemos muy bien Mar del Plata y no hemos sufrido en los últimos veranos ninguna clase de avivada. La única diferencia está en el costo diferencial pasadas las 22.

Los micros, en especial los que te llevan por la Costa (221, 511) patéticos. Incómodos. Sucios. Con choferes que meten gente tipo sardinas en lata y luego conducen temerariamente. Ni hablar de los “pungas”…

 

Terminal más limpia…

 

Para concluir, elogios para la concesión de la Terminal de Ómnibus. Mucho, pero mucho, más limpia que años atrás en todos los sectores. Ya no hay gente tirada durmiendo. Tal vez por el mayor control policial.

Un temita pendiente… Los precios de los bares. Inconcebibles. Inadmisibles. Por eso es que se vieron tan vacíos.

 

Síntesis

 

Mar del Plata es hermosa. La Perla del Atlántico. Podría ser la Capital del Turismo argentino. Pero necesita volver a embellecerse en cuanto a infraestructura, y que los empresarios se animen a invertir en cuanto a capacitación de sus empleados y en PROMOCIÓN, para que todos los turistas no solo tengan deseos de retornar sino que a su vez con el célebre “boca a boca” seduzcan a nuevos visitantes.

Claro… ¡Obvio! Si el propio Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y la Comuna no ponen ahínco en promover un cambio PROFUNDO, el futuro es aciago.

 

Sinceramente, con absoluta franqueza, amamos a La Feliz, pero ya no tenemos ganas de volver. Demasiadas decepciones…