La interna de la barra brava de Boca tuvo otras dos muertes
Dos hinchas de Boca murieron y otros cuatro resultaron heridos tras un tiroteo entre dos facciones de la barrabrava del club en las inmediaciones del estadio de San Lorenzo, fuera del perímetro policial montado para el operativo de seguridad del clásico amistoso, que finalmente fue suspendido.
Una persona de 35 años, identificada como Marcelo Carnevale, falleció inmediatamente, a las 14.50, en el cruce de Lafuente y Ana María Janer, lugar de la pelea, por un tiro en el tórax, confirmó a Télam el titular del SAME, Alberto Crescenti.
Otra de 44 años, conocida como Ángel Díaz, sufrió el deceso minutos después, en el hospital Santojanni del barrio Mataderos, por una herida de bala en la región dorsal, con salida por el abdomen, informaron a Télam fuentes policiales.
Los mismos voceros precisaron que un sospechoso, portador de una pistola calibre 45, marca Colt, fue detenido en la intersección de las calles Mariano Acosta y Riestra, cercana al sitio del tiroteo.
Además, quedaron heridas al menos otras cuatro personas, una de ellas, de 25 años, con un disparo en un miembro inferior, internado fuera de peligro en el mismo centro sanitario.
Los tres agredidos restantes fueron trasladados al hospital Argerich, donde también permanecían sin riesgo de perder la vida, agregaron las fuentes consultadas.
Testigos del incidente graficaron que el choque de barras consistió en “una batalla tremenda”, en la que se escucharon “más de cien tiros”, al tiempo que la Gendarmería confirmó a Télam que fueron secuestrados unas 80 vainas servidas.
Los investigadores policiales apuntaron a esta agencia la hipótesis de que las dos facciones pautaron encontrarse en el lugar donde se produjo el tiroteo.
La nueva interna de la barra de Boca habría sido protagonizada entre el grupo de “Lomas”, cercano al exlíder Rafael Di Zeo, y el sector que actualmente detenta el poder de “La 12”, a cargo de “Fito” Devaux, segundo del detenido Mauro Martín.
Los hechos ocurrieron unas cuatro horas antes del partido amistoso correspondiente a la Copa de Invierno, que era tomada como un banco de pruebas para el regreso del público visitante a los estadios.
Esa restricción la impuso la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) luego de la muerte de un hincha de Lanús en el estadio Ciudad de La Plata, ocurrida durante el pasado torneo Final de primera división.
Una vez conocida la suspensión del clásico, el Twitter oficial de San Lorenzo adelantó que el partido se jugará el próximo miércoles 24 en horario a confirmar.
Hubo una advertencia
Clarín a través de una nota, firmada por Enrique Gastañaga, en la que se advertía sobre un enfrentamiento sangriento en el Nuevo Gasómetro.
El texto decía: Es una linda propuesta para estas vacaciones de invierno el clásico de hoy entre San Lorenzo y Boca. Sin embargo, en medio de esos interesantes matices futboleros, hay sospechas que preocupan y meten miedo.
El disparador es la interna de La Doce, que ya acumula varios capítulos sangrientos y hoy de nuevo amenaza. A la conducción oficial de la barra brava de Boca llegó la información de que la facción disidente había elegido este domingo para ir a recuperar la tribuna.
Los ¿ex? Rafael Di Zeo (hace tiempo le anunció a Clarín que se retiraba del para-avalanchas, pero en el mundo barra nadie le cree) quieren aprovechar que hoy se pondrá a la venta un remanente de entradas en el Nuevo Gasómetro para hinchas de Boca, a partir de las 15 y en las boleterías de la Avenida Varela, las populares a 60 pesos y las plateas a 120.
Algunos de los disidentes habrían propuesto acampar desde anoche para asegurarse la compra de tickets, aunque al cierre de esta edición esa situación aún no se había trasladado a la realidad.
La idea es exprimir este momento de aparente debilidad de La Doce oficial, que muestra a sus dos máximos líderes presos por el homicidio de Cirino: el jefe, Mauro Martín, está detenido en Devoto; y el 2º y cerebro de la hinchada, Maximiliano Mazzaro, se encuentra preso en Ezeiza.
Eso sí, Cristian Fido Debaux, el 3º que pasó a ser 1º, ya tomó todos los recaudos. La decisión de quienes manejan La Doce oficial es ir al Bajo Flores dispuestos a todo, para demostrar que pueden y saben sobrevivir sin sus máximos jefes.
Los detalles de estos últimos movimientos de las dos facciones de la barra de Boca se filtraron desde Tribunales, a partir de las permanentes escuchas telefónicas que siguen sumándose en la causa de asociación ilícita que investiga el juez Manuel de Campos y que involucra tanto a los violentos como a la dirigencia del club.
En La Plata, ya hubo un choque. Fue el sábado previo al amistoso con Estudiantes, hace ocho días. La Doce oficial, a los golpes y rompiéndoles, evitó que los disidentes de Lomas compraran entradas. Con el miedo de vuelta en escena y al menos por una vez, ¿los encargados de la seguridad sabrán tomar nota para evitar otro capítulo de tiros y sangre?