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Luana Volnovich: “es necesario difundir el paradigma de los derechos humanos en la vejez”

Luana Volnovich, directora ejecutiva de PAMI, habló de cómo apuesta a refundar la obra social de jubilados más grande de América Latina, con la propulsión y las convicciones acumuladas que le brindó su labor como legisladora del Frente de Todos, en el Congreso Nacional, ligada a los mayores en temas previsionales y de gestión de salud.

A diferencia de sus antecesores, Volnovich asumió la conducción del PAMI como un desafío político, pero también personal. “Me obsesiona mejorar la vida de los adultos mayores, y a la vez demostrar que se puede ser prolijos y férreos, como somos, en la administración del Instituto y hacer del PAMI un organismo eficiente. Y así alejar a los agoreros que trabajan por su cierre y erradicación“.

“Hay muchos que quieren poner a la institución de los jubilados de rodillas, al punto de pulverizarla y plantear su desaparición. Hay muchos que no quieren que exista. Y lo que yo pude corroborar en estos 3 años al frente del PAMI es que si te sentás en las mesas de negociación con los diferentes eslabones del sector se puede administrar una obra social de adultos mayores. Es viable. Es sustentable”, reclamó Volnovich.

Como una espada de Damocles, se suma otra idea sociocultural que acelera el debate alrededor de la vejez: las sociedades actuales son cada vez más longevas, por lo tanto, la cantidad de afiliados que demandarán este servicio crecerá de manera exponencial.

“En términos estrictamente administrativos además de la monumental deuda que tenía el Instituto cuando llegamos -$20 mil millones de pesos- teníamos un déficit de $8 mil millones de pesos. Es decir todos los meses no entraba la plata para pagar los gastos corrientes. Esto representó un trabajo enorme, que nos llevó un tiempo, hasta ordenar las cuentas”, precisó la funcionaria.

Volnovich impulsó cambios concretos y relevantes para buscar innovar la gestión y mejorar con hechos concretos la calidad de vida de los afiliados: lo más trascendente fue romper con la histórica prestación per cápita o de pago capitado. Y en cambio, brindar a los afiliados la libertad de elegir médico especialista y/o centros de diasgnóstico. “Es la primera vez en 51 años que un afiliado puede elegir qué experto lo atenderá y no quedar encerrado en una derivación inexorable como planteaba el sistema capitado anterior”, destacó.

“La verdad que estar a cargo de la obra social que más jubilados tiene, en el momento donde toda nuestra población era la más vulnerable fue muy difícil. Primero atravesamos la incertidumbre, la que tuvimos todos, y después vinieron los desafíos y nos pusimos a trabajar. El primer mandato era el de restituir los medicamentos gratis. Había sido una promesa de campaña de nuestro espacio antes de la pandemia. Lo cumplimos. Después de medicamentos gratis, vino la pandemia. Pero sabíamos que teníamos una deuda, que era mejorar la calidad de la atención. Más turnos, menos demoras. Digo algo que es lo que dicen todos, así que no digo nada nuevo. Hoy existen 4 millones de afiliados en el PAMI que tienen un promedio de ahorro de $6.400 pesos. Es decir, que teniendo en cuenta que una inmensa población de nuestros afiliados son del haber mínimo es un impacto importante en el bolsillo. Son personas que usarán ese ahorro para otra cosa; no para comprar remedios”, explicó.

“Quiero dar batalla y buscar (nuevos) consensos sobre cómo volver eficiente a un organismo como el PAMI; pero entendiendo que es necesario para la sociedad. No puede haber viejos que lleguen con salud porque tienen dinero, y otros que no lleguen porque no tienen plata. Si esto ocurre es que fracasamos como sociedad. Otra cuestión muy distinta es poner a la institución en jaque, al punto de pulverizarla y casi plantear su desaparición. Con mano férrea se puede administrar muy bien y sentarse en las mesas de negociación para mejorar los precios y las prestaciones”, puso de relieve Volnovich.

“Hay un cambio de paradigma alrededor de la población pasiva, no se la puede seguir pensando como hace 50 años. Con una población que afortunadamente vive más gracias a la tecnología, con mejor calidad de vida. Y además el mundo del trabajo también cambió, los trabajos son distintos, y hay nuevas formas de productividad. A su vez la salud es cada vez más cara y los tratamientos son cada vez más caros. Hay todo un reordenamiento que implica decisiones grandes que tenemos todos que pensar. Pero en términos de valores la cosa está dividida en dos: los que creemos que es el Estado el que debe garantizar la salud de la clase pasiva o la seguridad social ; y los que dicen que es insustentable”, expresó.

“Hay una historia oscura que tiene este organismo. Nosotros ahora tenemos un calendario de pago. Pagamos a todos el mismo día, antes eso no existía. Porque claro, tenías que remar para que te paguen. Y eso siempre da lugar para la arbitrariedad. También cambiamos algunas cosas. Acá se pagaba lo mismo a un lugar de excelentísima calidad para hacer algunas cuestiones de alta complejidad y algunos sucuchos que eran un desastre. Nosotros dijimos, vamos a categorizar. Pero con un sistema universal, transparente. Un sistema que premie la calidad. Lo que queremos es que los mejores prestadores se animen a venir al PAMI. Nosotros financiamos el programa ‘libertad de elegir’ con la diferencia del convenio de medicamentos. Con los $90.000 millones de pesos que hicimos porque bajamos los precios de los medicamentos al ser compradores mayoristas. Cuanto más compro más me siento a decirles: ‘señores bájenme los precios”. Eso te implica sentarte en una mesa y discutir fuertemente con algunos actores que igual les va bien. Tampoco queremos que les vaya mal. La industria farmacéutica argentina, los laboratorios argentinos son una industria muy importante, que tiene muchos puestos de trabajo”, profundizó Volnovich.

La elección del médico especialista y de centros de diagnóstico son pasos importantes que logró la gestión de Volnovich, y sobre todo derribó un concepto histórico en el PAMI: romper con la prestación per cápita o modelo de pago capitado. “En los 51 años del PAMI nunca en su historia se había logrado. Al jubilado le tocaba un prestador médico o un centro de diagnóstico o tratamiento y ahí quedaba; sin importar si era bueno o malo; si atendía mal o bien o si directamente no atendía. Desde marzo de este año hasta hoy se dieron 9 millones de turnos bajo ‘libertad de elegir'”, refleja apasionada Volnovich.

La pregunta que deja resonando Volnovich es : ¿ Por qué funcionaba mal el PAMI. Bueno, quizás porque antes el sistema de financiamiento que tenías con los médicos era muy cómodo para el PAMI, pero muy malo para la gente?

Medicamentos crónicos gratis

El programa medicamentos gratis facilita el acceso a los tratamientos de enfermedades crónicas con un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas mayores, brindando una cobertura gratuita de medicamentos esenciales. Hasta hoy el PAMI invirtió en este programa $280 mil millones de pesos

El vademécum o cartilla de medicamentos para los afiliados al 100% de cobertura contiene 170 principios activos y 3600 presentaciones seleccionados de acuerdo a una evaluacion de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de casi 200 patologías frecuentes en personas mayores

Actualmente en la Argentina, 4 de cada de 10 personas afiliadas reciben todos sus medicamentos gratis. Cinco de cada 10 personas afiliadas reciben 3 o más medicamentos gratis. Y nueve de cada 10 personas afiliadas recibe al menos 1 medicamento gratis.

En cuanto al Plan integral de cuidado y tratamiento oncológico, Volnovich destacó sin vueltas que se trata de una inversión muy importante: “para poner en marcha este plan oncológico debimos reunir entre 7 y 10 mil millones de pesos. Este plan oncológico garantiza una atención preferencial para las personas afiliadas. Una de las secuelas más dramáticas que dejó la pandemia además de la cuestión mental, fue el síndrome del consultorio vacío: las personas mayores particularmente -algunas por miedo y otras por abandono- postergaron sus chequeos preventivos y consultas médicas de rutina; lo que generó una reducción del 50% en la detección del cáncer”.

Para revertir esta situación el plan integral oncológico promueve campañas de prevención que incluyen la promoción de hábitos saludables y el diagnóstico oportuno centrado en dos estudios clave: la mamografía y el test SOH.

El cáncer de mama y de próstata son las dos situaciones más habituales donde hubo menos detección entre los adultos mayores. El Plan Oncológico mejora la atención médica para que haya más turnos, mejores centros y ofrece psico-oncología algo bastante novedoso para el PAMI.

El buen trato hacia los adultos mayores, Volnovich lo asume como un interés particular. Basado en la experiencia vivida con su propia madre y en su tarea legislativa, de ahí el fomento en toda la institución PAMI a la cultura del buen trato hacia las personas afiliadas.

“Me cansé de ver como maltratabann sin paciencia y escatimando información a los mayores cuando asisten a una consulta médica, van a pedir un turno o un trámite. Para llevar adelante esta política es necesario difundir el paradigma de los derechos humanos en la vejez, tal como lo plantea la Convención Interamericana sobre la protección de los Derechos Humanos de las personas mayores que hoy es Ley en nuestro país”, reveló la funcionaria.

“Ni las personas mayores se vuelven niños, ni dejan de tomar sus decisiones por más enfermas que se encuentren. El respeto a la autonomía es fundamental para garantizar el buen trato y los derechos humanos de quienes están transitando la vejez”, concluyó Volnovich.

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