La cruel opinión de Donald Trump sobre personas con discapacidad que reveló su sobrino: “Deberían morir”
|En un nuevo libro de memorias, Fred C. Trump III afirmó que su tío, nuevamente candidato a presidente por el Partido Republicano, le hizo un comentario similar sobre su propio hijo
En 2020, unos meses antes de las últimas elecciones, la sobrina del expresidente Donald Trump, Mary Trump, publicó un libro sobre su tío y lo horrible y psicológicamente retorcido que le parecía. En aquel momento, su hermano, Fred C. Trump III, publicó un comunicado en el que criticaba a su hermana por semejante traición.
Ahora, es él quien empuña el cuchillo. La semana que viene publicará All in the Family: The Trumps and How We Got to Be This Way (Todo en familia: Los Trump y cómo llegamos a ser así), un relato que pone al expresidente bajo una dura luz. The New York Times obtuvo una copia.
Fred y Mary Trump son hijos de Fred Trump Jr, el hermano mayor de Donald, que luchó contra el alcoholismo y murió de un ataque al corazón en 1981, cuando tenía 42 años.
Fred Trump, de 61 años, se describe a sí mismo como bastante cercano a su tío. Asistió a la toma de posesión de 2017 (escribe que tenía mejor asiento que John McCain) y visitó la Casa Blanca varias veces (el libro incluye una foto de su autor sentado tras el famoso escritorio del Salón Oval).
Una vez, justamente en el Salón Oval, Trump insistió en que su sobrino se quedara en la sala para una llamada telefónica que iba a mantener con el rey Abdullah de Jordania. Puso la llamada en altavoz, para que su sobrino pudiera escuchar al rey agradecer a Trump por matar a un líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi. “Lo maté”, se jactó el expresidente delante de su sobrino, según el libro. “Lo maté como a un perro”.
Pero otra reunión en la Casa Blanca dejó al autor con un escalofrío y, se da a entender, la razón para escribir el libro.
El hijo de Fred Trump nació con una rara enfermedad que le provocó discapacidades intelectuales y de desarrollo. Su cuidado había sido sostenido en parte con ayuda de la familia. Tras la elección de Trump, Fred Trump quiso utilizar su relación con la Casa Blanca para hacer el bien. Con la ayuda de Ivanka Trump, su prima, y de Ben Carson, en aquel momento secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, consiguió reunir a un grupo de activistas con su tío.
El presidente “parecía comprometido, especialmente cuando varias personas de nuestro grupo hablaron de los desgarradores y costosos esfuerzos que habían hecho para cuidar de sus familiares con discapacidades profundas”, escribe.
Después de la reunión, Fred Trump afirma que su tío le llevó aparte y le dijo: “tal vez ese tipo de gente debería morir”, dado “el estado en que se encuentran, todos los gastos”.
El comentario no fue algo aislado, según Fred Trump. Un par de años después, cuando pidió ayuda a su tío porque el fondo médico que pagaba los cuidados de su hijo se estaba quedando sin dinero, Fred Trump afirma que su tío le dijo: “No lo sé. No te reconoce. Quizás deberías dejarlo morir y mudarte a Florida”.
“Quizás no debería haberme sorprendido oír a Donald decir eso”, escribe. “No estaba muy lejos de lo que había dicho aquel día en el Salón Oval tras nuestra reunión con los activistas. Sólo que aquella vez, eran los hijos de otras personas los que debían morir. Esta vez, era mi hijo”.
Otra anécdota mordaz que aparece en el libro ocurrió décadas antes, en los años setenta, cuando el autor afirma haber oído a su tío utilizar un insulto racial después de que su auto hubiera sufrido daños y estuviera buscando a alguien a quien culpar.
“Mira lo que hicieron los negros”, escribe Fred Trump citando a su tío.
El autor describe al expresidente como producto de una educación al estilo de Archie Bunker, “nosotros contra ellos”, en Queens, pero luego señala: “Borracho o sobrio, mi padre nunca usó la palabra con N [negro], que yo haya oído. Y yo tampoco”.
Fuente: La Nación – The New York Times