Los “Decanos” quedaron desarmados de la tristeza
|El plantel de Atlético Paraná se tomó su tiempo para salir del vestuario. Hubo una breve charla de Roberto Ayala y abundaron las lágrimas. Eso sí, nadie salió con la cabeza gacha. Todos surgieron con la frente en alta. Saben que hay revancha.
Roberto Chiavaro dijo que “si el árbitro cobraba ese penal otra hubiera sido la historia, pero tampoco se le puede echarle la culpa por todo. Ya está, no lo vio y punto. Ahora no sirve de nada seguir hablando por lo que no hizo. Fue penal. No tengo dudas, y te juro que no pude seguir. No me tiré, él me tiró. Pero vuelvo a repetir, ya está. Ellos son los campeones y nosotros segundos. Duele. Hicimos todo, dejamos todo pero no alcanzó. Ese gol de ellos cambió todo lo que habíamos trabajado. No me imaginé ese comienzo. Fue desde el vamos ir de atrás y rompe todo los esquemas. El futuro?… No se, ni idea. Descansar y ver que pasa aunque hoy te aseguro que no podré dormir. No me gusta perder a nada, menos en mi cancha y que el otro salga campeón”.
Pablo Lencioni, uno de los mejores hombres de Paraná también tuvo la misma tónica: “ellos pegaron en el momento justo, y hasta tuvieron un poco de suerte en el gol. Creamos más situaciones pero no logramos convertir. Nos faltó claridad para definir, y no alcanzó con la garra. Dominamos, pero ganaron ellos. El árbitro pudo haber influido si cobraba falta de Fumaneri pero por su ubicación capaz que no la vio y el penal de Chiavaro pienso que le ocurrió lo mismo. No es que estaba mal ubicado pero si algo lejos y pudo tener que ver. Ahora con el resultado puesto se pueden decir muchas cosas sobre él pero no sirve de nada. Ellos ganaron y ya está. Dimos todo de nosotros para que ahora nos digan que nos quejamos o lloramos. Ya habrá revancha. Así es el fútbol”.
A su vez, el capitán Cristian Murgado fue digno al elogiar a Belgrano: “pegaron en el momento justo y nos controlaron. Nos faltó picardía, experiencia para frenar el desorden. Salimos a buscar el empate sin ideas, y ellos aprovecharon nuestros nervios. Hicimos el desgaste todo el tiempo y lamentablemente nos llegaron una vez y nos convirtieron. Me voy con tranquilidad porque dejamos todo y estoy orgulloso. Perdimos pero no bajamos nunca los brazos y hasta el final intentamos empatar. Fue un gusto volver a jugar en Paraná y liderar a este plantel joven. Hay mucho por hacer y espero que el club lo entienda”.