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La miseria, madre de tantas desgracias

La postal es dura. No tan nítida, por ser un reporte gráfico hecho por uno de nuestros lectores con su celular. Pero sí es dramática. Peatonal y Urquiza. Medianoche de ayer. Una madre revuelve basura con sus críos. De hecho, uno de ellos, se metió en el contenedor para abrir bolsas. No buscaban cartones. Querían comida.

 

Según las mediciones, estadísticas del PROSANE o área de Nutrición y Maternidad e Infancia, y hasta de  los Centros de Salud con el trabajo “en terreno”, la desnutrición (o bajo peso) infantil es prácticamente nula/o en Entre Ríos.

 

Sin embargo, los desnutridos no han dejado de existir: han dejado de ser contabilizados. ¿Quién falla? ¿Se le echará la culpa al gobernador?

¿O se dará la lógica, lo coherente, de analizar en profundidad los datos que surgen de algunas oficinas y quizás se realizan con esquemas tan peculiares como escasamente comprobables en cuanto a su veracidad y que luego se replican y copian en otras esferas?

 

¿No llegó el momento de detenerse y reflexionar si los funcionarios de Salud a cargo de tan trascendente labor están fallando por su propia impericia o por confiar en subalternos que no llevan a cabo su responsabilidad con competencia y HONESTIDAD?

 

“Hay Programas garantes de esta gestión de recuento CABAL, pero se pasan los números entre ellos, modificando pequeños datos para que no se note la copia fiel, sin desarrollarse los censos en terreno como deben acometerse apropiadamente”, nos contaron en pasillos de la Casa Gris.

 

“Hay coordinadores que se preocupan, que trabajan activamente y con una honestidad probada. Pero hay otros que no tienen escrúpulos en manejar fondos nacionales, dibujan presupuestos, no se hacen las tareas de campo de modo adecuado, se inventan cifras y la fiesta continúa”, agregaron con gesto de indignación.

 

Al parecer, el factor edad de los niños, la relación entre su estatura y su peso, el índice de Masa Corporal, no son tomados en forma apropiada. O directamente ni se hacen esos controles, mientras se pasan facturas con fondos que van a parar a algún bolsillo.

 

¿Por qué no somos francos? Si hay precariedad laboral y habitacional más allá de los esfuerzos indudables, indiscutibles del Gobierno, en forma INEVITABLE e INDUDABLE hay desnutrición. Por más que no se quiera reconocer.

 

Las condiciones en las cuales viven muchos argentinos aún son críticas. Se trata de menores que viven en casas precarias junto a familias numerosas, donde los mayores o tutores hacen changas o recogen vidrios y cartones

 

Las condiciones de algunos barrios aledaños al centro son altamente peligrosas. Con depósitos de basura a cielo abierto, espejos de agua estancada (a veces hasta dentro de las casas), con proliferación de gusanos, moscas, mosquitos y ratas provenientes de estos focos infecciosos.

No hay cloacas ni pavimento, y en muchos casos se trata de menores sometidos al trabajo infantil, al “cartoneo” o “cirujeo”, y/o que directamente deben revolver la basura para obtener alimento generándose serios problemas socio-sanitario, los cuales luego provocan Centros de Salud, Dispensarios, Hospitales atiborrados de pacientes.

 

Por ende, la adulteración de las cifras de la miseria produce un resultado nefasto: genera más miseria.

 

Las políticas públicas destinadas a mejorar las condiciones de vida y paliar problemas como la desnutrición infantil y materna EXISTEN. Hay gente que trabaja denodadamente, pero en nuestra propia provincia hay otros funcionarios que deben elaborar informes CLAVES y no lo hacen de manera JUSTA, ECUÁNIME, REAL y el costo no solo lo pagan las arcas del Estado sino en especial lo pagan los niños, con sus propias vidas por enfermedades asociadas con dicha desnutrición NO RECONOCIDA.

 

Estamos hablando de niños que, en su mayoría, no ingresan al programa nutricional y por lo tanto agravan su situación día a día. Los niños que padecen desnutrición durante los primeros dos años de vida tienen una altísima posibilidad de sufrir retrasos mentales, y durante el resto de su vida, si sobreviven, serán capaces de aprender cosas rudimentarias, como escribir su nombre, y posiblemente algún oficio simple que les permita mantenerse.

 

Urribarri debe URGENTE intervenir el sistema de salud entrerriano. Su gestión ha tenido innumerables aristas positivas, pero hablando de este delicadísimo tema, deberá PROFUNDIZAR YA quienes le son leales, y quienes están deteriorando su CREDIBILIDAD con espurias actitudes.