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La llegada de Messi podría cambiar algo en Estados Unidos que ni el Fútbol Americano pudo

En Argentina, casi indiscutiblemente el deporte más popular e “importante” del país, es el fútbol. En Estados Unidos, también… bueno, el “football” americano. La llegada de Lionel Messi revolucionó tanto al país norteamericano que todavía no jugó su primer partido con el Inter Miami pero va camino a lograr algo que las estrellas de la NFL no pudieron: hacer que los estadios cambien el césped sintético por uno natural, un viejo pedido del Fútbol Americano.

Lo dicen los números: el riesgo a sufrir lesiones graves son mayores cuando se juega sobre carpeta artificial. Uno de ellos recopiló datos de lesiones en la MLS entre 2013 y 2016, y la tase de lesiones por partido fue de 1,54 para el césped artificial contra 1,49 en el natural. Un valor que no parece decir demasiado.

Sin embargo, la estadística es más alarmante cuando se pone la lupa sobre el futbol americano, más precisamente en el ámbito colegial. Entre 2004 y 2013 se dieron 2.460 lesiones de rodilla, de las cuales 116 fueron roturas de ligamento. ¿Cómo fue la comparación entre césped artificial y natural? Casi tres veces más (2,94) ocurrieron en terrenos con pasto sintético. Por eso, la NFL pide a gritos un cambio pero no tiene respuesta.

Mantener un césped natural tiene un costo mayor, aunque el futbol americano no tiene precisamente problemas de dinero. En 2021 firmó un contrato de 11 años con la TV por 110 mil millones de dólares. El problema reside en lo complicado que es mantener el terreno en buen estado sin sufrir las inclemencias del tiempo: la temporada de la NFL comienza en septiembre y termina en febrero, en la parte más fría del calendario para Norteamérica.

La MLS también viene cuestionando desde hace años el uso de carpeta artificial. Si bien el clima es menos agresivo durante la temporada, el factor monetario influye y mucho. En mayo del año pasado, el capitán de los Atlanta United y una de las figuras de la selección de los Estados Unidos, Miles Robinson, se rompió el tendón de Aquiles en su cancha y se perdió la Copa del Mundo.

Además del aumento en las lesiones, los deportistas hablan de un desgaste físico extra que luego les demanda más tiempo para recuperarse. El propio David Beckham lo señaló en 2007, cuando dejó el Real Madrid para sumarse a Los Angeles Galaxy.

“Como atleta profesional, no puedes jugar un juego como el fútbol en ese tipo de campo. Lo que le hace a tu cuerpo… Te quedas en pedazos durante tres días después de cada partido. Los equipos deben tener césped natural, sin duda. No puedes pedirle a ningún atleta que se desempeñe a un alto nivel en ‘FieldTurf'”, decía Sir David, mencionando la marca que comercializa esta superficie con el aval de la FIFA.

Por eso, no sorprende que el DRV PNK Stadium donde juega el Inter Miami de Beckham tenga un césped como el de cualquiera de los equipos grandes de Europa, lo que permitirá que Leo, Busquets, Jordi Alba y todos los que vengan se sientan como en casa.

Esta semana, mientras hablaba del efecto de la llegada de Messi y la evolución del fútbol en USA, el comisionado de la MLS, Don Garber, firme en su cargo desde 1999, sugirió que los equipos que tienen césped artificial pasen a utilizar natural en los próximos meses.

“Creo que muchas estrellas internacionales vienen a la Major League Soccer y están intrigadas o preocupadas por no jugar en el césped”, esgrimió el veterano dirigente durante el All Star Game celebrado esta semana en Washington.

Y agregó: “Mis expectativas son que eso es lo que harán (usar césped natural), pero hay mucho trabajo por hacer para resolver todo eso. La MLS promueve muchos juegos internacionales y hemos podido llevar césped natural a esos estadios, pero nunca lo hemos hecho para un juego de temporada regular”.

Hoy por hoy, seis estadios de la MLS tienen césped artificial: Gillette Stadium (New England Revolution), Providence Park (Portland Timbers), Lumen Field (Sounders FC), Bank of America Stadium (Charlotte FC), BC Place (Vancouver Whitecaps) y Mercedes-Benz Stadium (Atlanta United). Además, otro cuatro equipos cuentan con superficies híbridas que combinan césped con raíces reforzadas junto con fibras sintéticas.

El Inter Miami de Lionel Messi debe visitar Atlanta y Charlotte en septiembre y octubre, respectivamente, en las fechas finales de la Conferencia Este de la MLS.

Según estimaciones, poner una alfombra de césped natural sobre el artificial cuesta unos 700 mil dólares. Garth Lagerwey, presidente del Atlanta United, ex club del Tata Martino, ya avisó que ellos no harán modificaciones.

“Puedes preguntarle al Tata, él está familiarizado con la calidad de nuestro césped. Él puede explicarles a sus jugadores lo bueno y seguro que es jugar en nuestro estadio”, dijo Lagerwey, presente también en el All Star.

La llegada de Lionel Messi al fútbol de los Estados Unidos promete revolucionar al deporte en este país y de a poco empiezan a llegar las señales de ese efecto.

 

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