La IGJ lapidaria con el caos CABB: ¿y ahora qué dirá Vaccaro?
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- La Inspección General de Justicia (IGJ) determinó la intervención de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) por el lapso de 180 días. Las anomalías graves de una gestión incongruente a cargo del pampeano Germán Vaccaro, con la complicidad de TODA la dirigencia que no supo poner coto a un manejo elocuentemente irregular y una asombrosamente TARDÍA reacción de la prensa porteña como de la propia Generación Dorada, forzaron el revulsivo.
El pasado 28 de julio la IGJ allanó las oficinas de la CABB, y detectadas serias anormalidades en la faz administrativo-financiera se resolvió emprender el procedimiento de interposición o arbitraje, tomando injerencia el bahiense Federico Susbielles como interventor para que acometa las medidas de fiscalización y resguardo adecuadas.
Amén de la histórica deuda con los jugadores profesionales del seleccionado mayor de básquet, por la falta de pago de viáticos y premios derivados de las participaciones en competencias internacionales, entre los datos concretos inherentes a la comprobación de inconsistencias en el manejo de los fondos, ausencia de transparencia en la contabilidad y violación a las resoluciones técnicas que rigen la materia, se pueden destacar:
-deuda contraída en el año 2011 con la empresa financiera LEBE S.A., que originalmente ascendía a un monto de PESOS UN MILLON CUATROCIENTOS MIL ($ 1.400.000), y que actualmente dicha deuda llega a casi PESOS CUATRO MILLONES ($ 4.000.000).
-Obligación generada con la empresa RIO URUGUAY SEGUROS, por un monto idéntico, que no fue registrada en el ejercicio correspondiente al año 2013.
-Crédito originado a favor de la FEDERACION INTERNACIONAL DE BASQUETBOL (F.I.B.A.) ante el préstamo solicitado en octubre del año 2012 por el entonces presidente de la Confederación local, señor Germán VACCARO por un monto de DOLARES ESTADOUNIDENSES CIENTO CINCUENTA MIL (U$S 150.000), tampoco reflejado en la contabilidad de la Entidad.
–Gran cantidad de cheques rechazados por falta de fondos en una de las cuentas de titularidad de la Confederación en el BANCO DE LA NACION ARGENTINA por un total de más de PESOS OCHO MILLONES ($ 8.000.000).
-Existencia de una importante deuda previsional con la ADMINISTRACION FEDERAL DE INGRESOS PUBLICOS (AFIP).
–Deudas con la agencia de viajes HUB TRAVEL por pasajes emitidos.
-Deuda con FIBA que asciende a la suma de DOSCIENTOS SETENTA Y SIETE MIL CUATROCIENTOS CINCO DOLARES ESTADOUNIDENSES (U$S 277.405).
-Manejo informal de los recursos humanos, en violación a la normativa laboral vigente.
-Llevado irregular de los libros sociales y la falta de celebración en tiempo y forma de las reuniones del órgano de administración y de las asambleas, con el natural menoscabo al derecho de información de las entidades afiliadas.
-Ausencia de Libro de Actas de Asamblea Nº 3, habiéndose alegado por la Entidad su extravío y que, requeridos los libros contables, fueron informados de que no se encontraban disponibles en la sede social.
-Ausencia de libro de registro de asociados rubricado, cuya rúbrica resulta obligatoria conforme artículo 373 inciso 2) de la Res. (G) IGJ 7/05, e irregularidades varias en la forma en que son llevados los libros sociales, como la falta de completitud en sus asientos y el extravío del libro de actas de asambleas sin efectuar la denuncia pertinente y la consecuente rúbrica de nuevo libro en su reemplazo.
-Utilización de un estatuto social que no es el aprobado mediante la pertinente Resolución de esta Inspección General, conforme surge de lo actuado y que por ende, no se encuentra vigente (artículos 395 y 396 de la Resolución (G) IGJ. Nro. 7/05). En función de ello, puede verse por ejemplo, que algunos de los cargos que componen el actual consejo directivo no están previstos en la normativa, tal como el de vicepresidente 3º.
Tal cual lo expresa la norma, no puede dejar de soslayarse que tal cuadro de desorden administrativo pone —necesariamente— en riesgo el bien jurídico protegido con la consecuente posibilidad de fulminar el desarrollo de actividades sociales e incluso la vida misma de la Confederación.
Y bien vale recalcar lo ocurrido con quienes estaban con Vaccaro: a ver… ¿recuerdan a Daniel Zanni? ¿Aquel hombre fuerte de la política santiagueña??? Sí; ese que asumió con bombos y platillos y después renunció, dijo que no renunciaba y pegó el portazo… Impresentable…
¿Se acuerdan de la provisoria reasunción de la presidencia por el señor Ricardo SIRI??? El chaqueño que había heredado la Sucesión Vaccaro… Bueno… El hombre fue “traicionado” según sus propios conceptos, después debió reasumir con la “fuga” de Zanni y enseguida se percató de lo que podía ocurrir en los días subsiguientes.
Con su dimisión llegó la hora de abandonar el barco por parte de la casi la totalidad del Consejo Directivo, o sea: señores Guillermo LOMBARDI —Vicepresidente 2°—, Vicente Oscar CASTELLANO —Secretario General—, Carlos Alberto ALVAREZ —Prosecretario—, Gerardo Miguel MONTOYA —Tesorero—, Alejandro GATTI —Protesorero—; de los Vocales Titulares, señores Mario ONTIVERO; Othar MACHARASHVILLI y Juan Carlos CUADRI y de los Vocales Suplentes Juan Esteban ORDENAVIA y Rubén Adrian LABARERRE y Fernando Marcelo GOLOB
Quedaron en sus cargos solamente dos (2) consejeros titulares y un (1) suplente.
Respecto de la Comisión Revisora de Cuentas, se fueron Alberto Rubén GROSSO y Guillermo RUSCONI miembro revisor suplente.
Ah… Luego de años fastuosamente “festivos”, varias de las renuncias presentadas se fundamentaron en” la imposibilidad de remontar la crisis financiera e institucional”.
Si bien desde la IGJ se entiende que los no renunciantes no se hicieron presentes pese a la vista corrida a la Confederación y ello hace suponer el abandono fáctico de sus funciones, no se puede desconocer que hay contiendas internacionales que se están desarrollando con presencia de autoridades, entre ellas, el Ing. Carlos Álvarez, presidente de la FeBER y hombre “fuerte” de la Gestión Vaccaro, quien, paradójicamente termina siendo uno de los más acérrimos denunciantes de la parranda en la cual, extrañamente, él también termina siendo parte habida cuenta que se ha acreditado suficientemente el flagrante incumplimiento por parte de los miembros del Consejo Directivo de las obligaciones propias de un administrador diligente, tal como se desprende de las gravísimas irregularidades y ausencia de transparencia en el manejo de la contabilidad, con graves violaciones a las normas técnicas aplicables y que han conducido en definitiva a la entidad al actual estado de situación.
Merece resaltarse que hay sobrada jurisprudencia la cual versa sobre que la responsabilidad del presidente y otros miembros de la comisión directiva, no releva la de los demás integrantes que tenían el deber de administrar los medios para corregir las deficiencias y mejorar la administración social o, eventualmente, ejercer las acciones contra quienes no actuaban de acuerdo al mandato recibido, cumpliendo sus obligaciones.
Palmariamente ha quedado en evidencia un claro desinterés por la vida institucional y por la búsqueda de soluciones internas que permitan revertir el caos institucional al que han llevado a la entidad madre del baloncesto argentino.
¿Cuántas notas dedicamos a reflejar la perceptible responsabilidad del presidente y del tesorero de la Confederación, la violación de los deberes que el estatuto les confiere; el primero de ellos en cuanto cabeza de la conducción y representante legal, estando entre sus obligaciones la de “velar por la buena marcha y administración de la Confederación, observando y haciendo observar el estatuto, los reglamentos y las resoluciones de las asambleas y las del cuerpo representativo” y el segundo en cuanto a su responsabilidad en el llevado de los libros de contabilidad en legal forma, confección de balances trimestrales y del balance general anual???
Pero además… ¿cuántas veces nos referimos a la complicidad de la Comisión Revisora de Cuentas, cuyos miembros no procedieran acorde a lo que es materia de su competencia en punto a controlar el manejo contable de la entidad???
Los integrantes de la misma debían vigilar la observancia de las leyes y de los estatutos, tanto en la actuación de la dirección, como en la forma de la convocatoria a asambleas, la legitimidad de sus decisiones, etc… En particular tiene el deber de revisar periódicamente los libros de contabilidad de la entidad y todos los documentos que se refieren al movimiento de fondos. ¿Y???
Por consiguiente, su silencio y la omisión de cumplimiento de sus obligaciones estatutarias evidencian un injustificable abandono de sus funciones que, seguramente, de haber actuado de conformidad al rol asumido, habría podido evitar que se llegase a la situación gravosa ya descripta, algo en lo cual la IGJ es clarísima en su ponencia.
Ahora bien… Podemos ponderar a Carlos Álvarez, presidente de la FeBER y a su par de la Federación de Santa Cruz por denunciar el grave desorden institucional y la crítica situación económica-financiera de la CABB, así como una serie de irregularidades en el manejo administrativo y contable de la institución, pero… conociendo la coyuntura y su propia delación, ¿no hubiese sido fecunda la presencia de ambos directivos en el medio de esta problemática?
Nos dirán… “¿Y qué hacemos con el viaje programado y las responsabilidades asumidas para el mismo?” Sin dudas que es un tema delicado para analizar, pero la IGJ es clarísima, en cuanto a la virtual ausencia de adecuada conducción de las actividades de la entidad, más las graves irregularidades que afectan tanto la faz institucional como la económica, todo lo cual conlleva a un aumento del riesgo de que la entidad no pueda proseguir con el desarrollo de sus actividades, lo cual ameritó, sin más, adoptar una medida suficiente, que garantice la normalización de la institución y posibilite el efectivo desarrollo de su objeto social.
En conclusión… La Inspección General de Justicia termina dando anuencia, avalando, lo que Cuestión Entrerriana COMO ÚNICO MEDIO DEL PAÍS, salió a denunciar mucho antes de la renuncia de Vaccaro, MUCHO ANTES.