Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan
|ESPECIAL, por Alberto Rotman (*).- Así quedaba plasmada la pluma de Deodoro Roca en el Documento Liminal, publicado en la Gaceta Universitaria el 21 de Junio de 1918, que estaba dirigido “A los hombres libres de Sud América” “…Acabamos de romper la ultima cadena, que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica, desde hoy contamos para el país con una vergüenza menos y una libertad mas” “…..Creemos no equivocarnos, estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”; continuaba el Manifiesto Liminal.
Este movimiento estudiantil llevado adelante por estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba, que viendo la incongruencia entre los valores democráticos y republicanos del gobierno del Presidente Hipólito Irigoyen y las características arcaicas del gobierno de las Universidades, desencadena la rebeldía de estos, que estalla violentamente, cuando el Rectorado elimina las pasantías en el Hospital Nacional de Clínicas. Esto desencadena una huelga general estudiantil con violentos enfrentamientos entre reformistas y partidarios de la clase social alta, que sumerge a esta Alta Casa de Estudios en un caos.
Un grupo de jóvenes viaja a Bs. As. y se entrevista con el presidente Irigoyen planteándole las aspiraciones de formar parte del gobierno Universitario. El presidente después de escucharlos, les responde con una frase celebre …”si Uds. con su voto pueden elegir un presidente de la Nación, como no van a estar en condiciones de formar parte del gobierno de la Universidad”.
Posteriormente interviene la Universidad de Córdoba, manda elaborar un nuevo estatuto donde se renuevan los programas de estudios, y por primera vez se reconoce, la Autonomía Universitaria, el Cogobierno entre docentes, graduados y alumnos, la Extensión Universitaria, la Periodicidad de las Cátedras, los Concursos de Oposición y la gratuidad de la enseñanza universitaria.
Esto promovió la democratización de estas altas casas, permitiendo que la clase media comenzara a llegar a esos cotos reservados solamente para el poder.
A partir de ahí en la Universidad Nacional de Córdoba comenzaba lo que la historia registra como la “Reforma Universitaria de 1928”.
Esta Reforma forma parte de una de las paginas mas simbólicas y representativas de nuestra historia nacional contemporánea que mayor prestigio nos deparara como país en el contexto de las Naciones.
En Córdoba se escribió una página gloriosa de la enseñanza superior. Aquí se hizo la primera reforma universitaria del hemisferio, donde se abrieron las puertas de las Universidades a los hijos de los trabajadores, sin importar a que clase social pertenece, que religión profesa o con qué partido político simpatiza.
Presentar la Reforma meramente como un conjunto de demandas de carácter académico implica desconocer el grado de radicalización del movimiento estudiantil y sus profundos cuestionamientos de la sociedad que logro instaurar una verdadera revolución educativa y social en la historia nacional.
Esta utopía juvenil Cordobesa se anticipo en medio siglo al Mayo Francés de 1968, al Cordobazo de 1969 y a otros movimientos juveniles de la década de 1960.
Este hito histórico que cambio definitivamente la educación superior en nuestro País, debe retroalimentarse, y hoy cuando han transcurrido 106 años de aquella gesta histórica debemos saber el legado que nos deja y su adaptación a los nuevos tiempos. Estos nos plantean, el gran desafío de preservar, incrementar y trasmitir el conocimiento sabiendo que la lucha por la Autonomía debe entenderse como un atributo indispensable para asegurar un proyecto cultural y social desde la diversidad de ideas.
La reivindicación de la Autonomía, la Democratización en el acceso y la Libertad de Cátedra ocupan el nivel central de nuestras universidades
sabiendo que quienes mantienen y motorizan esto, son preferentemente los estudiantes, cuyo comportamiento hoy están atravesados por el paradigma digital que pone en jaque a la educación superior anclada en la tradición.
Hoy la internacionalización y la digitalización en la comunicación borran fronteras. Se crean proyectos para retener a los alumnos sin fijarse que la dinámica del aula no se modifico desde el siglo pasado, se repiten contenidos que están en la nube, y muchas veces pierden vigencia carreras por demoras en su concepción, aprobación e implementación cuando los nuevos requerimientos surgen cotidianamente.
La adaptación y perfeccionamiento de nuevas tecnologías que han hecho su aparición avasallante, como la cirugía robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología y la ingeniería genética desencadenan el gran desafío de nuestras altas casas de estudios que deben adaptarse e impulsarlos poniendo de esta forma, más vigente que nunca los postulados fundacionales de la Reforma Universitaria, cuyos sólidos cimientos serán, como han sido hasta hoy, la luz que ilumine el camino a transitar.
(*) Ex diputado de la UCR. Foto: Museo de la Reforma en Cordoba. Fuente: Sitio web oficial.-