Los legisladores nunca pierden… Y a la hora de debatir beneficios siempre se unen
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- En una reunión entre el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y los jefes de las principales bancadas se definió este lunes eliminar el sistema de canjes de pasajes aéreos por dinero, polémico mecanismo que permite que los legisladores se hagan de un suculento sobresueldo. Macri y Cia. avalan pese al ajuste pregonado. Una vil patraña. Un Gobierno plagado de mentiras y promesas sin cumplir. Seguimos invitando a nuestros fieles lectores a que mediten sobre la Argentina que queremos.
La idea que se analizó en la reunión y que aún debe terminar de ser consensuada es que los diputados de la Ciudad y de localidades de la Provincia ubicadas a hasta 300 kilómetros del Congreso pasen a cobrar un monto fijo por movilidad y dejen de recibir pasajes aéreos.
Aún se sigue negociando el nuevo esquema. Por lo que se charló, los diputados del interior continuarán recibiendo 20 pasajes aéreos, “nominales”, que deberán ser utilizados en el plazo de un mes y no podrán ser canjeados por dinero.
En caso de que no se fije el límite de 300 kilómetros se daría la opción de que cada diputado elija, tickets o el monto por movilidad. A los del interior bonaerense, por ejemplo, podría convenirles la suma de dinero aunque residan a más de 300 kilómetros.
El monto que se barajó es de entre $ 20.000 y 25.000 mensuales. Se discutió , incluso, cómo ingresarían en los recibos de los diputados. Si es por gasto de movilidad no tributaría Ganancias, pero en la dieta sí.
De la reunión en el despacho de Monzó participaron la massista Graciela Camaño, los radicales Mario Negri y Miguel Bazze, el kirchnerista Agustín Rossi, el justicialista Pablo Kosiner y la macrista Silvia Lospenatto, entre otros referentes.
“Lo que se consensuó es terminar con este sistema de canjes de pasajes”, dijo Graciela Camaño. El resto sigue abierto y cada jefe parlamentario deberá ahora hablarlo con sus bloques.
Sobre la eliminación de los canjes, Monzó subrayó: “Es parte de un proceso que iniciamos hace dos años, como el vencimiento de los pasajes y su digitalización. Solo en pasajes, el año pasado ahorramos $ 25 millones. Mi idea es no gastar más y buscar eficiencia y transparencia”.
En la reunión no hubo ningún delegado de la Coalición Cívica, el bloque de Elisa Carrió, una de las diputadas que encabezó el ránking de canje (sumó el año pasado $ 355.000 por esta vía).
Repasemos… tras la intervención pública de Mauricio Macri, el macrista Emilio Monzó apuró una reforma que estaba en danza en torno a los 20 pasajes que cada uno de 257 diputados recibe por mes y que, en muchos casos, al no ser utilizados se pueden canjear por dinero, lo que constituye en los hechos un “sobresueldo”.
Camaño, la jefa del FR, le apuntó al presidente Mauricio Macri y le reprochó que cuando era diputado nacional canjeaba sus pasajes.
Legisladores oficialistas y opositores coincidieron en abroquelarse cuando el presidente decidió intervenir en la polémica que estalló al conocerse un informe de la Fundación Directorio Legislativo sobre el ranking de legisladores que recurren al canje de pasajes por efectivo.
En la reunión de anoche sobrevoló la discusión el valor de las dietas (sumando ítems como desarraigo, un diputado puede tener ingresos mensuales por cerca de $ 120.000).
Hubo también fuertes reclamos por la pérdida en los últimos años de los adicionales por título y antigüedad que cobraban los diputados y porque no tienen aguinaldo y ganan menos que los legisladores de las provincias y que los funcionarios de otros poderes del Estado.
Reflexión
Monzó asevera: “Mi idea es no gastar más y buscar eficiencia y transparencia”. ¿Y por qué da anuencia a este sobresueldo? Verso…puro verso. Como las promesas de campaña de Mauricio Macri.
Lo que más bronca da es que se hable de “gastos de movilidad” cuando sus sueldos quintuplican a los de un docente, a los de un policía, un militar, a los de un enfermero y/o sin ir más lejos hasta los de un médico que trabaja en hospitales o centros de salud del propio Estado.
¿Por qué no declaran cuánto ganan mostrando recibos de sueldo, siendo todo transparente? ¿Por qué no hablan de cuántos asesores tienen? ¿Por qué no aluden a los beneficios que poseen por su investidura?
Siempre he profesado un profundo respeto por mis autoridades. Creo en la vida democrática. Pero estoy harto de que ellos mismos generen suspicacia.
La aprensión, el recelo, la desconfianza surgen inequívocamente por sus actitudes poco claras, poco transparentes, y sus pretensiones constantes de privilegiar el interés particular por sobre el del Pueblo.
Obviamente, hay excepciones. Tristemente, son escasas mientras que el número de diputados y senadores, representantes de todas las provincias es exagerado para la labor parlamentaria anual que luego desarrollan.
Lo reafirmo desde hace décadas: ¿cuándo llegará ese día en el cual se reformulará esto? ¿Cuándo un presidente invitará a que se analice, se estudie, se debata la posibilidad de achicar el Congreso, o los recintos legislativos de toda la República?
¿Necesitamos tantos senadores, tantos diputados? Pero si así fuere, ¿por qué no buscar una herramienta legal que los fuerce a tener menos licencias, menos prerrogativas, y se los exhorte a la presentación de tantos proyectos a lo largo de su gestión?
Se critica a docentes por paros y hasta por su ausentismo. Sin embargo, el Pueblo NO REPUDIA los beneficios de sus representantes constituyentes. Es muy paradójico.
Algo debe cambiar en la Argentina. Y lo enfatizo desde hace décadas… La clave está en la Educación, en la Cultura. Necesitamos un Pueblo pensante, reflexivo, crítico, pero a la vez activo en la búsqueda de Justicia Social.