La Corte Suprema ve con buenos ojos a Massa: “es un hombre de Estado, se puede dialogar”
|En los pasillos judiciales circula con fuerza el beneplácito de la Corte Suprema por el saldo electoral del domingo pasado, que depositó a Sergio Massa en ballotage como el candidato más votado. “Hay expectativa favorable por el resultado electoral, con el candidato que obtuvo el primer puesto”, sostienen altas fuentes tribunalicias.
“En el Poder Judicial en general y la Corte en particular se lo ve a Massa como un hombre de diálogo que respeta la división de poderes”, argumentaron.
En ese sentido, subrayaron el axioma judicial que reza que “una cosa es el diálogo interpoderes y otra muy distinta es la injerencia”. “Massa respeta el diálogo interpoderes”, concedieron.
Asimismo, ya circula entre jueces y agentes de la Justicia un fragmento de una entrevista que se le realizara al ministro de Economía en un canal televisivo en marzo de 2019. Allí, Massa expresa: “Voy a la autarquía del Poder Judicial, voy a un Poder Judicial que se maneje de manera autónoma, con impuestos que goteen directamente sobre el funcionamiento del Poder Judicial para que no tenga que depender de una partida del jefe de Gabinete”.
Al respecto, admitieron desde un despacho influyente en sede judicial que ese hallazgo en el archivo audiovisual fue “recibido con satisfacción”.
El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, ya había manifestado cierta distancia con el líder de los libertarios, cuando en septiembre pasado dijo al diario El País de España que “si la dolarización elimina el peso, es inconstitucional”. “¿Cuál es la moneda de un país? La que emite: puede ser peso o patacón o lo que sea. Si abandono una moneda y me voy enteramente a la otra es un camino que, para mí, es inconstitucional”, explicó.
En ese reportaje, el ministro enfatizó que no se trataba de “una interpretación rebuscada” sino que “es la letra de la Constitución”.
El entusiasmo que surca el Poder Judicial ahora, 48 días después del primer turno electoral, puede convertirse en un activo gravitante en la campaña de Massa rumbo al ballotage. Como dice el viejo adagio, ganar embellece.