Manteros y vendedores ambulantes se sienten perseguidos
|Manteros y vendedores ambulantes realizaron un piquete en la esquina de Monte Caseros y 25 de Mayo. A los inspectores no se les ocurrió mejor idea que cortar en 9 de Julio y 25, como en Monte Caseros y Alem. Si bien la idea fue PREVENIR, se generó un tremendo caos vehicular y muchos reproches porque se dejaba pasar a motos o colectivos y taxis mientras que no a autos particulares. Galería de fotos.
“Amigo… No queremos líos. Sabemos que ahora la propia Municipalidad está cortando en otras calles para que todos nos odien. Por eso vamos a ir a cada esquina para decir que mienten. Solo protestamos en una esquina pero pacíficamente. Nos pintan que somos delincuentes o patoteros y no lo somos. Claro que defendemos nuestra única fuente de ingresos”, contó apasionadamente uno de los manteros.
El joven amplió: “las reglas están para cumplirse nos dicen, pero hay muchas cosas que no están en regla en ésta ciudad y hay mucha coima que lo tapa. La mayoría de los inspectores están coimeados. Los de Habilitaciones están coimeados. ¿Por qué nadie averigua como algunos inspectores tienen unas casas espectaculares? Se hacen los humildes y tienen unos autos que no se pueden comprar solo con un sueldo de la Muni. Ustedes que son periodistas, pregunten como hacen para bajar mercaderías en el shopping a la siesta o los sábados a la mañana. ¡¡¡Coimean amigo!!! ¡¡¡Pero es más fácil caernos a nosotros!!! No nos gusta molestar a la gente. No queremos que la Peatonal sea una Feria de Pulgas. Pero bueno… Arreglemos. Si la justicia debe ser cumplida que la cumplan todos. Y por empezar que vayan a varios comercios para ver la ropa trucha que se vende” alertó cada vez más desaforado.
“Yo no me enojo con vos. Pero parece que ustedes los periodistas están solo para poner lo que le dicen los de la Muni. Dicen que es una situación ilegal que el Estado no puede amparar, pero solo nos controlan a nosotros. Vayan a varias casas de ropa exclusiva de muy buena marca y pidan las facturas. Dónde las compraron. Si son originales. Paraná está llena de ropa trucha y la venden en algunos negocios diez veces más cara que en Buenos Aires. Van a La Salada, compran ahí, y tienen talonarios truchos. Todo es una joda. Quieren que salgamos a robar, o que salgamos a matar gente por dos mangos. Los que estamos en esto no nos drogamos. No jodemos a nadie. Tratamos de ganarnos el pan de cada día. Buscamos parar la olla honestamente. No nos alcanza para alquilar locales, pagar luz, impuestos, empleados y otras cosas. Pero tampoco vamos a salir a pedir subsidios o asignaciones. Queremos laburar en paz. Si lo que hacemos causa incomodidad que nos digan cómo hacerlo o en qué lugar donde pase mucha gente. Quieren que nos vayamos pero no nos dan soluciones. Un día de éstos vamos a explotar ¿eh?”, advirtió el demandante.
“Ahora dicen que muchos de los manteros son familiares de puesteros que están asignados dentro de la Feria de las Pulgas. Es mentira. Sí hay algunos que son empleados de un puestero al que todo el mundo conoce y éstos se hacen los b….. pero los mismos inspectores y hasta los funcionarios reciben de él coimas o productos. Y no me hablen de la Oficina de Empleo de la Municipalidad otro reducto de coimeros. ¿Por qué no investigan ustedes los periodistas? ¿Tienen miedo? Un día nos van a tener que temer a nosotros porque estamos podridos que nos persigan y haya una mafia de esto que nadie parece ver”, fustigó al cronista.
Finalmente, ante la pregunta sobre si le parece que la Municipalidad puede avalar que haya venta de CD’s truchos de música y película, se rio aparatosamente y preguntó con mordacidad “¿por qué no vas a la Feria de Pulgas, avalada por la Municipalidad, y ves lo que ahí se vende??? Todo es trucho hermano. No me jodás. Ahora dicen que somos de Santa Fe. Yo soy de Buenos Aires y vivo acá desde hace diez años. Todo bien hasta hace un tiempo. Como nos querían coimear cada vez más nos empezamos a hacer los b….. e ignorarlos. Ahora están en duros con nosotros. Bueno. Yo me voy. Pero quiero ver en la tele cómo van los inspectores a la Feria de Pulgas o como entran a algunos comercios para detectar doble facturación, como tienen en negro a los empleados, como exprimen a empleadas algunas embarazadas a punto de dar a luz, y hasta como venden mercadería trucha de alta marca. Nos están persiguiendo, pero uno de estos días se va a acabar nuestra paciencia. Exigen estar en regla, que todos estemos en regla, en especial que la intendenta investigue dónde y cómo viven algunos inspectores que habilitan locales de ropa como de bares, restaurantes, etcétera. Cuando lea en los diarios o vea en la tele que cae alguno de esos inspectores o los que coimean a los camiones de transporte para bajar cosas en comercios, agarro el bolsito, las cajas y me pongo a hacer otra cosa. Lo prometo, lo juro por la vida de mis hijos y la de mi vieja”.