La salud de Varisco: un hermetismo inconducente
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Lamentablemente, impera un hermetismo preocupante acerca del estado de salud del intendente de Paraná. Si bien el secretario de Comunicación de la Comuna, Rodolfo Cisilin evidenció una sana postura en salir a la palestra ante el insistente llamado de los medios sobre las primeras horas de esta noche navideña, falta seriedad formal en lo científico respecto a tan delicado tema. El precitado funcionario no lo admitió pero tampoco lo negó. Extraoficialmente, el “cortocircuito” radicaría en que no se habría dado una información precisa desde el nosocomio donde se encuentra internado en Terapia Intensiva el presidente municipal. La versión surgida desde la prestigiosa clínica es que familiares y galenos acordaron este “bloqueo” informativo infecundo.
Pasadas las 21 de este lunes de natividad, fueron infructuosos los llamados desde nuestra Redacción al Sanatorio La Entrerriana hasta que el médico de Guardia, Lucas Gutiérrez, tuvo la deferencia de atender nuestra requisitoria aunque prefirió -respetuosamente- requerir la pertinente reserva en cuanto al requerimiento periodístico de rigor.
De este modo, más allá de la proverbial gentileza del clínico, no obtuvimos el parte imprescindible y solo una explicación informal, realizada al solo efecto de cumplir cortésmente con la atención solemne a un medio de Prensa.
Luego de este breve enlace, improductivo por cierto, tuvimos la posibilidad de dialogar telefónicamente con el secretario de Comunicación de la Municipalidad de Paraná, quien sucintamente se refirió al estado del intendente capitalino, aún internado en terapia intensiva por un cuadro de severa arritmia cardíaca, a la espera de los resultados de variados estudios médicos que estipularán los pasos a dar en pos de su resguardo cardiológico.
“El intendente se encuentra bien, lúcido, y es elocuente su mejoría en relación a cómo había ingresado. El cuadro tuvo una positiva evolución y se aguardan los resultados de distintos exámenes para procederse a cumplimentar el adecuado protocolo respecto a esta clase de episodios coronarios. Mientras, la idea sería derivarlo a sala común este miércoles”, informó Cisilín quién asintió que se optó por estipular este sigilo o mutismo ante la ausencia de un parte suficientemente acreditado teniéndose en cuenta el estado de salud de Varisco.
“Es muy reducido el círculo íntimo de familiares y funcionarios más cercanos que lo visita en los horarios oportunos. De modo principal están su hija, Lucía, y la concejal Claudia Acevedo, quienes más lo han acompañado, al igual que su hermano mayor y la madre”, amplió Cisilín, resumiendo que “hay que esperar pacientemente, ser muy prudentes en lo que se dice y hace”.
Una mesura contraproducente
Ante todo, agradecemos la caballerosidad, la corrección del sucesor de José Escobar en el área de Prensa del municipio. Pero no podemos evitar ingresar en el terreno de la subjetividad.
Hay que simplemente referirse a otros casos de resonancia pública nacional. Esta clase de circunstancias requieren de una coordinación aceitada entre instituciones. Y no podemos minimizar la gravedad de la coyuntura. Se trata del presidente del Ejecutivo municipal.
Peor aún… Son infinitas las versiones, los trascendidos. A lo largo y ancho de la ciudad son incontables las especulaciones y lógicamente hubo eco en medios nacionales de envergadura.
Sin claridad, sin exactitudes o puntualidades escrupulosas, se da rienda suelta a toda clase de trascendidos.
Y más allá del imaginario social, debe prevalecer la notificación científica o irrefutable. O sea, la suscripta, la refrendada por los galenos representantes de la entidad médica en la cual está siendo tratado convenientemente.
Sin ese parte, los rumores tienden a ramificarse peligrosamente por lo cual la “reserva”, la confidencialidad deriva en un enigma contradictorio.
No solo en cuanto al estado de Salud del intendente sino hasta con respecto al orden institucional de la Comuna con esta particular situación inesperada, sumado a la relación poco constructiva entre Varisco y su viceintendenta, Josefina Etienot.
De más está remarcar la conflictiva problemática inherente a la causa que vincula al presidente municipal con la Justicia Federal, en relación a una resonante causa por narcotráfico.
Los murmullos, los chismes, los cuchicheos pueden inequívocamente mutar en invectivas, en difamaciones execrables que terminan mancillando a un Varisco, al fin de cuentas, indefenso en su convalecencia.