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Macri se desdijo otra vez; y van… Stand by para el congelamiento de combustibles

El Gobierno decidió suspender el congelamiento de naftas que había anunciado el presidente Mauricio Macri esta mañana como parte del paquete de medidas de alivio económico. La medida preveía precios fijos en las estaciones de servicio de 90 días, pero finalmente la Secretaría de Energía abrirá un canal de diálogo con las empresas del sector para llegar a un acuerdo.

 

La medida administrativa que iba a publicar la cartera de Gustavo Lopetegui iba a incluir precios fijos de naftas y gasoil durante tres meses. Al mismo tiempo, determinaba ajustes en el precio del petróleo crudo que compran y venden las empresas productoras y las refinerías. El nuevo marco contemplaba un dólar a $45,19 y un valor internacional del barril de 59 dólares.

 

La cartera de Energía evaluó distintas posibilidades para instrumentar jurídicamente el congelamiento. Una de las opciones que el Poder Ejecutivo barajó fue utilizar la ley de desabastecimiento, una norma de 1974 para intervenir en la compraventa de bienes muebles y servicios, y que generó incomodidad en las empresas del sector.

 

Ahora, el Gobierno resolvió poner esta medida en stand-by para convocar primero a una ronda de diálogo a las compañías para negociar cómo se puede instrumentar y también definir quién asumirá los costos de ese congelamiento.

 

Esas dos fueron las causas que hicieron que se frenara la resolución que iba a salir este miércoles en el Boletín Oficial, a través de la Ley de Abastecimiento, para frenar la suba en las naftas por 90 días. Fuentes cercanas a Gustavo Lopetegui confirmaron el stand-by a los colegas de El Cronista.

 

Además de la viabilidad de frenar el aumento de combustible mediante esa resolución, otro de los puntos que empezó a causar alarma entre las productoras fue que este freno por 90 días iba a implicar que tendrían que trabajar con una rentabilidad menor que, según dijeron, sería inviable.

 

“El único que paga el costo es el productor”, se quejaron en una de las productoras de hidrocarburos de Vaca Muerta. Y avanzaron: “si el Gobierno definía que era relevante podría haber pedido a las refinadoras que asuman parte del costo o, incluso, que las arcas oficiales se hagan cargo de una fracción”.