La Hernandarias-Paraná crece, pero no su difusión
|ESPECIAL (Por Francisco Pancho Calderón).- La trayectoria de cinco lustros en el periodismo, el ser uno de los pocos reporteros aún en actividad que cubrió, durante éste lapso de profesión, cada edición del Maratón Acuático Internacional Más Largo del Mundo, y la suficiente razón de haberlo hecho en los últimos años PURA Y EXCLUSIVAMENTE por pasión y dedicación desinteresada, me confiere de la suficiente autoridad para analizar hechos y dichos de la frustrada última edición. La Hernandarias-Paraná mantiene su grado de evolución, aunque lentamente y con defectos o carencias que -bajo responsabilidad de la Asociación Barrancas del Paraná- ya podrían haberse corregido o dar signos de propensión al cambio. Lo más palpable: el estancamiento o hasta involución en cuanto a calidad de difusión, lo cual perjudica notoriamente la imperiosa gestión de marketing.
Para algunas plumas rentadas, y que desarrollan su labor bajo dependencia de áreas laborales que confieren compromisos profesionales de acuerdo a capacidades -no en tela de discusión o debate- todo estuvo más que bien y se lanzó manteca al techo sin la más ínfima porción de análisis, evidenciando que LAMENTABLEMENTE se sigue afianzando una idea-hipótesis de incipiente ABSOLUTISMO TIRÁNICO que impide el examen, la observación, la investigación, la CRÍTICA.
Peor aún, parece afianzarse el criterio esgrimido por algunos y que tristemente se va palpando en carne propia, que quien ejerce una labor de opinión, un ejercicio subjetivo se transforma para algunas redacciones, Jefes o Directores de Área pertinente, en una especie de peligrosa detracción, invectiva o hasta diatriba.
Por ello, en ésta Columna Editorial acerca del Maratón Internacional que en nuestro caso no resulta algo circunstancial y/o especialidad eventual, queremos detenernos en poner acento a un aspecto teórico/técnico: han definido al periodismo como una forma de comunicación de masas, cuyo objetivo específico es difundir hechos documentables, comentarios u opiniones, acerca de acontecimientos socialmente relevantes, a través de un tipo de mensaje particular: la noticia, la cual se compone de relato de hechos y/o de comentarios acerca de los mismos. Es decir, el periodista da a conocer y analiza hechos de interés público.
El periodismo es una activa manifestación de intereses políticos y sociales que se confrontan. Además, por su valor de instrumento de comunicación, coloca al hombre de frente a su realidad y lo motiva a transformarla.
Sin embargo, pese a tan trilladas definiciones, en Paraná hay una sensación de ir extinguiéndose el precepto inherente a que “el periodista es un profesional especializado en interpretar los hechos en una sociedad. Su oficio requiere saber distinguir y relacionar los sucesos importantes en la vida colectiva. El periodista debe saber reconocer los acontecimientos significativos como noticia de aquellos que no lo son. También debe asegurarse de la veracidad de la información que va a emitir”.
Uno lee, escucha, mira con atención la cobertura de algunos medios colegas, en especial la pluma de determinados representantes, y surge inequívoca la decepción de presentir que las libertades de expresión crítica se están cercenando de maneras cada vez más elocuentes en la prensa paranaense.
Lo peor es que, sin siquiera disimularlo… Con “concepciones” contradictorias, y hasta apelando a prosas poéticas que en la transcripción de quienes SÍ estuvieron en el día a día desde que llegaron los nadadores a Paraná, apreciándose veraz e indiscutiblemente la calidad de los materiales puestos a disposición del público lector, se constituyen algunas publicaciones en burdas liviandades como inspiradas en el mero objeto de redactar una crónica y justificar el pago de la misma o cumplimentar un trámite laboral encomendado tras lo cual seguirá confeccionando más data de otras disciplinas, eventos o sucesos varios.
Guste o no lo que aquí se redacta, Cuestión Entrerriana fue el ÚNICO medio que estuvo “en la cocina” del Maratón, tanto por la actitud y aptitud evidenciadas como por la EDIFICANTE conducta de los organizadores en no cerrarnos ninguna puerta, y más aún, confesándonos en distintos rituales la “Exclusividad” de nuestro Diario Digital.
Y ésta “Exclusiva” que supimos tener, y en realidad tenemos desde hace varios años por el mero hecho de ESTAR, de DEDICARNOS, no tuvo por condición ser auspiciante, contar con banners pagos por la Organización, sponsor o gobierno.
Una vez más, como desde el mismo día en que Cuestión Entrerriana nació, tributamos GRATUITAMENTE nuestro tiempo y por qué no…CATEGORÍA informativa y capacidad de JUICIO idóneo.
De hecho que, hasta pospusimos otras tareas, otras labores, PRIVILEGIANDO la Hernandarias-Paraná, aún pese a NO SER RECONOCIDOS siquiera en los agradecimientos pregonados por el locutor oficial del emprendimiento desde el mismo día de la presentación.
Y si bien estamos acostumbrados a ese desdén, a esa descortesía por el mero hecho de llevar adelante un estilo punzante, optamos por valorar las PUERTAS ABIERTAS, la LIBERTAD ABSOLUTA para desplegar nuestros operativos, el BUEN TRATO en el cara a cara, el sentirnos -en ese aspecto- RESPETADOS.
Luego, que el particular locutor invoque que tal o cual “se enoja cuando se nombra a alguien que no está en la lista…” quedará en la SINCERIDAD, en la FRANQUEZA, en la HONRADEZ de quien (o a quienes) le/s quepa el sayo y AÚN SIGA/N SIN QUERER ADMITIRLO, le certidumbre que Cuestión Entrerriana es EL medio que más hace por el Maratón en la COMPARACION de antigüedad-estructura-personal-cantidad de lectores/oyentes/televidentes.
Años atrás nos “pegaba” más esa INGRATITUD. Hoy ya supimos cerrar la herida y optamos por GOZAR el Maratón en lo BUENO, como tolerar criteriosamente lo MALO y dejar margen y/o tiempo para elaborar el dictamen final.
Lo patético, sí, es ver la INVOLUCIÓN informativa, esencialmente en la visión crítica, en lo interpretativo: como proceso de comunicación social, o más grave aún, la AUSENCIA ALARMANTE de editorialistas que en sí deberían resumir la posición doctrinaria o política de la empresa informativa frente a hechos de interés colectivo.
¿Será que las empresas/medios no poseen periodistas documentados en la materia a analizar, sin una vasta cultura y un amplio dominio de su idioma, para que la argumentación de sus juicios y sus conclusiones sean sólidas y publicables?…
“Nadie se resiste al Archivo”… Invitamos a quien ponga en tela de juicio ésta Columna a comparar centímetros de redacción, espontaneidad de la información, detalles específicos de noticias, anticipos, primicias, y NI QUE HABLAR en lo concomitante a cantidad de fotos en PREVIA, DURANTE Y DESPUÉS de éste magno acontecimiento.
Pero nos queda un consuelo… Los nadadores sí saben quien es quien por ello nos quedaron recuerdos varios que siguen incrementando nuestro museo el cual uno de éstos días abrirá, cuando económicamente podamos abocarnos a ello.
Éstos Colosos, magníficos nadadores y MEJORES PERSONAS, en una amplia mayoría nos permitieron meternos en sus intimidades competitivas y post pruebas, como fueron los ÚNICOS que agradecieron y VERDADERAMENTE valoraron nuestro esfuerzo, junto al fiel lector.
Quizás estemos sensiblemente equivocados, y la Sociedad aspire a consumir el producto periodístico que simplemente refleja versiones interesadas que no colaboran a la racionalidad ni aclaran tan eficientemente aquellos aspectos de la realidad que permanecen en la penumbra.
Por lo cual es insoslayable enfatizar, afianzar una impronta: la sociedad -especialmente nuestra sociedad democrática- empieza a fallar cuando no es adecuadamente informada. ¿Informa a sus lectores un periódico que se niega a hacer periodismo en profundidad, periodismo de investigación? La respuesta es, enfáticamente, NO. Sin el deseo de llevar a cabo periodismo de investigación, un periódico falla a sus lectores.
Les da cobertura incompleta y acomete un ejercicio periodístico de escaso rigor intelectual y con marcada tendencia a la simplificación; careciendo de conocimientos técnicos adecuados para la mayor parte de las cuestiones complejas de la vida actual; ejecutándose sin la reflexión y el sosiego que son deseables en una adecuada labor crítica.
Vertidas estas consideraciones, nos abocaremos en las próximas horas a realizar el balance final sobre la Hernandarias-Paraná 2012, subrayando la tendencia inherente a que Cuestión Entrerriana busca en sus artículos acentuar la capacidad crítica, analítica, interpretativa e investigativa bajo los insoslayables principios periodísticos de responsabilidad, imparcialidad, credibilidad, independencia, equilibrio y veracidad informativa. Tal vez por eso, quien refrenda ésta nota, sea víctima por éstos días, UNA VEZ MAS… de una dolorosa apatía por parte de algunos que faltaron a su palabra y por éstas horas evidencian un espíritu INDIFERENTE nefasto, quizás a modo de castigo por nuestra defensa a la libertad de manifiesto, a la independencia de criterios.