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La Fórmula Fernández-Fernández afianza su favoritismo: Lavagna no para de caer

Faltando un mes para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el escenario de polarización entre Juntos por el Cambio, que lleva en la fórmula a Mauricio Macri por la reelección, y el Frente de Todos, con el binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández parece reforzarse, restando chances a la tercera posición, encarnada por Consenso Federal que encabeza Roberto Lavagna.

 

A la luz de las últimas encuestas, la fórmula que lidera Macri acompañado de Miguel Ángel Pichetto tiene una intención de voto de 29,7% y la conformada por los Fernández alcanza el 35,8%. En tanto, los candidatos Lavagna y Juan Manuel Urtubey, que aspiraban a sacar ventaja con el voto del electorado desencantado por el gobierno actual y el anterior, no alcanza 12%.

 

Así se desprende del último relevamiento de intención de voto de cara a las primarias, realizado por la consultora Aragón & Asociados.

 

En un eventual balotaje, las dos opciones que competirán según la encuesta serán las de Macri y Fernández. Sin proyección de indecisos la diferencia es de 41,2% a favor del candidato opositor contra 39% del actual mandatario. Y si se le suman los que no definieron su voto, la contienda quedaría 51,4% a 48,6% con igual vencedor.

 

Si bien es cierto que, desde el primer momento las consultoras y los propios espacios políticos anticiparon un escenario polarizado, todo hacía suponer que un tercer candidato podría sacar ventaja de la “grieta”. Con esta intención se presentó, en septiembre de 2018, el espacio Alternativa Federal. Conformado por Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa y Juan Schiaretti, el frente que supo agrupar a un sector del peronismo se fue diluyendo con el correr de los meses. Pero en paralelo (aunque unos meses más tarde) el nombre de Lavagna empezaba a sonar como presidenciable.

En febrero, la tradicional Fiesta del Sol que se celebra todos los años en San Juan sirvió como una suerte de lanzamiento virtual del economista. El propio gobernador local Sergio Uñac, que entonces no había sido reelecto, señalaba que no le disgustaba la idea de acompañar la fórmula.

 

Inclusive el propio Pichetto sonó como compañero de fórmula de Lavagna, a principios de mayo, cuando aún el Gobierno no le había ofrecido la precandidatura a la vicepresidencia. El ex ministro de Economía afirmó entonces que la Argentina precisa un “gobierno de unidad nacional con respaldo parlamentario” y expresó la posibilidad de llevar al senador como compañero de fórmula en las próximas elecciones.

 

Sin embargo, el tablero electoral se reordenó en función de la primera jugada: la de Cristina. El anuncio de fórmula de la exmandataria y la conformación del Frente de Todos obligaron al resto a rearmarse y anunciar sus movidas. En este marco, Lavagna coqueteó con todos los políticos que no pertenecían a los dos bandos de “grieta”.

 

Para entonces el economista dialogaba con frecuencia con los dirigentes de Alternativa Federal, pero las diferencias en torno a la posibilidad de ampliar o no dicho espacio se tornaron irreconciliables. Mientras el peronismo no kirchnerista sellaba en Córdoba el espacio que se extinguiría tiempo después, Lavagna hacía lo propio y anuncia Consenso 19.

 

El llamado de Macri a un “Acuerdo de Gobernabilidad” de diez puntos marcó el fin de ambos espacios. Mientras Lavagna y Massa rechazaron la convocatoria por “poco seria”, Pichetto salió a respaldar el acuerdo. En tanto, Urtubey se mostró ambiguo, y Schiaretti se iba de vacaciones.

 

El pase del líder del Frente Renovador a Frente de Todos y de Pichetto a Juntos por el Cambio abrió paso a la alianza entre el gobernador salteño y Lavagna. El frente electoral que prometía ser una tercera vía que diera competencia, hoy no parece molestar al oficialismo ni al kirchnerismo.