Liga A: manda Peñarol
|Tras ser dominado y perder en el primer cuarto; Peñarol resurgió y terminó derrotando con claridad a Monte Hermoso Básquet por 83 a 67. El “Milrayitas” fue muy superior en los tres restantes períodos.
Estaba molesto Peñarol. Lo dominaban en su casa y no le gustó nada. Monte Hermoso le ganó bien el primer cuarto, pero después fue “borrado”. En media hora, lo que duran los tres parciales siguientes, el “Milrayitas” “cocinó” a su rival y lo venció claramente, por 83 a 67 con una buena tarea integral defensiva y la aparición individual de varios jugadores; una marca registrada en lo que va de la temporada.
Estuvo firme en su aro para permitir solamente 12, 16 y 16 puntos en los tres cuartos que dominó; y contundente adelante con un importante 10/23 en triples (43%), y 16 asistencias de conjunto.
En el plano individual, no brillaron, pero sí fueron importantes Gutiérrez (15 puntos), Leiva con 11 y Lamonte con 10.
Otro dato clave para entender la superioridad, es que Hernández encontró varias manos con gol en el banco, que anotó 35 puntos. Y si bien “Chuckie” Robinson sacó la cara por sus compañeros siendo relevo en el visitante, no anduvieron derechos con el aro cuatro de los cinco titulares ni sus compañeros de banca.
En el cuarto inicial, las riendas las manejó el visitante. Esa condición, no le gustó nada a Peñarol, que lució “molesto” durante todo el desarrollo. Y eso se tradujo en el marcador. El local atacó mal (perdió 5 pelotas), entonces el visitante pudo estar siempre al frente. Salles condujo y goleó (6 puntos), White abusó de su tiros pero sumó algunos puntos importantes y “Chuckie” trajo su habitual cuota desde el banco. Del lado de Peñarol, no apareció Lamonte (0/4) en cancha, tampoco Gutiérrez y Leiva, entonces dependió de lo que hicieran “Tato” Rodríguez (5) y Nico Lauría (4) quien reemplazó a Mata como titular. El final del fatídico primer cuarto, lo encontró a Peñarol abajo por 7 (23 a 16).
En el inicio del segundo, el “Milrayitas” siguió confundido y apresurado. Se desesperó porque las cosas no le salían como pretendía y quiso enderezar el rumbo rápidamente. Y si bien le costó unos minutos, pudo sacarle el traje de dominador a Monte Hermoso para ponérselo. Ganó el parcial 24 a 12 y se fue al descanso largo 40 a 35 arriba. Fue clave la intensidad defensiva de los relevos (Campazzo, Safar y Reinick, quien además sumó 8 puntos).
Con esa arma, le trasladó los nervios al rival, que ya no atacó tan fluido como en el primer cuarto y lo pagó con la poca cosecha de puntos. Una pérdida de Sciutto y la bandeja de Safar tras el recupero, le dieron la delantera a Peñarol por primera vez en el juego (30 a 29). De ahí al final, el dominio en el marcador fue cambiando de manos, pero se la quedó el conjunto marplatense porque encontró dos triples, uno de Leo y otro de Mata. Peñarol mejoró en defensa y en ataque. Se debía una lavada de cara y se la dio, para transformarse en el dominador del trámite y el resultado.
En los primeros dos minutos del tercer cuarto, no pasó nada. El marcador no se movió por las imprecisiones de ambos en el manejo y en los lanzamientos. Pero luego, Peñarol pudo volver a dominar. Salvo “Chuckie” Robinson y Salles, nadie en Monte Hermoso lastimó en ataque. En el “Milrayitas” apareció la habitual cantidad de variantes. Metió un triple “Tato” Rodríguez, llegó otro de Mata, hubo también uno de Diez; y Leiva fue un león defensivo (terminó con 16 rebotes en la noche). Así, Peñarol fue “comiendo” de a poco al rival. Le ganó el parcial 23 a 16 para alejarse 63-51.
Para liquidar el pleito, aparecieron Campazzo y Safar con un triple cada uno. Otra vez, el “Milrayitas” hizo gala de su gran plantel y riqueza individual para que nuevamente un rival no pueda llegar “a tapar todos los agujeros”. A pesar que Monte Hermoso metió un parcial de 6 a 0 y se arrimó un poco con Boccia, resurgió el que más dolores de cabeza le provocó a todos los oponentes en la pasada campaña. Kyle Lamonte anotó 7 puntos en el parcial final, con los que Peñarol pudo llegar tranquilo al cierre, algo que media hora antes, era inimaginable.
Se “calentó” y le salió bien. Transformó la bronca en básquet y volvió a superar a un rival claramente demostrando que en la Zona Sur, no hubo ni habrá con qué darle.