La Iglesia advirtió por la “delicadísima” situación del trabajo en Argentina: “Muchísimos no llegan a fin de mes”
|En vísperas de la celebración de mañana de San Cayetano, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, advirtió que el país atraviesa una situación “delicadísima” por la que “muchísimos trabajadores no llegan a fin de mes”.
“Nosotros vivimos en nuestro país una situación delicadísima. Hay muchísimos trabajadores y trabajadoras que no llegan a fin de mes y esto angustia muchísimo”, dijo y remarcó que “miles de trabajadores que trabajan en la economía popular”, entre los que enumeró a cartoneros, feriantes, vendedores ambulantes, mujeres que cuidan niños, personas mayores y enfermos, y personas que realizan changas para subsistir.
“Tantos trabajos en la que no rige la plenitud de los derechos, están como subocupados. Y muchas veces se ven sometidos al maltrato de opiniones que vienen de posturas de mente y corazón de mucha insensibilidad y de mucha incomprensión”, detalló.
Las palabras de Ojea se dan luego de que en la semana se conociera que la indigencia o pobreza extrema subió del 8,2% al 8,9 % y la pobreza del 34,2% al 38,7 %. Las cifras se desprenden del procesamiento de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que difundió este viernes el INDEC, que registra aumentos de la pobreza todos los tramos de edades. Esto pasó por el empobrecimiento de los trabajadores ocupados en todas las modalidades laborales (registrados y no registrados) y en los que desempeñan por cuenta propia.
A su vez, el obispo de San Isidro planteó que reclamar “trabajo” es pedir “por la dignidad” y vinculó las oraciones que se le hacen al ‘patrono del pan y del trabajo’ con la obtención de “justicia” y de “paz”.
“Cuando pedimos trabajo, pedimos por la dignidad, porque el trabajo hace a la dignidad de la persona”, expresó el obispo de San Isidro en un video publicado ayer por la CEA en su canal de YouTube.
Ojea consideró que el trabajo “no es un objeto de compraventa” ni “un objeto de consumo” y lamentó que la persona desempleada “siente que está de sobra, que no vale”.
“Se siente herido en su dignidad, esa dignidad que solamente le da el ser hijo de Dios. Todos nosotros somos hijos de Dios y tenemos este derecho a trabajar”, agregó.
Además alegó que el pan “es un derecho universal de todos los seres humanos” y replicó: “Cuando hablamos de pan, hablamos de justicia”.
Para el presidente de la CEA, cuando se le pide al “santo del pan y el trabajo” lo que se le está pidiendo, dijo, es “paz”.
“Nosotros luchamos de verdad para que todos puedan tener trabajo y para que sean respetados todos los trabajadores, aún aquellos que no pueden vivir la plenitud de todos sus derechos”, insistió.
Entonces, explicó que la paz “se construye trabajando juntos” para que todos puedan “acceder a estos bienes de los cuales es intercesor San Cayetano: el pan y el trabajo”.
El obispo destacó la celebración de mañana por San Cayetano y pidió sumarse “en la oración a tantas hermanas y hermanos nuestros que van a acudir no solamente al Santuario de Liniers, sino también a tantos santuarios que están extendidos en todo el país para pedir por el pan y por el trabajo”.