“La Pecera” hace agua… Un Complejo Educativo en complicadas condiciones
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- ¿Qué pasa con el progresivo deterioro del Complejo Educativo Juan Domingo Perón? Puede haber muy buenas intenciones en cuanto a proyectar reparaciones y/o proceder a mantenimiento básico diario. Eso no se discute, pero la imagen que evidencia la fachada es tétrica. Galería de fotos.
El Complejo “La Pecera” alberga diariamente a miles de estudiantes de varias instituciones educativas de la ciudad.
Si bien desde el comienzo de su construcción fue objeto de críticas diversas, que abarcaron esencialmente su concepción arquitectónica en función de la especificidad de la tarea a la cual debería servir, refutándose elementales parámetros de funcionalidad y estándares de seguridad y comodidad, cuestiones ambientales que deben jugar armónicamente, hoy lo coyuntural es la deplorable imagen de su frente con vidrios rotos, canteros descuidados, pegatina de diferentes afiches y como ya enunciamos en el verano, previo a clases, una salida lateral por escaleras clausurada peligrosamente por una rama de palmera.
Y ojo… No enunciamos esto solo por la postal de desidia que otorga el edificio. También por la peligrosidad que está latente.
Somos conscientes de la cantidad de escuelas con severas falencias estructurales. Sabemos de cómo se encuentran desarrollando sus ciclos lectivos diferentes establecimientos, pero una cosa es demoler y levantar una nueva obra, y otra regar canteros, ponerle flores, cambiar e higienizar vidrios, podar árboles cuyas ramas obstruyen pasos o causan diversa complicación, e instalar allí una eficiente custodia que con una rigurosa presencia PREVENTIVA, impida nuevos deterioros.
“La Pecera” está como abandonada. Sus grandes mamparas vidriadas lo dicen todo. Años atrás se hablaba del estado de los techos, tanque de agua, desagües, el cielorraso, la instalación eléctrica, revoques y pintura. Hoy, solo nos gustaría ver personal remozando el frente. No pedimos tanto. No somos tan exigentes.
Allí interactúan más de mil alumnos a diario, pertenecientes a diferentes niveles, sumado a ello decenas y decenas de docentes, que, junto a autoridades, conforman una Comunidad educativa amplísima y heterogénea.
¿No merecen desarrollar sus estudios en un ámbito más digno?… Pero aparte… ¿es bueno dar esa postal a los habituales transeúntes?