Le fiaron la boleta del Quini 6 y ganó casi dos millones de pesos
|Un taxista de Santiago del Estero tuvo que pedir fiada la boleta del Quini 6 y luego ganó una fortuna. La dueña de la agencia le avisó que era ganador y se dieron un emotivo abrazo. “Le fiaba, pero siempre me cumplió“, aseguró.
El protagonista de esta historia estaba en su casa, pensando en cómo sobrellevar una serie de compromisos económicos que consistían en vencimientos, deudas y facturas que pagar. Hasta ahí no muy distinto a la situación de cualquier jefe de familia que habita en la Argentina.
Se sobresaltó, pregunto qué día era, miró la hora y dijo “uy, me cierra el Quini”. Rápidamente tomó su celular y marcó el número de Claudia, la dueña de la agencia de juego donde el siempre apostaba su “fija”, en muchos casos al fiado, pero siempre cumpliendo con el pago.
“Su crédito es insuficiente para realizar esta llamada, por favor realice una recarga”, fue la amable y al mismo tiempo odiosa voz de “esa mujer” que lo volvió a la realidad: ni crédito para una llamada tenía.
Este taxista santiagueño, padre de dos niños muy pequeños, no se quedó en lamentos. Con el mismo celular escribió un mensaje de texto pidiéndole a Claudia que, si aún había tiempo, le jugara una boleta de Quini 6; le pasó los números y le dijo que al otro día pasaría a pagarle.
Claudia es Claudia Von Arx, propietaria de la Agencia N° 49 y conocida del taxista que resultó ganador de 1.890.390 pesos en la variante “segunda vuelta” del tradicional sorteo.
En diálogo con LA NACION contó que aceptó jugarle la boleta bajo la promesa de que al otro día le pagara la jugada ya que “me cerraba el balance y tenía que entregar todo”.
“Él siempre juega su boletita, pero no lo venía haciendo porque tenía algunos problemas económicos. Por ahí le fiaba y siempre me cumplió”, relató Claudia, quien también dijo que el afortunado ganador es papá de dos chicos muy pequeños y que su esposa trabaja por la mañana mientras él los cuida.
Sin embargo, el ganador no había aparecido el domingo, tal como había quedado de acuerdo con la dueña de la agencia -se había comprometido a pagar la jugada el día después- y fue al otro día, el lunes, que la notificaron que en su local se había vendido una boleta ganadora por casi 2 millones de pesos.
“Cuando revisé todo lo llame urgente. Pobrecito, vino a los 10 minutos y estaba cargando a los nenitos que aún estaban medio dormidos. Nos dimos un abrazo fuerte y emocionado”, relató Claudia, emocionada.
“Todos saben que estas boletas son al portador. Tranquilamente podría haber cobrado el premio. Pero ni se me cruzó por la cabeza. Cuando revisé, vi que era él y conocedora de los problemas económicos que tienen en su familia me alegré enormemente”, finalizó la agenciera.