Lázaro Báez está internado por una “arritmia severa”
|Lázaro Báez fue trasladado desde la cárcel de Ezeiza a la clínica privada Los Arcos por un cuadro de “arritmia severa” que fue detectada por los médicos del Penitenciario Federal. Báez permanecerá internado para realizarse una serie de estudios. Los médicos esperan que en función de los resultados, regrese a su lugar de reclusión. La Justicia pidió un “completo informe” sobre lo actuado y el estado de salud del dueño del Grupo Austral. Norma Calismonte su ex esposa, ya se encuentra en Buenos Aires junto a su hijo Martín Báez. La defensa del empresario K insistirá con el pedido de prisión domiciliaria una vez finalizados los estudios.
El socio comercial de Cristina Kirchner presentó “una arritmia atípica” y por eso se le realizaron una serie de estudios a modo preventivo. “Entró caminando al camión de traslado y va a quedar internado en un sector apartado”, señalaron a Clarín fuentes oficiales. La medida de que permanezca en la clínica fue tomada debido a su “condición de detenido”, ya que fue trasladado con custodia al centro de asistencia médica y debe estar apartado de otros pacientes para todos los estudios coronarios requeridos.
Apenas ingresó, después de las 20.30, el empresario preso estuvo acompañado por el médico del Servicio Penitenciario y permanece con él personal del GEOP, fuerza especializada de seguridad.
En el Sanatorio Los Arcos se encuentra en la habitación 202 a la espera de que se le realicen una serie de estudios cardiológicos. En función de los resultados se decidirá si permanece en cuidados intensivos, por la clase de análisis que requiere o si podrá efectivamente, regresar al Penal.
A la clínica ubicada en el barrio de Palermo, ingresó Norma Calismonte la ex esposa del empresario K que viajó apenas le informaron del estado de salud de Báez. El mayor de los hijos varones, Martín se encuentra en Buenos Aires, mientras que parte de la familia permanece en Río Gallegos.
Báez ya había sido tratado en la cárcel por esa dolencia, que padece desde antes de su detención. Ante los chequeos habituales propios de este cuadro, los médicos detectaron una serie de sintomatologías que ameritaban “estudios más a fondo”. Fue por ello que se solicitó su trasladado a la clínica Los Arcos, en Palermo. Fuentes médicas señalaron que su situación es “estable” y que no reviste mucha gravedad.
Sin embargo, la defensa a cargo de Maximiliano Rusconi, espera los resultados del último informe para insistir -como en septiembre del año pasado- que la Justicia le conceda a Báez la prisión domiciliaria.
El primer informe médico dentro del Penitenciario, indicó que el empresario K sufrió un cuadro arritmia con parámetros “fuera de lo habitual”. “Se le hincharon los pies y no mostró un buen semblante”, según confiaron las fuentes. Ante esta situación, el personal médico del SPF -a modo preventivo y ante los sendos pedidos de la defensa de Báez por su estado de salud-, pidió un control externo que obligó a su internación.
Para trasladar al empresario preso en Ezeiza desde abril del año pasado, intervino la Justicia. El juzgado de Lomas de Zamora anotició informalmente al juzgado de Casanello del traslado a la unidad coronaria de Los Arcos, pero no confirmaron aún el ingreso de un pedido específico por el cuadro que presentó Báez. El Magistrado solicitó que informe al jefe de la Unidad Penitenciaria, “sobre el traslado, todo lo actuado y el estado de salud” del empresario K.
La pericia médica
Después de solicitar en reiteradas oportunidades la excarcelación, la defensa de Báez a cargo de Maximiliano Rusconi insistió con el pedido de la prisión domiciliaria, algo también denegado por la Justicia. El argumento principal utilizado por el abogado era que el empresario K había “desmejorado en su salud desde su ingreso al Penitenciario”.
A raíz de estos planteos a pedido del juez Casanello, al empresario K se le realizó una pericia médica, que confirmó que antes de ingresar al penitenciario sufría ciertas patologías que si bien, no revestían gravedad, requerían de un tratamiento frecuente.
“Lázaro Báez mide 1,71, pesa 88 kilos, presenta antecedentes de hipertensión, diabetes tipo II y asma bronquial”, según detalla las primeras páginas del informe médico que el Cuerpo Forense realizó. Fue examinado por un cardiólogo y un neumonólogo entre otros especialistas, y una de las conclusiones es que sus patologías son “crónicas” y requieren “tratamiento multidisciplinario” además de ejercicio y controles periódicos.
Según los especialistas del cuerpo médico forense, las patologías que sufre Báez guardan un “curso crónico”, y requieren -según el informe de 19 páginas al que accedió Clarín-, un tratamiento que incluye: medicación, cuidado de hábitos higiénico-dietéticos, “con realización de ejercicios y controles periódicos”. Los médicos del Penal le realizan al empresario K, con la frecuencia ordenada, todos los controles.
El dueño del Grupo Austral lleva un año preso por lavado de dinero, y ya acumuló cuatro procesamientos y embargos que contabilizan los $ 11.000 millones.